Joan Miquel Perpinyà / Hoy mismo se cumplen dos meses de la detención por parte de la Guardia Civil del presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, Joan Gual de Torrella, y otros cuatro directivos del ente que gestiona los puertos de interés general de Balears (Ibiza, la Savina, Mahón, Alcudia y Palma), en el marco de una operación de la Fiscalía Anticorrupción supervisada por el juzgado de Instrucción número tres de Palma.
Poco sabemos de lo que se investiga concretamente, pero sabemos que el procedimiento de concurrencia de proyectos para adjudicar las instalaciones del puerto de Vila que lleva gestionando 95 años el Club Náutico Ibiza, está bajo la lupa de los investigadores. Tan preciado recinto portuario se lo disputan el CN Ibiza y el ignoto Club Deportivo Básico Doce Millas.
Por dos veces la APB resolvió su adjudicación a la casi centenaria entidad ibicenca y por dos veces el Tribunal Superior de Justicia rechazó tal concesión. Así pues, el futuro del CN Ibiza es absolutamente incierto y aunque nadie quiera reconocerlo (ni mencionarlo siquiera), Doce Millas se ha revelado como un más que potente competidor, al menos en el plano jurídico.
Hasta ahora ha ganado en los tribunales cada pulso que ha echado tanto al CN Ibiza como a la APB, hasta el punto de haber logrado que Juan Gual de Torrella haya sido desalojado de la presidencia del ente, con la inestimable ayuda de Més per Mallorca y Podemos.
Hasta ahora ha ganado en los tribunales cada pulso que ha echado tanto al CN Ibiza como a la APB, hasta el punto de haber logrado que Juan Gual de Torrella haya sido desalojado de la presidencia del ente, con la inestimable ayuda de Més per Mallorca y Podemos.
De Més per Mallorca nada diremos, porque es un partido mallorquín sin sucursal en Ibiza. Tienen a sus amigos de Ara Eivissa o Guanyem (ya no sabe uno cómo se llaman realmente) pero como fueron desalojados del poder muy merecidamente en las últimas elecciones municipales y no tienen representación ni en Vila ni en el Consell d’Eivissa, los obviaremos. Pero no sería justo hacer lo mismo con Podemos, que exigió la cabeza de Gual de Torrella aún sin conocer los cargos que pesan sobre él ni de qué se le investiga.
Podemos exigió la cabeza de Gual de Torrella aún sin conocer los cargos que pesan sobre él ni de qué se le investiga.
El artífice de la remodelación del puerto de Ibiza y de su apertura a la ciudadanía fue defenestrado gracias a Podemos, para regocijo de los enemigos del CN Ibiza, poderosos empresarios y catedráticos de derecho administrativo que quieren reducir a escombros la histórica entidad deportiva (literalmente) para forrarse con la gestión de los amarres tras la multimillonaria reforma (más de 11 millones costará) que ejecutarán constructoras de fuera.
Porque que nadie se engañe, lo único que persigue Doce Millas es hacer la obra. De hecho, si CN Ibiza quiere, Doce Millas desistirá del concurso y de todas las actuaciones legales a él ligadas. Pero no será gratis, naturalmente. Sólo faltaría.
Por de pronto, haría bien la Junta Directiva del CN Ibiza en prohibir la entrada al club de los dirigentes ibicencos de Podemos, por haber puesto en gravísimo peligro su propia supervivencia. Creo que Doce Millas les regalará un carné VIP. Y un amarre, si lo quieren. La próxima vez que a los morados se les ocurra irse a hacer una foto con los usuarios de “Un mar de possibilitats”, deberían acabar en el agua. Se lo han ganado.