EFE / El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ratificado este miércoles ante el pleno del Congreso su intención de poner fin el próximo 9 de mayo al estado de alarma decretado ante la pandemia de coronavirus y sin necesidad de aprobar un plan alternativo como le ha exigido la oposición.
En un mes finaliza el estado de alarma, una situación jurídica excepcional. Las circunstancias son distintas y la vacunación nos ofrece mayores garantías. El éxito dependerá de la unidad, la eficacia de la coordinación y la responsabilidad individual. No podemos bajar la guardia. pic.twitter.com/0vOBW39tTz
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 14, 2021
Esa negativa ha provocado un cruce de reproches, principalmente entre Sánchez y Pablo Casado, durante el debate sobre el estado de alarma y el Plan de Recuperación y en el que el líder del PP ha acusado al jefe del Ejecutivo de actuar con chulería y de gobernar como Napoleón.
A unos días de enviar ese Plan de Recuperación a Bruselas, Sánchez ha expuesto ante el pleno sus ejes y ha asegurado que va a ser «un gran motor» para España y el proyecto más ambicioso de transformación económica de toda la historia del país.
En ese contexto, ha aprovechado para anunciar la ampliación en tres meses de las políticas de moratoria de alquiler y suspensión de desahucios para colectivos vulnerables.
La oposición, con Casado a la cabeza, le han recriminado que no les haya tenido en cuenta para este plan, pero las críticas han ido escalando ante la gestión de la pandemia y la previsión del Gobierno de no prorrogar el estado de alarma más allá del 9 de mayo.
Eso es lo que pretende Sánchez siempre que la situación epidemiológica lo permita, y, por eso, ha pedido seguir resistiendo un poco más.
A partir de esa fecha ha advertido de que el éxito contra la pandemia dependerá de la unidad de todos, de la eficacia de la coordinación y de la responsabilidad individual.
Ante ese escenario, Casado ha anunciado que el PP volverá a registrar una iniciativa para modificar la ley de salud pública con el fin de que sirva de amparo a la situación posterior al 9 de mayo, al tiempo que ha acusado al jefe del Gobierno de no legislar porque prefiere gobernar como Napoleón, por decreto.
«¿A usted no se le cae la cara de vergüenza, señor Sánchez? ¿Cómo tiene la desfachatez de venir aquí con esa arrogancia? ¿Usted quién se cree que es?», le ha espetado además de acusarle de «gafe» y, en medio de la precampaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid, de engañar a los madrileños.
Pero le ha invitado a seguir atacando a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, porque cree que, así, ella tiene la mayoría absoluta asegurada.
Sánchez no prevé apoyar la reforma legislativa que propone Casado ni ningún plan alternativo al fin del estado de alarma como le han pedido otros partidos como PNV, Ciudadanos, Más País, Compromís o BNG.
En respuesta al diputado del PdeCat, Ferran Bel, ha subrayado que la alternativa es la vacunación (está seguro de cumplir la previsión de que el 70 por ciento de los españoles estén inmunizados a finales de verano) y la cogobernanza.
Por tanto, cree que las comunidades cuentan con herramientas y garantías suficientes para afrontar el nuevo escenario.
Tras dejar clara su intención, ha respondido a Casado considerando que es un «patriota de sí mismo y con las ideas de Vox», le ha reprochado su tono «gritón, faltón, impaciente e inquieto» con el que «busca bronca» en el Congreso y creerse que está en la tribuna como en una barra de bar.
«No sé quién me he creído (que soy) pero no soy menos que usted», ha replicado al líder del PP, al que ha dicho que quizás esté inquieto porque no le dejan entrar en la campaña electoral de Madrid.
El adoquín de Vox
Muy crítico con Sánchez ha sido también el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha exhibido un adoquín para simbolizar la violencia que sufren sus simpatizantes y asegurar que no responderán de la misma manera para evitar el enfrentamiento civil.
Abascal se ha mostrado partidario del fin del estado de alarma pero ha acusado al Ejecutivo de ser «el Gobierno de la muerte y de la ruina».
Sánchez ha contraatacado asegurando que Vox ha alentado al Ejército para dar un golpe de Estado, pero ha felicitado a Abascal por haber logrado su mejor creación con «el potaje del señor Casado: un poquito de allí, un poquito de allá y algo de Toni Cantó, que siempre tiene que estar en todas las salsas».
Un socio del Gobierno como el PNV, por boca de su portavoz, Aitor Esteban, le ha advertido de que es una temeridad poner fin el 9 de mayo al estado de alarma, y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas (a la que Sánchez ha avisado de que aparenta que padece el «síndrome de Estocolomo» con el PP), le ha instado igualmente a aclarar su alternativa para el día después.
Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, ha defendido los planes de Sánchez y ha augurado que los socios del Ejecutivo, tras «impedir que los reaccionarios sigan vampirizando Madrid» tras el 4 de mayo, volverán a ponerse de acuerdo para seguir gobernando pese a sus diferencias.