@C. V. / Algo más de cuatro horas de actuación, tres grupos con estilos tan variados como complementarios y la amenaza de lluvia durante la actuación de Ronald Baker que, por suerte, se quedó en un susto. Ése puede ser el resumen de la tercera jornada del Eivissa jazz, festival que esta noche se clausura con los conciertos de Sedajazz Sextet y de Tracey Reid and The Sweet Rythm Kings.
La Marina Band, en su segundo año consecutivo en el festival, fueron los encargados de abrir la noche en lo que suponía la presentación de su primer disco, Adalt. Durante una hora y cuarto, el quinteto ibicenco, integrado por Enrique Canet, Llorenç Prats, Quimi Luzón, Pere Navarro y Franco Botto, defendió a la perfección los temas del CD e, incluso, presentaron varios temas del que será su nuevo trabajo.
Sobre las 23:15 horas saltaron al escenario el trío vallisoletense Stromboli, que es el grupo Injuve de esta edición y que ya han tenido la oportunidad de foguearse en festivales de jazz como el de San Sebastián o el de Adis Abeba, en Etiopía, ni más ni menos. Su música, mucho más minimalista y, a ratos, experimental, supuso un perfecto preludio para la actuación estelar de la noche, la de Ronald Baker.
El norteamericano, acompañado por Fabio Milano (piano), Pere Loewe (contrabajo) y Esteve Pi (batería), demostró ser un todo showman. El de Baltimore, aunque afincado desde hace años en París, es todo un virtuoso con la trompeta, pero también canta y se pasa todo el rato dialogando y haciendo chascarrillos con el público, al que se metió pronto en el bolsillo. Ni siquiera la lluvia que empezó a caer a mitad de su concierto impidió que Baker y su banda siguieran tocando.
Tras unos momentos de nerviosismo por parte de la organización, que empezó a sacar sombrillas para los músicos, la lluvia dejó de caer tan de repente como había llegado y todos recuperaron la calma y se centraron en disfrutar con la música hasta casi las dos de la mañana. Ya saben, el show debe seguir adelante.