Más de medio centenar de taxistas de Ibiza han realizado esta mañana un recorrido por Vila para protestar contra los descansos obligatorios durante la temporada turística que el Ayuntamiento ha aprobado a través de un decreto. El recorrido ha comenzado a las 10.30 horas en la avenida Vuit d’Agost y ha continuado hasta el centro de la ciudad. En la avenida España, los taxistas han estado tocando sus cláxones sobre las 12.00 horas, causando un atasco y captando la mirada de los transeúntes.
Para mañana hay previsto un parón laboral de 24 horas contra este decreto de libranzas.
El Ayuntamiento estableció a principios de noviembre que el turno máximo de conducción por cada conductor, bien sea titular de la licencia o asalariado, será de 8 horas, con 12 horas de descanso entre turnos y como mínimo un día libre a la semana. Sin embargo, la asociación de taxistas Élite Corsaris d’Eivissa, que mantuvo encuentros con el concejal de Movilidad, Aitor Morrás, se posicionó totalmente en contra, precisamente por las pérdidas que, según ellos, supondría esta nueva normativa para sus bolsillos en la temporada de verano, que es cuando más oportunidades tienen de ofrecer servicios.
Mariano Torres es uno de los taxistas que ha querido estar presente en la protesta de hoy. «No se entiende que el Ayuntamiento quiera que libremos 24 días en pleno verano, cuando tenemos que dar más servicio a los clientes y cuando nosotros dejaríamos de ganar unas cantidades importantes», ha expresado Torres, que lleva 30 años ejerciendo este oficio.
Imágenes de la protesta a su paso por las avenidas España e Isidor Macabich.
En esta línea, la asociación mencionada ya auguró en su momento que la nueva normativa «puede generar un efecto llamada a los taxistas pirata». «Se hará daño a centenares de familias de Ibiza que viven gracias a la temporada de verano», lamentan.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de la Ciudad de Ibiza, Alejandro Cardell, ha criticado que el decreto les impide trabajar “casi un mes”, ya que deben parar el vehículo 24 de los 180 días de temporada. “El concejal esgrime que es por la seguridad del servicio, pero si miras los datos, los taxis no tienen siniestralidad”, ha defendido Cardell.
Cardell ha defendido que el Consistorio “no puede regular” a los trabajadores del taxi, y que por ello lo que hace es “cerrar lo que puede cerrar, que es el taxi”, a través de una resolución que califica de “injusta”.
El presidente de la asociación espera que con las movilizaciones previstas “la gente se pregunte qué está pasando”.
El conseller de Transportes, Javier Torres, que ha salido a la puerta del Consell de Eivissa durante el paso de la protesta por la sede de la institución, ha señalado que entienden “la motivación de Vila” de querer mirar porque “los trabajadores no hagan jornadas excesivas”, algo que al final “se traslada a la calidad del servicio y de la seguridad vial”. Sin embargo, también ha dicho que para eso está “Inspección Laboral del Govern balear”.
“Esperemos que se pueda solventar negociando cuanto antes”, ha indicado el conseller, de Ciudadanos.
Precisamente por todos estos motivos, para mañana, martes 14 de diciembre, hay convocado un parón laboral del sector del taxi. En este sentido, el concejal de Movilidad ha asegurado que esta movilización «no es una huelga, sino un cierre patronal». «Es legítimo, pero muy diferente, los empresarios del taxi están contra una medida que pretende ofrecer más seguridad y calidad a los usuarios del taxi, asegurando que los conductores libren, al menos, un día a la semana», ha añadido Aitor Morrás, edil de Podemos.
Hoy ha comenzado una semana entera de protestas. Así, mañana (además del parón) habrá una concentración frente a las oficinas municipales ubicadas en el edificio Cetis. El jueves se llevará a cabo otra en el paseo de Vara de Rey para marchar a pie hasta la sede municipal del Ayuntamiento de Ibiza, en Dalt Vila, y el viernes se celebrará una nueva marcha de protesta.
Toni Escandell/EFE.
Esta medida no tiene en cuenta que en verano faltan taxis. Debería ir aparejada de un aumento del número de licencias, y aún así habría que encontrar conductores para cubrirlas, ya que sin la limitación artificial de licencias, precios ajustados y control horario el trabajar en el taxi se volvería, como es normal, en una actividad muy poco satisfactoria.
¿Por qué tanta gente se tiene que buscar un segundo trabajo, o rezar para que su empresa le dé horas extra en verano porque no hay manera de cubrir turnos y es la única manera de llegar a tener un salario que permita ciertos caprichos para el resto del año y en cambio en el taxi incluso los asalariados pueden cubrir unos horarios que no se ven en otros sectores?
Aunque es cierto que la siniestralidad es baja, también es verdad que el servicio mejoraría. Aunque quizá bastaría con mejores controles de drogas a los conductores, para poder apartar a las manzanas podridas.