El conseller de Interior de Formentera, Josep Marí, y el jefe de Bomberos, Alex Valeiras, han hecho hoy balance del incendio que ayer afectó de manera dramática a una nave de alimentos en la zona industrial de la isla.
El incendio, han recordado, se declaró ayer sobre las dos menos diez de la tarde en la zona industrial de Formentera, de modo que, por su cercanía, los bomberos llegaron muy rápidamente y comenzaron a actuar sin tregua hasta darlo por extinguido hacia las 22.30 horas de la noche.
El interior de una de las naves ha quedado completamente destrozada y varios vehículos han resultado afectados, además de la estructura de congelación que ha colapsado en el interior, ha informado Marí, a pie de nave.
Ha valorado el hecho de que no ha habido daños personales pero sí cuantiosos daños materiales. Por el momento se siguen investigando las causas del siniestro aunque por el momento es complicado ya que se tiene que asentar la enorme cantidad de agua vertida.
Valeiras, por su parte, ha dado algunos detalles de la actuación de sus efectivos: «Las labores han sido muy complicadas porque el incendio comenzó dentro de una enorme cámara frigorífica muy compartimentada. Toda la estructura cayó y no teníamos acceso al foco del incendio. Todo lo almacenado era muy inflamable», ha relatado.
La dificultad para acceder a esos compartimentos internos de la cámara ha sido tal que han tenido que abrir agujeros alrededor de la nave para poder ir tirando agua «porque no era accesible desde todos los puntos»
Aunque lo han dado por extinguido a las 22.23 horas, esta mañana todavía había focos de humo en puntos poco accesibles.
«Ayer no se podía ingresar por la debilidad de la estructura, hoy ha enfriado y ha recuperado un poco de estabilidad para trabajar desde el interior, no esperamos focos», ha descrito.
Uno de los motivos de la espectacularidad del incendio y de la imponente columna de humo ha sido el material que se almacenaba en la nave: alimentos congelados y refrigerados pero, además, envasados en plásticos y apilados en palés. «Ha sido una mezcla de plásticos, cartones, palés, alimentos… un polvorín, todo muy volátil», ha explicado el jefe de Bomberos.
«Hemos trabajando todo el turno con todos los medios disponibles, dos autobombas y seis efectivos. y se ha contralado bastante bien», ha concluido