@C. V. / Hacer el agosto es una expresión que antiguamente se refería a la recolección de la cosecha de cereales y semillas en ese mes del año y, por lo tanto, a hacer su negocio o lucrarse. Más o menos es lo que ha hecho la Federación Empresarial y Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF), que han rozado la ocupación plena (94,5 por ciento) en la primera quincena de agosto.
«Este mes es nuestro mes estrella en las Pitiüses y poco más se puede pedir. Es cierto que podemos crecer mucho más, pero no tanto en agosto, porque ya casi tocamos techo, y habría que buscar seguir creciendo en otros meses como son mayo, junio y julio», asegura Roberto Hortensius, presidente de la Federación Hotelera.
El comportamiento de la temporada estival en niveles de ocupación está siendo «muy satisfactoria». «En junio hablamos de una ocupación en las Pitiüses del 81,76%, lo que supone un 3,22% más que el año pasado. En julio se alcanzó el 90,12%, por lo que bajó un 1,8% con respecto a 2012. Ahora, en la primera quincena de agosto, estamos en el 94,5%, con una décima más que en el mismo período del año pasado, y el resto del mes se prevé igual de bueno», comenta Hortensius.
En estas cifras destaca el gran incremento experimentado por Formentera, que se sitúa en el 94,81%, un 6,3% más que el año pasado. «Es cierto que este año ha crecido mucho, pero no tanto como en 2011, en el que se alcanzó un espectacular 96,74%, mientras que en 2012 bajó al 89,19%. No es que haya ganado mucho, es que ha recuperado lo que perdió», añade.
Para Hortensius, uno de los factores que explican estos buenos números, y que difieren de otros años, es el aumento de las reservas de último minuto. «En otros años las plazas se ocupaban con bastante antelación, pero en este año hemos visto como se ha potenciado, sobre todo, las reservas de último minuto, por lo que el mes ha ido mejor de lo que se esperaba», comenta el presidente de la FEHIF.
El éxito de Formentera
Para la consellera de Turismo de Formentera, ese aumento de la ocupación hotelera se debe principalmente a la apertura a otros mercados. «Se ha hecho un gran esfuerzo en buscar nuevos mercados. Mantenemos la fidelidad del turismo italiano pero este año hemos notado un gran aumento en el caso del alemán, holandés y francés. Se ha hecho también un buen trabajo en la creación del producto turístico e invitando a agencias de viaje a conocer la Isla», afirma.
El turismo en Formentera resiste pese a la crisis debido a que, en opinión de la consellera, «va dirigido a un cliente de perfil medio-alto. El solo hecho de coger el ferry -un ferry que no es barato ni mucho menos- ya implica una especie de criba económica y que provoca que tengamos un turismo de este estilo. Queremos un turismo con poder adquisitivo, pero también respetuoso con el medio ambiente y, sobre todo, un turismo familiar», señala.
No obstante, y aunque la cifra de ocupación hotelera es bastante buena, la crisis se nota como en todas partes. «Lo hace especialmente en la oferta complementaria. La gente se lo piensa más antes de hacer compras, ir a restaurantes o gastarse el dinero», añade Ferrer.