@Natalia Cárdenas / Una ciudadana de origen iraní que fue detenida en el aeropuerto de Ibiza cuando trataba de embarcar a Londres con un pasaporte griego falsificado a finales de julio, ha solicitado el asilo político desde Ibiza. Para ello está contando con colaboración local y así evitar su deportación a Irán donde sería severamente castigada con una pena de cárcel de más de 10 años por convertirse al cristianismo y participar en un movimiento activista.
Esta joven tuvo que huir de su país tras participar en el movimiento #WhiteWednesdays impulsado por la web My Stealthy For Freedom de la periodista y activista iraní exiliada en Estados Unidos, Masoumeh ‘Masih’ Alinejad-Ghomi. Se trata de un movimiento iniciado en 2017 en el que mujeres iraníes se atreven a quitarse de la cabeza el velo en público, grabarlo y subirlo a las redes en modo de protesta contra el patriarcado iraní.
Esta mujer de alrededor de 30 años, fue interceptada en el aeropuerto de Ibiza a finales de julio cuando pretendía volar a Londres, intentar arreglar sus papeles y empezar una nueva vida lejos del régimen de su país. Tras su detención fue puesta a disposición judicial y condenada a pagar una multa de 600 euros por portar documentación falsa, además de iniciar su expediente de extradición.
Diferentes personas que la asistieron comprobaron su historia y decidieron ayudarla. Entre ellas una trabajadora de Can Misses quien, tras atenderla con un ataque de ansiedad en el hospital, decidió llevársela a su casa y mantenerla hasta encontrar una solución.
Esta joven también está siendo ayudada por agentes de la Policía Nacional quienes le recomendaron una abogada experta en extranjería.
La abogada contactada puso en conocimiento de Cáritas la situación de esta chica y han iniciado una solicitud de asilo político para evitar su extradición.
De momento, la joven está a la espera de esta segunda oportunidad y no tener que volver a su país, donde sería encarcelada junto a otras mujeres que han actuado igual que ella. El caso más reciente es el de 3 mujeres: Mojgan Keshavarz, Monireh Arabshahi y Yasaman Aryani, quienes participaron en una protesta grabada en vídeo el pasado 8 de marzo, Día de la Mujer y han sido sentenciadas a penas de entre 16 y 23 años de cárcel cada una. La ONU y Amnistía Internacional piden su liberación.
Según la ONU, desde enero de 2018, al menos 32 personas han sido arrestadas y unas 10, encarceladas por protestar contra el uso obligatorio del velo, algunas de ellas han sido procesadas por «atentar contra la seguridad nacional», la tipificación penal en el que el gobierno de la república islámica se ampara para iniciar las causas.
Si bien el uso del hiyab (en Irán es la prenda que utilizan las mujeres para cubrir su cuerpo parcial o totalmente ya sea pañuelo, chador, niqab o burka) es obligatorio para la vida pública en la vestimenta de la mujer desde la Revolución Islámica de 1979, el Corán en ningún momento menciona que las mujeres deban cubrirse el cabello.
On this #WhiteWednesdays, Iranian women are delivering leaflets to ask people to mobilise with them.
Recently, 3 activists of #WhiteWednesdays have been sentenced to a total of 55 years for saying no to compulsory hijab.
But the spirit of civil disobedience is alive in Iran. pic.twitter.com/UIXtC8KiQK
— Masih Alinejad 🏳️ (@AlinejadMasih) August 21, 2019