@David Ventura/ Nos encontramos en una antigua fábrica de objetos de plata situada en un polígono industrial en Vallecas,en las afueras de Madrid. Son las doce de la noche y en un callejón situado junto a la fábrica, el director artístico y el encargado de la iluminación han preparado un escenario que parece sacado de un videoclip ochentero rodado en New York. Cámaras, ayudantes y técnicos ultiman los detalles para que todo esté al gusto del director, quien observa la escena desde una pequeña pantalla.
El director de esta orquesta es el ibicenco David Marqués. Un año exactamente después de su llegada a Madrid, Marqués iniciaba el rodaje de su nuevo largometraje: ‘Dioses y perros’, un thiller con rasgos de comedia protagonizado por Hugo Silva y Megan Montaner y que se ha terminado de rodar esta misma semana. Marqués está de buen humor: todo ha ido sobre ruedas y la entente con su equipo ha sido total. “En el fondo, rodar es muy sencillo. Si se hacen bien los deberes, llegas al plató y todo el mundo ya tiene claro su trabajo. Luego sólo se trata de hacer realidad aquello que ya has debatido, hablado y acordado previamente”.
Aprendiendo a golpear a Hugo Silva
En ese callejón siniestro encontramos al actor madrileño Hugo Silva, quien sufrirá el asalto de dos sicarios que le golpearán con la madera de un palé y le patearán. No se trata de un palo de verdad sino de espuma reforzada sobre un núcleo duro, pero da el pego y, si te golpea fuerte hace daño. Silva tiene una protección en la espalda para no terminar magullado, y da instrucciones a los dos sicarios -que son novatos- en cómo golpearle:
-Te tienes que situar a mi izquierda para que la cámara te capte bien. Debes levantar el palo así, en ángulo recto, y proyectar el golpe sobre el centro de mi espalda.
El sicario de mentirijillas ensaya el movimiento y Silva actúa como un profesor paciente.
-A lo largo de mi carrera he rodado mogollón de escenas como esta, y lo tengo controladísimo -comenta con una sonrisa.
En ‘Dioses y perros’ Silva interpreta a un boxeador retirado que sobrevive como sparring y que, corroído por un sentimiento de culpabilidad, se dedica a cuidar de su hermano parapléjico. Un personaje lleno de heridas físicas y emocionales que encontrará una arriesgada forma de redimirse -y ya no podemos contar más, bajo riesgo de spolier-.
“La historia me encantó” comenta Silva, quien ha reducido su caché para participar en esta película, “a un guión le pido que sea valiente y honesto, y este lo es. Me gusta porque es una historia sucia, y digo sucia en el mejor sentido de la expresión”. Para el actor, rodar con David Marqués es sencillo: “Tiene las ideas claras y, a la vez, delega mucho en sus colaboradores y deja improvisar a los actores, y eso se agradece”. Le comentamos que el proyecto tiene buena pinta pero él se muestra muy cauto respecto a un supuesto éxito en taquilla: “Nunca se sabe, nadie tiene la fórmula mágica. Si existiera, todas las películas serían taquillazos”.
«Marqués me hace hablar mucho»
En el set también encontramos a la chica de la película: Megan Montaner, protagonista de ‘El secreto de Puente Viejo’ y uno de los rostros más prometedores del cine español. Acaba de rodar su última escena de la película y se despide de sus compañeros de rodaje, que la aplauden. Si Marqués quería conseguir un ambiente de trabajo y buen rollo, lo ha conseguido. Emocionada, Montaner reparte besos y abrazos entre técnicos, actores y incluso periodistas.
-Yo venía de un rodaje en el que mi personaje casi no tenía diálogos. Y en esta película, Marqués me ha dado el papel de una loca que no para y no para de hablar. Cuando lo leí, me dije: “¡¡No puedo aprenderme todo este texto!!”.
Montaner asegura que su papel es el punto cómico de la película y es el personaje que ilumina las deprimentes vidas de los protagonistas masculinos. La joven actriz aragonesa ha encadenado dos rodajes seguidos, más su trabajo en la televisión, con lo que sus planes más inmediatos son “tomarme unas pequeñas vacaciones”.
Mientras Montaner responde a las preguntas, Hugo Silva recibe su primera paliza. El director ordena repetir porque quiere tener más de una toma. Ahora los ‘sicarios’ no golpean a Silva en el punto exacto donde marcaba la cámara y se debe repetir la toma. En total, después de los ensayos, se graban diez tomas de la misma escena. A las dos menos cuarto de la madrugada, Marqués anuncia que es suficiente, que perfecto, que todo ha salido genial, y que la gente ya puede volverse a casa.
A la búsqueda del ‘toque Marqués’
“El objetivo es presentar la película en festivales europeos y la próxima semana ya me encierro en la sala de edición para dar forma a la historia” comenta Marqués, quien además de codirigir esta película también ha participado en la escritura de su guión. “Partimos de una historia del escritor Jesús Martínez con el que se escribió una primera versión muy dramática. Yo he intentado combinar el drama, el thriller y la comedia. A pesar de que es una historia dura, queremos también que el espectador sonría” explica el director ibicenco, caracterizado por unas películas en las que los personajes hablan y hablan sin parar. Por cierto, ¿en esta película encontraremos también la verborrea surrealista que constituye el ‘toque Marqués’?: “Hay alguna escena que es muy típica de las mías, sí”, comenta el exvecino de Sant Antoni que confiesa que, desde que se trasladó a Madrid, no puede quejarse de su suerte.
Finaliza el rodaje y Hugo Silva, a pesar de la paliza recibida, sigue manteniendo un humor modélico: “¿Sois de Ibiza? ¡Me encanta! Soy un enamorado de la isla. Fui por primera vez hace doce años y, junto con Cádiz, es uno de mis sitios favoritos”. Le comentamos que en alguna ocasión le hemos visto en el cierre de Space y responde con una carcajada: “¡¡Ese no era yo!!”.