NouDiari / Unidas Podemos considera que el Decreto Ley 9/2020, de 25 de mayo, de medidas urgentes de protección del territorio de las Islas Baleares es “un paso hacia adelante” en la protección de Baleares y que, por lo tanto, “evitará que las islas se conviertan en gigantescas urbanizaciones demandantes de accesos, de energía, de agua y de todo tipo de servicios urbanísticos básicos”.
Así lo ha defendido la diputada de Unidas Podemos, Cristina Mayor, durante el debate y votación sobre la validación o la derogación del Decreto Ley y para el que la formación ha anunciado su voto favorable aunque con su voto en contra en la tramitación como Proyecto de Ley.
“Tenemos que impedir que la construcción en rústico se propague como una mancha de aceite que todo lo invade. Es hora de empezar a hablar de una contabilidad ambiental donde en las partidas del debe y haber se introduzcan aquellas otras que tienen que ver con la pérdida o agotamiento de recursos, con la contaminación de suelos, aire y mar y con la banalización de los paisajes, con la pérdida del rico patrimonio agrario y también del cultural”, ha dicho en el Pleno celebrado este martes en el Parlament.
Por otra parte, la diputada ha insistido en que los objetivos del Decreto 9/2020 “son principalmente cuatro”.
En este sentido, ha destacado que gracias a este DL “se desclasifican los terrenos urbanizables por lo que este ‘crecimiento natural’, que a veces invitan al crecimiento poblacional sin límites, es algo sobre lo que ya tocaba decir basta”.
Además, ha insistido Mayor, “se desclasifica trabajando desde los Ayuntamientos y desde los Consells los falsos urbanos que no se han desarrollado y que, por lo tanto, no tiene ningún sentido que el planeamiento continúe vigente como tal”.
Por otra parte, la diputada ha aclarado que con este Decreto «se prohíbe la construcción en las Áreas de Prevención de Riesgos (APR) cómo son las zonas de erosión, zonas de deslizamientos, zonas de incendios, zonas de inundaciones» y se ha preguntado “qué sentido tiene construir en este tipo de terrenos”.
Asimismo, la diputada menorquina ha asegurado que con este Decreto Ley se establecen “medidas de ahorro de agua o medidas de integración paisajística y de mantenimiento de las características agroganaderas de la zona”.
Fin del modelo de consumo de territorio
Mayor, además, ha destacado que “el modelo de consumo desaforado del territorio en los últimos años ha permitido miles de grandes viviendas, con volúmenes edificados notables, con profusión de piscinas, en un medio ajeno a estas prácticas de características urbanas y que las consecuencias de las cuales ha sido la progresiva pérdida de suelo utilizable para la actividad agroganadera, perdiéndose miles de puestos de trabajo y poniendo en grave riesgo la posibilidad de trabajar en otras alternativas más acordes a este medio”.
“Esta misma ocupación descontrolada reduce la capacidad regenerativa del suelo así como que se produce una gradual pérdida de biodiversidad, elementos fundamentales del equilibrio ecosistémico», afirma.
Asimismo «estas actuaciones basadas en el rendimiento a corto plazo del capital incide negativamente en el paisaje, una de las banderas en las cuales paradójicamente se ha apoyado al sector turístico en Baleares, sin entender que el paisaje no es una imagen, una fotografía con un encuadre afortunado sino la plasmación física de la interrelación entre el medio abiótico, y biótico y el antrópico que tiene que ser muy estudiado para comprenderlo y permitir su lenta evolución sin cambios bruscos que lo desnaturalizan”, ha añadido.
«Nos hubiera gustado no dejar fuera a la isla de Ibiza»
Por ello, ha insistido Mayor, “tenemos que seguir trabajando en la protección del territorio en las Islas Baleares” y es por eso, ha dicho “que nos hubiera gustado no dejar fuera la isla de Ibiza en las previsiones del Capítulo III, tal como se refleja en la Disposición adicional única”.
“Creemos que desligar una isla de las obligaciones conjuntas no ayuda a la cohesión territorial y abre la puerta, en cambio, a futuras excepcionalidades que en materia de territorio habría que evitar cueste el que cueste».
“Creemos que el suelo rústico no tiene que ser edificable. Conservar sus características agrarias y paisajísticas mantiene sus posibilidades económicas tradicionales pero también las abre a otros sectores que pueden ser complementarios entre los cuales se incluye el turismo. En términos de ocupación, un territorio abierto a nuevos planteamientos, nuevos proyectos en el mundo agrario que pueden servir de atracción a aquellas personas que en el medio urbano no encuentran una oportunidad laboral”, ha apuntado.