Mientras cuatro locales de ocio nocturno de Ibiza ultiman los preparativos para las fiestas que ofrecen en Fin de Año y Año Nuevo, la patronal que engloba a las salas, Ocio de Ibiza, hace balance de uno de los problemas que eclosionaron durante la pandemia: las fiestas ilegales.
El incremento de la actividad inspectora y las multas a este tipo de eventos, que han aumentado a entre 100.000 y 300.000 euros, han tenido resultados en este 2022. Así lo valora José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza: «Nos las hemos quitado prácticamente de encima. Las fiestas ilegales se han reducido claramente en comparación con 2021 cuando hubo una eclosión. El Consell insular ha hecho un trabajo fenomenal y ha contado, además, con el apoyo del Govern balear», destaca Benítez en declaraciones a Noudiari.
El gerente afirma que este tipo de fiestas no solo estaban generando competencia desleal al sector del ocio nocturno y también de la restauración sino que suponían graves molestias a los vecinos y ofrecían, además, «una imagen de Ibiza de cara al exterior muy mala, de falta de control».
«Si a nadie se le ocurre ir a un restaurante que no tenga todos sus papeles en regla y las cosas en orden, tampoco hay que ir a una fiesta que celebra por ahí perdida y en la que puede pasar cualquier cosa», añade el portavoz del sector.
«Este año se ha trabajado muy bien en los controles y nos hemos quitado uno de los problemas más graves de Ibiza aunque ahora falta trabajar en otros como el de la vivienda turística ilegal y seguro que salimos ganando todos», concluye.
Aunque el Consell de Ibiza apuesta por medidas todavía más ambiciosas para erradicar las fiestas ilegales, como la de que las policías locales puedan irrumpir en una fiesta de este tipo aunque sea en una casa particular, parece que, por el momento, las multas han sido suficientes y una buena herramienta para desincentivarlas.
La nueva normativa de sanciones, que se presentó en abril, incluye la sanciones para todos los responsables de la celebración de estas fiestas: organizadores, propietarios de la vivienda, comercializadores, colaboradores, Djs e incluso a las personas participantes.
Aunque la competencia corresponde a los ayuntamientos, al tratarse de una vulneración de la ley de actividades, desde el Consell, junto con el Govern, han actuado contra las fiestas y se ha repetido de nuevo el servicio de detectives que permite localizar, identificar y paralizar de forma preventiva la celebración de este tipo de fiestas.
El problema, sin embargo, no ha desaparecido del todo y parece haberse trasladado a Formentera, donde se han denunciado celebraciones de este tipo en casas privadas y molestias importantes al vecindario.
Se entiende que la oferta del ocio nocturno ha regresado. Con ello, los efectivos se han centrado en las áreas turísticas de Sant Antoni, Platja d’en Bossa o Vila. Ahora bien, no por ello la oferta de fiestas ilegales ha dejado de existir. Si se hace una visita a los perfiles de las casas, como la de arriba, en redes sociales se encuentran invitaciones a acudir y realizar una ‘donación’ 10, 20 o 30€.
Por supuesto, los vecinos han acudido a sus respectivos ayuntamientos para informar de los hechos y han recibido la bizantina respuesta de »lo estudiaremos».
Qué triste es ver cómo esta isla continúa pudriéndose por el dinero que atesora y genera por y para cada vez menos personas. De las continuas quejas que existen contra Ushuaia y las denuncias por incumplimientos sobre ley de ruido desde prácticamente su nacimiento, pocos artículos se leen en los medios que financian los mismos lobbies que han promocionado esta Red de detectives con la connivencia de los mismos políticos que comen de su mano. Hablar de los desorbitados precios para las discotecas de Ibiza, gracias a la mafia que se ha instaurado en la isla en el sector del ocio y cómo, en consecuencia, un gran porcentaje de la población que se siente desplazado por no poder o querer gastar 80€ por una entrada y 30€ por una bebida buscan sus alternativas de ocio en propiedades PRIVADAS, se habla poco…. Lo más triste es entender cómo los tentáculos de dichas mafias llegan hasta la prensa y la política para seguir comprando las mentes de tanta oveja que solo sabe seguir al rebaño. De tan obvio se vuelve triste.
Es lo correcto, que se determinara un dictamen para este tipo de fiestas ilegales, muy mala imagen para la isla. Y tambien se debería de mirar la clase de turismo que viene a la.isla, ,la gente va con demasiada libertad en verano, da vergüenza, y da muy mala imagen la isla.