El Rotary Club de Ibiza ha elegido como presidente a Pablo Vaggione, un madrileño de raíces italianas —un abuelo del Piamonte justifica su apellido— enamorado de la isla desde hace años y residente permanente desde hace cinco. Vaggione tiene un currículum apabullante y quiere contribuir con su experiencia a lograr algunos objetivos generales del club y otros que se ha marcado personalmente, como es el de dar a conocer y acercar la actividad del Rotary a toda la sociedad ibicenca.
Especialista en desarrollo urbano, Pablo Vaggione dirigió la oficina ONU-Hábitat para México y Cuba entre 2016 y 2019, ha participado en consultorías para el Banco Mundial y para el Banco Asiático de Desarrollo y es autor de la guía de referencia Urban Planning for City Leaders de ONU-Hábitat. Entre 2007 y 2010 fue Secretario General de la Sociedad Internacional de Planificadores de Ciudades y Regiones (ISOCARP) y tiene un Máster por la Universidad de Harvard.
En Ibiza teletrabaja como consultor urbanista independiente con proyectos con el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) en países como Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Nepal, Pakistán… a la vez que gestiona un fondo de preparación de proyectos de la Unión Europea y la Agencia de Cooperación Española en catorce ciudades de América Latina.
Los rotarios llevan muchos años trabajando en Ibiza pero hay personas que desconocen su labor ¿Qué es el Club Rotary?
El Rotary Club Internacional es un vehículo para vincular y unir a personas con ganas de hacer proyectos, de contribuir a la sociedad. Fue fundado en 1905 en Chicago, Estados Unidos, por el abogado Paul Harris junto a una serie de empresarios y líderes de opinión que tenían un sentido optimista de la vida y un genuino interés por contribuir a mejorar las condiciones de vida de la comunidad.
Actualmente tiene más de 1.400.000 miembros en todo el mundo, con más de 35.000 clubes. Una de sus grandes ventajas es que cada club está muy arraigado a su comunidad pero, al mismo tiempo, a través de estas redes de 35.000 clubes tenemos la oportunidad de trabajar en proyectos internacionales.
¿Desde cuándo están en Ibiza?
En Ibiza, el Rotary Club fue fundado en 1981 por José Colomar, con lo que es uno de los clubes más antiguos de España. Hay que recordar que durante la dictadura estaban prohibidas todas las asociaciones y solo a partir de 1977 se pudieron crear. Tengo el honor de ser el presidente número 43, porque todos los años cambia el equipo directivo. No es posible ser presidente de manera consecutiva, aunque algunas personas sí han repetido. Estoy muy orgulloso de poder estar dentro de este grupo con antiguos presidentes como José Colomar Juan (fundador y dueño del Royal Plaza), Eladio Merino (segundo presidente, pediatra), Juan Prats Boned (arquitecto y primer alcalde democrático de Ibiza), Gordon Roper (escocés, empresario de venta de vehículos), Nuria Jaumá (arquitecta) o Marienna Sánchez-Jáuregui (letrada y ex alcaldesa de la ciudad de Ibiza); personas que están muy arraigadas en la sociedad ibicenca y que han dado su tiempo al Rotary para sacar adelante proyectos.
¿Cómo se ingresa en un club rotario?
Es muy sencillo: solo hay que comunicarse con nosotros y asistir a un par de reuniones para conocer cuál es la dinámica. Nosotros vemos si hay objetivos comunes y ganas de hacer cosas. No hay que rellenar un formulario que haya que enviar a no sé dónde, no. Es un club abierto a todas las personas que sean optimistas y que tengan ganas de hacer cosas para su comunidad. Tenemos los brazos abiertos.
¿Cuántos miembros tiene actualmente el Rotary Club Ibiza?
Veinte.
No son muchas personas, ¿tiene una explicación?
No hay un motivo en especial. Estamos en un momento de cambio generacional, que no solo es una cuestión del Rotary de Ibiza sino del Rotary internacional. Tenemos que avanzar hacia ese cambio generacional. Los miembros del club puede que no sean muchos, pero están realmente implicados e interesados en hacer cosas. El Rotary a nivel internacional tiene más hombres que mujeres pero en Ibiza es al revés. Estamos súper orgullosos de contar con un personas como Nuria Ferrer, primera mujer rotaria que, además, fue presidenta. Personas con muchas ideas y muy generosas.
¿Cómo es una reunión del club?
Actualmente nos juntamos una vez a la semana en una comida y hablamos sobre posibles proyectos y asignamos tareas a cada uno de los miembros para cada uno de esos proyectos. También recibimos visitas de asociaciones, que vienen a presentarnos sus propios planes, como recientemente la Fundación Conciencia.
Toda su actividad se centra entonces en sacar adelante proyectos solidarios. ¿Cuáles son algunos de ellos Ibiza?
En Ibiza hemos colaborado con Cáritas, en su programa de reinserción social; hemos donado tabletas al Hospital Can Misses en la época de la pandemia; hemos colaborado con IFCC, con Apneef, con la Asociación Asperger Ibiza y Formentera, con la Fundación Conciencia, con Apaac (Asociación Pitiusa de Ayuda a Afectados de Cáncer)… Digamos que con todo el tejido del asociacionismo de Ibiza, que está comprometido con estas cuestiones sociales y humanitarias. Hace poco organizamos una jornada en el Centro Cultural de Jesús para dar visibilidad y para que se conozcan distintas asociaciones y pequeñas y medianas empresas de Ibiza. Queremos tener un rol de facilitadores; de conectores, creando así puentes entre distintas asociaciones que tienen este enfoque de solidaridad y el tejido empresarial, que realmente tiene ganas de contribuir a que tengamos una sociedad mejor.
Otro proyecto en fase de preparación es una vuelta a Ibiza en moto en beneficio de la lucha contra el cáncer de mama para el 19 de octubre. Será una quedada de moteros entusiastas, con cualquier tipo de moto, coincidiendo con el Día Mundial contra el cáncer de mama. La actividad ha generado mucho interés entre rotarios de Alemania y del resto de España, que ya nos dicen que quieren venir… puede ser un evento muy bonito y puede dar mucha visibilidad a la causa… y también a la isla, en un momento en el que ya ha pasado la temporada.
Antes me comentaba que también contribuyen a proyectos internacionales.
Así es, tenemos ejemplos de proyectos en Colombia, en la región de Soacha, donde el 80 por ciento de la población son personas desplazadas por los conflictos internos del país en una situación de extrema pobreza. Nos hemos puesto en contacto con una asociación de atención a los niños y hemos donado una furgoneta para ellos. En M’Bour, Senegal, hemos donado ordenadores para un centro de formación para jóvenes a través de una ONG que se llama Una Sonrisa en África. En Iași, en Rumanía, que está en la frontera con Ucrania, hemos contribuido a establecer un centro de ayuda a los adolescentes y niños refugiados de la Guerra de Ucrania a través de una colaboración con el Rotary Club de allí. Uno de los grupos sociales que más está sufriendo la guerra son los niños y jóvenes, a los que les ha cambiado la vida por completo. Este proyecto lo lideró Toni Marí, que es uno de nuestros miembros.
¿Tienen una sede como tal?
La sede es el Hotel Royal Plaza de Ibiza, porque José Colomar [su propietario] fue el fundador del Rotary, como te comentaba, en 1981. Lo hemos mantenido como sede durante estos 43 años y nos reunimos allí todos los miércoles.
Le tengo que decir que la impresión que se tiene desde fuera es que los Rotary son clubes bastante exclusivos, para gente de una determinada edad y de un determinado poder adquisitivo.
No necesariamente. Ni hay un rango de edad ni hay unos requisitos de poder adquisitivo, no es verdad.
¿Cómo se financia el club?
Por cuotas que aportan los socios. Damos toda la información al respecto a las personas vengan a las reuniones y que estén interesadas en participar. Nos financiamos con las contribuciones de los socios y a partir de eventos que organizamos y todo ello es para invertir en nuestros proyectos. Pero, volviendo al tema del poder adquisitivo, sí que te agradezco que me hayas hecho esta pregunta porque no hay un prerrequisito. Si me preguntas cuál es el requisito te diré que es ser optimista y tener ganas de hacer cosas en la comunidad. Es lo fundamental.
¿Un compromiso?
Sí, somos un club de personas a las que les gusta hacer cosas. Si nos encontramos con un proyecto interesante, lo primero que hacemos es pensar en un plan de acción y ver quién tiene que hacer qué. Ideas muy simples y otras muy complejas. Tenemos el atractivo de la doble mirada: por un lado, muy arraigada a la comunidad local desde 1981 con estos 43 presidentes muy vinculados a la vida de la isla y, por otro, muy internacional a través de la red de 35.000 clubes. Uno de los proyectos internacionales más importantes en los que colaboramos es en la erradicación de la polio [poliomielitis, una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al sistema nervioso de los niños], en colaboración con la Agencia Mundial de la Salud y la Fundación Bill y Melinda Gates. Vamos desde la microescala local hasta proyectos globales como puede ser erradicar una enfermedad a nivel mundial.
¿Qué le aporta a un miembro pertenecer al club?
La satisfacción de estar en un círculo de amigos. Cuando entras conoces a un par pero, como hay un interés común tan marcado, enseguida es fácil conectar. Todo está enfocado a proyectos y se crea esa sensación de pertenencia; de que estás haciendo lo correcto. Te refuerza el optimismo y la satisfacción.
¿El Rotary Club tiene algo de lobby? ¿Trata de influir?
Sin tener realmente claro qué sentido le estás dando a la palabra lobby en tu pregunta, la respuesta es no. No hacemos lobby político, lo que sí queremos es hacer proyectos. Más que influir, contribuimos a la sociedad, así que la respuesta es no.
¿Qué legado le gustaría dejar en este año como presidente?
Me gustaría potenciar actividades medioambientales en la agenda del club, como jornadas temáticas con expertos. Es un tema de alta relevancia y más en el contexto de una isla con recursos que no son inagotables. También me gustaría construir sobre el legado de antiguos presidentes y abrir los brazos a más miembros y reforzar y generar una mayor cercanía a la sociedad ibicenca. Enfocarnos en hacer proyectos que den visibilidad a diferentes temáticas. El tiempo se va muy rápido, es solo un año, de modo que me quedan 51 semanas por delante [ríe]. Quiero mandar ese mensaje de optimismo, ilusión y arraigo con la sociedad ibicenca.
¿Hay rotarios conocidos o famosos?
Podría citar, entre muchos otros, a Stephen Hawking, astrofísico; Thomas Alva Edison, empresario e inventor del fonógrafo y la bombilla eléctrica; Louis Michel, antiguo comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria; Walt Disney; John F. Kennedy; Neil Armstrong; Winston Churchill… o Joaquín Ruiz-Giménez, primer Defensor del Pueblo (cargo creado en 1982), presidente de UNICEF-España y vicepresidente del Instituto Internacional de Derechos Humanos.
Hace muchos años que una escultura de la rueda del Rotary Club, que es su emblema, recibe a los visitantes de Ibiza que llegan al aeropuerto, instalada en la isleta de la salida. ¿cuál es su historia?
¡Estamos muy orgullosos de esa rueda! La rueda rotaria suele emplazarse en la entrada o ubicación prominente de las ciudades donde existe un club rotario. El emblema identifica el arraigo del club en la comunidad y sirve como referencia a otros rotarios que visitan la ciudad. La rueda rotaria que está en el aeropuerto de Ibiza se adquirió y transportó desde Málaga, donde se había construido, bajo la presidencia de Eladio Merino (82-83), y posteriormente se instaló en su emplazamiento actual bajo la presidencia de Luis Reyes (84-85), quien por aquel entonces era director del aeropuerto de Ibiza.
¿Qué significa la rueda del Rotary Club?
El diseño del símbolo de la rueda rotaria data de 1924, y quiere significar la universalidad, progreso, acción y movimiento. Una rueda de engranaje combinada con otras ruedas de engranaje hace funcionar a algo más grande, lo que ilustra el poder transformador de la acción conjunta de los clubs rotarios.
Cuando le he comentado a unas amistades que iba a hacer esta entrevista me han preguntando si son ustedes masones. ¿Lo son?
Pues no [ríe] La verdad es que no sé de dónde proviene esto. Ninguno de nosotros somos masones.
¿No hay rituales de acceso?
No hay rituales de acceso… ¡es mucho más simple de lo que imaginas! Hay apertura y transparencia completa sobre cómo funcionamos,
¿No tiene ideología?
No… Cuando te enfocas en querer hacer proyectos para contribuir a la comunidad, que es el centro de nuestra actividad, creo que personas de distintas ideologías las dejan de lado y se enfocan en hacer rodar la ruedita que les toca, para que la rueda más grande funcione.
En la imagen que nos enviaron de su nombramiento, aparece con un curioso collar, ¿qué representa?
Este collar, si te fijas, tiene una serie de chapitas. Cada una de las chapitas son los presidentes ¡y ya son 43 chapitas! Es un collar con un valor emocional incalculable porque están todas las personas que han formado parte, empezando por José Colomar, el fundador en Ibiza.
Las diferentes etapas de José Colomar en el Rotary fueron muy activas, además. Los periodistas de la isla recordamos sus ruedas de prensa en el Royal Plaza. ¿Tienen otros canales de comunicación ahora? ¿Redes sociales?
Los mensajes de cercanía con la sociedad ibicenca los tenemos que reforzar, y en eso estamos. Nuestra metodología siempre ha sido más el contacto directo con las personas… pero entiendo que los tiempos son distintos y tenemos que abrir más la comunicación a grupos más grandes a través de otros canales.