Los gritos y el alboroto de los operarios de las obras de la avenida Isidor Macabich de Ibiza anuncia, de nuevo, que algo grave esta ocurriendo. Se pasan de uno a otro, voz en grito, la orden de apagar las máquinas. Son las cuatro y media de la tarde y se acaba de producir otro escape de gas, el tercero del que tiene constancia NouDiari, por la rotura de una de las tuberías que conducen el hidrocarburo hacia los hogares de la zona. Del ruido ensordecedor se pasa al silencio casi absoluto.
La avería se ha producido en el tramo comprendido entre las calles Extremadura y Abad y Lasierra y la avenida. Mientras tanto, unas decenas de metros más hacia atrás, se origina un gigantesco atasco, con coches y autobuses atrapados, en una de las principales arterias viarias de la ciudad de Ibiza. Son las consecuencias de la realización de una obra de esta envergadura en plena temporada turística.
Entre la policía local y los operarios frenan a los vehículos e impiden también el paso de los viandantes, mientras que los vecinos siguen en vilo lo que ocurre desde sus balcones. 25 minutos después se reanuda el tráfico, pasan de nuevo los autobuses después de haber desviado los vehículos ligeros por otras calles, y, cinco minutos más tarde, se vuelven a poner en marcha las excavadoras y los martillos compresores.
Comerciantes que ven como tras dos años de pandemia se escapa de nuevo la oportunidad de poder hacer algo de caja para paliar los efectos del confinamiento y la falta de turistas reciente y residentes que, a causa del calor tienen que tener las ventanas abiertas, echan pestes en contra de la «brillante» idea ejecutar la obra en pleno verano. «Algo tendrán que inaugurar los políticos antes de las elecciones», comenta un vecino hastiado.
Dios quiera que no ocurra ninguna desgracia, pero al paso que vamos y con el pasotismo de responsables tanto técnicos como políticos, no es precisamente para quedarse tranquila !!!