Joan Miquel Perpinyà / La Administración pública está demostrando, una vez más, su lentitud e incapacidad para adaptarse con agilidad a las situaciones extraordinarias y a una realidad mutable e imprevisible, con la que nadie contaba.
Le sucede al Gobierno central pero también al autonómico, insular y local.
Los procedimientos reglados que ordinariamente han de seguirse no sirven, no dan respuesta eficaz a la crisis que vivimos y no hay más remedio que saltárselos.
El PSOE en el Consell d’Eivissa ha hecho casus belli de la contratación a dedo el verano pasado, por la vía de emergencia, de un vídeo promocional de la isla para promocionar el turismo nacional como plan B para paliar el desplome de la llegada de visitantes extranjeros.
Sin embargo, el Govern balear acumula una barbaridad de contrataciones irregulares, incluso mediante contratos verbales, porque lo extraordinario de la situación no permite abastecerse de material ni satisfacer las necesidades imprevistas cumpliendo a rajatabla con la legislación que regula la contratación administrativa.
Vicent Torres se echa las manos a la cabeza con el vídeo La vida Islados, que considera poco menos que un caso de corrupción flagrante a tenor de sus declaraciones, pero las irregularidades en las que incurre el Govern de Francina Armengol a la hora de comprar material sanitario y de las que advierte incluso el Consell Consultiu que preside el socialista Antoni Diéguez, no le deben causar la menor extrañeza.
Es cierto que la torpeza del president del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, a la hora de arremeter contra la interventor durante el pleno de la institución insular, se lo puso en bandeja de plata a la oposición, pero ante una situación gravísima ocasionada por la pandemia del Covid-19, todas las administraciones públicas se están viendo superadas e incapaces de maniobrar sujetándose a las estrictas normas que regulan la contratación pública.
Armengol haría bien en explicárselo a Vicent Torres. Pero es dudoso ni que lo comprenda porque hace falta entender la crisis que atravesamos para actuar en consecuencia, con coherencia y con responsabilidad.