El alcalde de Ibiza, Rafael Triguero (Ibiza, 1981), lleva la cuenta, no solo de los meses, sino de los días desde que fue proclamado alcalde y también de los días de trabajo que le quedan por delante hasta 2027. Cada día reclama a sus concejales reportes de todas las gestiones que hacen y lleva una agenda milimetrada. En junio se cumplirá un año de su mandato y en mayo 12 meses de una victoria electoral holgadísima, que ni él ni su equipo imaginaban. Durante la conversación trasciende que llevó a cabo un largo trabajo previo a las elecciones, confeccionando equipo y preparándose para el reto. No puede evitar emocionarse al responder qué es lo que peor lleva de ser alcalde: las horas que le resta a su familia. Con la excusa de los primeros 5 años de capitalidad de Ibiza, los 25 años de Patrimonio de la Humanidad o el final de las obras del Parador de Ibiza, Triguero recorre algunos de los temas que centran la atención de Vila.
—Se cumplen cinco años de la declaración de capitalidad de la ciudad de Ibiza. En el aniversario han anunciado algunas inversiones, como la remodelación de Can Ventosa o la creación de una pasarela entre ses Figueretes y Platja d’en Bossa con financiación conjunta con Consell y Govern. ¿Todos estos proyectos estarán finalizados antes de que termine la legislatura, en mayo de 2027?
—Correcto. Nuestro objetivo es ampliar en dos plantas el espacio cultural de Can Ventosa para aumentar el espacio del Patronato de Música y los servicios que allí se desarrollan. La mayoría de alumnos y de usuarios son ciudadanos de otros municipios —a los que estamos enormemente orgullosos de acoger— y es por ello que el proyecto se desarrolla a través del Consell de capitalidad. Las inversiones también incluyen la remodelación de Pere Francés, un tanque de tormentas necesario en el barrio de Platja d’en Bossa o el paseo marítimo desmontable con una pasarela que irá por todo el litoral desde el final del Paseo de Ses Figueretes hasta Platja d’en Bossa…
—¿Veremos próximamente esta conexión a pie entre las dos playas por la pasarela?
—Ahora ya tenemos la financiación e iniciamos todo el proceso de redacción del proyecto, ligado también a la tramitación administrativa con Costas para poder desarrollar la inversión. El primer paso ya está hecho, que era tener un anteproyecto, un estudio de viabilidad y la financiación. Hay otros muchos proyectos relacionados con la capitalidad que no se han ejecutado en mandatos anteriores y que tendremos que desarrollar.
—¿Como cuál?
—El Mini Estadi Es Putxet, detrás del colegio Can Cantó, que venía de la anterior legislatura. Lo hemos actualizado y considero que mejorado y adaptado a la realidad del deporte ibicenco. Se planteaba un proyecto de prácticamente 10 millones de euros, mientras que el nuestro es de cuatro millones de euros, con una mayor sostenibilidad económica. Buscamos solucionar el actual colapso en los estadios municipales, porque permitirá liberar horarios y ampliar servicio a todos los clubes deportivos. Nos queda, además, desarrollar el proyecto de Sa Peixateria y el Mercat Vell para que sean una realidad en este mandado 2023-2027.
—El proyecto de reforma de Sa Peixateria como centro cultural polivalente y no como mercado ha generado críticas apoyadas por parte de los vecinos y comerciantes…
—La ciudad de Ibiza está falta de espacios culturales. Can Ventosa es un ejemplo. Tenemos la obligación de ampliar el Patronato de Música y tenemos la obligación de dotar a la ciudad de un amplio espacio donde se pueda desarrollar y divulgar la cultura de nuestra ciudad, en la ciudad. Teniendo en cuenta todas las reclamaciones y las propuestas que nos han hecho llegar los vecinos, estamos haciendo esfuerzos y contactando con todas las cadenas de supermercados para que abran en el barrio… y seguimos trabajando en ello. Sa Peixateria, sin lugar a dudas, es una apuesta para revitalizar y dinamizar el barrio y la ciudad.
—¿La ampliación de Can Ventosa supone que se abandona por completo el proyecto del anterior equipo de gobierno de crear la Casa de la Música?
—En absoluto, no está descartado. Mientras resolvemos unas cuestiones urbanísticas para poder licitar la obra de Can Ventosa, seguimos trabajando en buscar futuros emplazamientos para la Casa de la Música y adaptar el proyecto que nos encontramos. Si nos queremos posicionar como una ciudad cultural, un espacio como la Casa de la Música es necesario.
—¿Considera viable el objetivo de que, dentro de esta legislatura, los barrios de la Marina, Dalt Vila y Sa Penya recuperen vida en invierno? Todos los intentos que se han hecho no han fructificado y prácticamente todo cierra en temporada baja.
—Sin lugar a dudas. Ya en los meses previos a la campaña electoral anunciamos que debían ser declarados barrios estratégicos y seguimos trabajando en esta cuestión. Paralelamente y mientras se trabaja en estos objetivos, les estamos dando una vida y dinamización con la que no han contado hasta el momento. Hemos ofertado visitas teatralizadas a Dalt Vila y nos hemos encontrado con ciudadanos de nuestro municipio que, incluso teniendo una Feria Medieval en este barrio, no conocían muchas calles del recinto amurallado.
—El Consell de Ibiza aportará 1,5 millones para la segunda fase de la reforma de la avenida de España, también de acuerdo al Convenio de la Ley de Capitalidad de 2023. ¿Se va a hacer la reforma en 2024?
—No anunciaremos proyectos hasta que no conozcamos la viabilidad y tengamos el proyecto definitivo y la financiación. Somos conscientes del enfrentamiento y confrontación que ha habido con vecinos y comerciantes en la gestión que se ha realizado en inversión pública en los últimos mandatos. Por tanto, nuestra intención es tenerlos informados cuando los proyectos sean ya ejecutables. Nuestros vecinos están cansados de muchos anuncios que se han producido en los últimos años. Nosotros queremos vender realidades.
—Pero, ¿en qué punto está esta reforma?
—Estamos a punto de adjudicar la redacción del proyecto y tenemos la financiación. La remodelación se hará por fases, de una manera muy estructurada e irá ligada a la remodelación de la avenida E-10 para que tenga la menor afectación para las personas que tienen que circular con estas vías, además de vecinos y comerciantes.
—No lo ha mencionado pero, veladamente, lo ha sugerido: ¿quieren hacer una reforma que no tenga nada que ver con cómo se gestionó la de la avenida Isidor Macabich?
—El ejemplo ha sido Pere Francés. Fue una obra que nos encontramos adjudicada y que en pocas semanas fuimos capaces de reestructurar y reorientar para que generara las menores molestias a vecinos, comerciantes o personas que visitan el barrio. Se hizo por fases. Les hemos dado soluciones para que pudieran aparcar en otras ubicaciones y a los comerciantes les hemos proporcionado campañas específicas de dinamización comercial. Nuestro objetivo es que tenga los menores perjuicios para todos. La filosofía y la forma de hacer las cosas ha cambiado, conociendo los antecedentes.
—A menudo en Ibiza se nota una dicotomía entre la atención que recibe el centro y la zona patrimonial, por un lado, y los barrios periféricos, por otro. ¿Cómo se va a actuar en estos barrios?
—Nuestra ciudad tiene que tener la misma vida en todos los barrios y todos los barrios se tienen que sentir partícipes de la ciudad. Nuestros barrios son el alma de la ciudad y nuestro objetivo es que cada uno tenga su gran centro social polivalente, en los que los mayores puedan tener la misma vida pueden tener el Esplai de personas mayores de Can Ventosa o en el Hogar Ibiza. Que sean un punto de encuentro para todos los vecinos. En los presupuestos municipales ya tenemos la remodelación del Centro social de Cas Serres y del Centro social de Platja d’en Bossa. Además, hemos mejorado las instalaciones deportivas de los barrios de Cas Serres y San Pablo.
—Los problemas de delincuencia en zonas como la plaza del Parque han saltado a los medios por las actuaciones de la Policía Nacional de Ibiza y, aunque no esté relacionado, también hay presencia constante de personas en la indigencia. ¿Qué se puede hacer?
—La gran mayoría de las personas a las que te refieres son conocidas por Servicios Sociales municipales y quieren vivir en esas condiciones. Se les ha ofrecido asistencia, se les ha facilitado poder acogerse a los servicios del centro de baja exigencia… y renuncian. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando y reorientarlos para que generen los menos problemas posibles. Por parte de Policía Local, Servicios Sociales y la concesionaria de limpieza trabajamos semanalmente para minimizar ese impacto y ofrecerles servicios. En varios casos hemos sido capaces de reorientar a estas personas, darles los servicios que el Ayuntamiento de Ibiza presta y que muchos de ellos desconocían. Si quieren vivir en estas circunstancias, que sea con las mejores atenciones para que sea de manera digna.
—El Govern balear ha decidido no aplicar la Ley estatal por el derecho a la vivienda que permite limitar el precio de los alquileres. Aunque la vivienda no sea una competencia directa de un alcalde, ¿cuál es la solución entonces a este tremendo problema?
—Como alcalde recibo diariamente mensajes, visitas e incluso me paran por la calle ciudadanos que me exponen el drama social que tienen en materia de vivienda. No podemos estar de brazos cruzados. Hemos sido uno de los primeros municipios de Baleares que han adoptado el Decreto de desarrollo de vivienda, de modo que se pueden reconvertir en vivienda bajos comerciales y también entresuelos de la zona del Eixample que eran locales comerciales. Además de esto, en una acción coordinada con el área de Intrusismo y el Área de Turismo del Consell y Policía Local, vamos a perseguir los centenares de pisos que se están comercializando turísticamente. El objetivo no solo es sancionar sino sensibilizar a las personas para que ofrezcan alquileres para todo el año. Según los datos actualizados de marzo, hay 945 unidades familiares demandantes de vivienda en régimen de alquiler o compraventa, lo que son nada menos que 1.832 personas, inscritas en el Ibavi. Hay que darles una respuesta.
—¿Las perspectivas en lo que se refiere a viviendas de protección oficial pueden dar respuesta a una demanda tan alta?
—Las 532 viviendas de Ca n’Escandell, las de Isidor Macabich, lo que se pueda hacer en Dalt Vila y Sa Penya… y habrá futuras actuaciones, conjuntamente con el Govern balear, para facilitar más suelo público, cediendo solares que estaban destinados equipamientos y que se podrán destinar a desarrollo de vivienda pública. Con competencias o sin ellas, hay que dar una respuesta al drama social que viven todas estas familias. Como administración más cercana, tenemos una responsabilidad. Además y pesar de pintar poco o nada, el Ayuntamiento impulsa y lidera el protocolo del que se venía hablando de viviendas para la Policía Nacional. Si conseguimos desarrollar esta actuación —en la que tienen competencias el Ministerio, el Govern y también se ha implicado el Consell— las 12 viviendas que tenemos ahora en Sa Penya para Policía Nacional podrán destinarse a otros vecinos.
—Mientras Ibiza se ahoga en un problema habitacional gravísimo, en Dalt Vila tenemos el mega proyecto del Parador Nacional, todavía en obras y con un retraso que es incalificable, por no hablar de unas grúas que llevan años instaladas y del presupuesto que ha supuesto todo esto. ¿Qué opinión le merece la gestión de este proyecto? [La entrevista se hizo antes de la visita de la Secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo al Parador, el jueves]
—El 5 de marzo pasado se cumplieron 15 años de la primera piedra del Parador de Ibiza. Hemos estado 13 años con dos grúas y, hasta el día de hoy, seguimos con una grúa. Esperamos que a principios del mes de mayo esa grúa se retire, al fin, porque las obras acabarán el 30 de abril, según lo anunciado. Dicho esto, por nuestra parte, ha habido colaboración total y transparencia con la Secretaria de Estado de Turismo y el director general de Turespaña. A partir del final de la obra se iniciarán las inversiones necesarias de mobiliario, decoración y demás… Si yo pudiera decidir el día de la inauguración, por la simbología que tiene y porque sería un tremendo orgullo, pondría la fecha del 4 de diciembre de 2024, coincidiendo con el 25 aniversario de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad [así se lo transmitió a Morillo el jueves]. Sería la excusa perfecta para visitar Dalt Vila ese día. Ese Parador será el de todos los ibicencos e ibicencas. Va a suponer un punto más para que los vecinos y visitantes puedan subir a Dalt Vila, que será más accesible, al haber un ascensor público que permitirá subir a la Almudaina.
—¿Sabe qué presupuesto total ha tenido este Parador, los millones que ha costado con este enorme retraso o el coste que supone en dinero público cada día de alquiler de una grúa?
—No te quiero dar cifras porque no sé si son exactas [la secretaria de Estado habló el jueves de 27 millones de euros]. Es una obra que ha sufrido un retraso considerable pero una obra que, ya desarrollada, tiene que tener su fin. Un Parador de estas características lo podrán aprovechar los ibicencos también. Tiene una simbología especial y nos va a hacer ganar accesibilidad. Además, este Parador nos pone en el circuito de Paradores Nacionales, con todo lo que supone a nivel nacional e internacional. Trabajamos intensamente para que la ciudad de Ibiza pueda tener su espacio dentro de este recinto. Toda la actividad cultural que queremos que se desarrolle en Ibiza en los próximos años queremos que también tenga su espacio en este Parador de Ibiza.
—Ibiza es una ciudad que cada vez tiene más oferta de turismo de lujo, como dos restaurantes con Estrella Michelin, el puerto de megayates y varios hoteles de cinco estrellas. El lujo, hace 20 años, no tenía apenas presencia en la ciudad.
—Los próximos días entregaremos los Premios Gastronómicos de la ciudad. Probablemente la ciudad de Ibiza, e Ibiza en su conjunto, sea el mejor lugar del mundo para comer. Tener dos Estrellas Michelin nos ha servido para posicionarnos en el mapa dentro de ese fenómeno, pero nosotros queremos poner en valor todos esos lugares totalmente desconocidos pero que tienen un valor tremendo con su cocina tradicional. Soy un enamorado del bar Nou, el Astro, el bar Zeta, Can Bufí, el Magic, Kenene… por citar algunos que ofrecen una variedad de platos y precios asequibles. Esa amplia oferta tiene un valor tremendo.
—Muchas personas dicen que ya no reconocen el centro de la ciudad porque han ido cerrando negocios de toda la vida, por jubilaciones, costes… y que eso hace que se pierda identidad, ese sabor…
—…la esencia, y es lo que queremos recuperar y acentuar: la esencia de los bares, tabernas, cafeterías… vamos a desarrollar medidas para devolver la vida a los barrios. En el puerto hay dos establecimientos que han sido capaces de estar abiertos, a coste y ventura suya, uno 11 meses y, el otro, doce meses. El bar la Estrella y s’Oli Port. Pero, por parte del Ayuntamiento nos encontramos con dificultades para bonificarles y reconocerles ese tremendo esfuerzo que hacen. Así que vamos a premiar a todas las personas que abren diez meses y medio o más, reduciendo las tasas de ocupación de vía pública y penalizando a los establecimientos que abren menos meses. Nos hemos encontrado con un caso de un bar que abre solo cuatro meses en el puerto. Nuestro objetivo es tener un comercio y una restauración abiertos y hay que reconocer el tremendo esfuerzo que hacen para mantener vivos nuestros barrios. Dentro de la simplificación administrativa en la que trabajamos, vamos a actualizar las tasas y reconocer el esfuerzo que están realizando.
—Los modelos de ciudad más aplaudidos internacionalmente son aquellos que apuestan por la peatonalización, pero Ibiza ha dado un paso atrás al reabrir al tráfico La Marina.
—No lo comparto. Ibiza sí está dando el paso. No es lógico que establecimientos de puerto se vieran obligados a cerrar por la falta de clientes, por eso acordamos con Autoridad Portuaria abrir al público en invierno las 75 plazas de aparcamiento en rotación. Paralelamente, para ese futuro de peatonalización, tenemos que solventar el problema de la falta de aparcamiento. Estamos mejorando los aparcamientos disuasorios. El año pasado instauramos la línea de autobús L50B que, de forma gratuita, sale del estadio municipal de Can Misses, recorre los aparcamientos disuasorios y vuelta. Para conseguir el objetivo final, que es una ciudad más amable, peatonal, donde haya una movilidad accesible y fluida, tenemos que crear 2.000 plazas de aparcamiento. Estamos trabajando en conseguirlo. En el nuevo proyecto del Nou Mercat Ciutat d’Eivissa se habilitarán, aproximadamente, 270 plazas de aparcamiento y estamos trabajando en implementar la zona azul y verde para que haya más rotación. Estamos a punto de adjudicar la asistencia técnica y el proyecto del futuro aparcamiento subterráneo con 800 plazas en el bulevar Abel Matutes, anexo a Sa Real, un vial que generará que los vehículos no tengan que entrar en el centro… A partir de ahí, desarrollaremos la transformación peatonal que necesita el centro de la ciudad. El eje de esa transformación será el Nou Mercat Ciutat d’Eivissa. Una vez desarrollado, ganaremos un gran pulmón verde en el centro, con un nuevo Eixample peatonal y, a partir de ahí, hasta el paseo de Vara de Rey.
—Hace un año, en campaña electoral, señalaban los problemas claves que preocupaban a los ciudadanos de Ibiza: limpieza, aparcamientos y movilidad, seguridad, vivienda y transporte público. ¿Qué se ha avanzado?
—Esos problemas siguen en boca de los ciudadanos pero se ha invertido el orden. Nuestro proyecto de ciudad es llegar a la meta en 2027 y que se hayan podido solventar estos problemas. En la cuestión de limpieza ha habido cambios. La iniciativa municipal tiene parte de responsabilidad, pero este partido lo jugamos todos: con la concienciación de los vecinos, con la concienciación de los turistas que nos visitan. Diez agentes cívicos comenzarán a rodar por las calles, mientras seguimos con la concienciación en redes sociales y medios de comunicación sobre el cumplimiento de ordenanzas.
—Ya no queda tanto para que se cumpla un año de las elecciones y de su primer año como alcalde. ¿Qué balance personal hace? ¿Qué es lo que más ha sufrido y lo que más ha disfrutado estos meses?
—[Se hace un silencio] ¿Balance personal? Llevamos nueve meses muy intensos desde ese 28 de mayo a las 21.15 horas, cuando ya tuvimos los primeros datos… no asimilábamos la responsabilidad que se nos venía encima… y es que [se emociona]. Ha sido duro, gratificante y con una enorme responsabilidad. Cuando me hacen esta pregunta…Cuando me hacen esta pregunta me acuerdo de los míos, de mis hijos, de mi mujer, que son los que lo pagan… [sigue emocionado].
«Mi despacho no está aquí, mi despacho está en la calle»
Rafael Triguero
—¿Y lo que más disfruta?
—Lo que me llevo cada día: poder solventar esos pequeños problemas que me trasladan los vecinos, poder dar respuesta, atenderles, poder escucharles. Mi despacho no está aquí [Can Botino], mi despacho está en la calle, las 24 horas. Quiero ser un alcalde que se encuentra con los vecinos y les escucha. Diariamente a los 14 regidores les traslado reclamaciones y me tienen que pasar reportes de asistencia y solución. Estoy enormemente agradecido y orgulloso de la capacidad de trabajo y sacrificio que tienen cada uno de ellos. El equipo de comunicación también sufre el nivel de exigencia, pero aquí veníamos a mejorar las cosas, a dar soluciones y a no generar problemas. Tenemos que devolver resultados a las 7.448 personas que nos votaron y a todas las personas que no lo hicieron. Un gobierno de mayoría absoluta no es un cheque en blanco. Quiero que nuestro paso por el equipo de gobierno sea para una ciudad más cosmopolita y habitable, donde el drama de la vivienda se haya minimizado y donde la asistencia social sea una realidad. Una ciudad más inclusiva, más verde y capaz de haber desarrollado la transición energética responsable que necesitamos todas las ciudades ante este inminente cambio climático.
—¿Se ve a ocho años vista como alcalde?
—Mi compromiso es de cuatro años, hasta mayo de 2027. Dentro de ese horizonte haremos el balance para reflexionar sobre el futuro.
—¿Sentía una mayor responsabilidad por el hecho de que el último equipo de gobierno del PP en Vila pasó por profundas crisis?
—No. Tenía claro que si volvía era para jugar con los mejores y para ello he contado con el apoyo de Vicente Marí Bosó, de Vicent Marí, de Lourdes Cardona… Conocía bien los problemas de la ciudad y tenía muy claros los perfiles que buscaba para esas áreas. Pocas personas dijeron que no cuando les plantee el reto.
—Pero fue una clara ruptura con el pasado con nombres nuevos…
—Sí, son personas cercanas que yo conocía perfectamente. No podría haber encontrado perfiles mejores
—¿Qué relación tiene con la oposición?
—Muy buena. En este ayuntamiento suceden cosas que no son habituales, como mociones que presenta Vox que son aprobadas por Podemos o por PSOE. Si se plantean cuestiones que son de sentido común, las respaldamos todos. Tengo una relación extraordinaria.
—Además del 5º aniversario de la capitalidad, Ibiza celebra los 25 años de la declaración de la ciudad amurallada como Patrimonio de la Humanidad y el pleno del Consell ha aprobado por unanimidad conceder la Medalla de Oro de la institución al Ayuntamiento por el todo el trabajo que se llevó a cabo para lograrlo. ¿Cree que se ha invertido lo suficiente? ¿Han estado las instituciones a la altura?
—Este próximo lunes 8 de abril se celebran los primeros cinco años de capitalidad de Ibiza y, por ese motivo, en esta misma sala [la entrevista es en la Sala Capitular del antiguo ayuntamiento en Dalt Vila] he convocado a todos los ex alcaldes y ex alcaldesas de la ciudad para hacer un balance de estos cinco años: de lo que representa la capitalidad y también de estos 25 años de la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad. Sin duda alguna ha habido inversión, alrededor de 36 millones de euros. La semana pasada el Consorcio Patrimonio acordó que cada una tres de las instituciones de la Junta Rectora del Patronato: Ayuntamiento, Consell y Govern, aporten dos millones. En total, seis millones de euros para seguir invirtiendo en nuestros barrios históricos y en el recinto amurallado.
Respecto a la Medalla de Oro, es un orgullo y un reconocimiento para todas esas personas que trabajaron intensamente para alcanzar, aquel 4 de diciembre del 1999 en Marrakech, esa declaración que nos ha posicionado en el mapa internacional. Estamos muy agradecidos al Consell.
«El Parador de todos los ibicencos e ibicencas» a mi me recuerda a cuando el Ibiza subió a segunda y se dijo que todos los ibicencos se iban a beneficiar, y el Pitiús perdió la pista de atletismo porque supongo que no son ibicencos e ibicencas.
Parador es una empresa que no suele dar beneficios, con lo que a los ibicencos e ibicencas les cuesta dinero incluso aunque no pasen por la puerta de sus lujosas instalaciones. Preferiría que no fuera el Parador de todos los ibicencos e ibicencas, y que fuera el de alguien que no meta la mano en el bolsillo a quienes no quieren tener nada que ver.
Tratar de beneficiar fiscalmente a quienes están toda la temporada me parece una gran idea, y no demasiado arbitraria ya que no deberían pagar lo mismo quienes abren todo el año que los que abren solo cuando los servicios públicos se encuentran con un gran sobre esfuerzo: como ejemplo de lo que quiero decir, el precio de una tasa de basuras para julio y agosto (cuando la mierda rebosa) debería ser más cara que en diciembre y enero.
Mucho.bla.bla.bla.y la casa por limpiar
Como ibicenco y residente en Ibiza no me siento satisfecho, ya no por tema del precio de la vivienda porque parece un tema imposible ya, sino que al mes que nos encontramos se ha notado un incremento en la gente extranjera creando colas infinitas a las entradas de Ibiza siendo como siempre los residentes los más afectados.
Se lleva hablando 2 años de regular la entrada de vehículos e incluso la de limitar el alquiler de coches de rent a car pero si empieza así Abril no quiero saber cómo será la temporada alta, demostrando que se habla mucho y se hace poco por los que vivimos en la isla todo el año.
Punto y a parte, muchos ibicencos y residentes con los que he hablado, no nos parece justo que tengamos que pagar el mismo precio que un extranjero en el parking de las salinas cuando en Formentera no es así y esto podría ser otro ejemplo de lo poco que importamos en cuanto llega el verano y los ricos.
Sr alcalde, las traseras de sa Peixateria tambien forman parte del centro de ibiza. Además, la calle Alfonso XII era una de las calles más emblemáticas y fotografiadas del casco viejo por su singularidad y ubicación al pie de la muralla. Ahora han cambiado el proyecto sin más y lo que habíamos visto dibujado en los planos expuestos ya no vale.
Le pregunto, ha pasado usted por ahí últimamente? Ha visto usted lo que se construye/destruye en esa calle en nombre de la conversión de Sa Peixateria a centro cultural que cientos de firmas le han dicho que no queremos?
Sa Penya, aunque deteriorada por abandono, es un barrio bastante más antiguo que el de la Marina en sí, por tanto forma parte importante del Patrimonio que enriquece la ciudad. Esta calle no se merece que la releguen a ser las traseras de un edificio de los años ochenta que ni tan siquiera se sabe bien lo que va a albergar. Cambiar las jardineras que la embellecían por un mastodonte de hormigón que casi no permite circular por la misma para ganar unos centímetros de altura en el interior para hacer un escenario, no tiene ningún sentido.
La calle estaba mucho antes en el tiempo y además de lo que se trataba es de integrar el barrio, no de devaluarlo. Por favor, vaya a verlo.
Se supone que esa calle iba a quedar con amplio acceso y toda la calle a nivel con las estancias bajo tierra, eso mejoraba el entorno y se quitaban las jardineras que se llenaban de basura y jeringuillas.
Ahora se ve una especie de ampliación del edificio por detrás que llega totalmente al centro de la calle y hay que esquivar si se quiere pasear por ella.No parece algo muy respetuoso con el conservacionismo del patrimonio histórico. Esa zona siempre se consideró de segunda a pesar de ser lo más fotografiado y pintado de ibiza. Seguro que eso no lo harían en Vara de rey.
Pues si Leolo.
Más sensibles fueron quienes lo diseñaron el los años ochenta que pensaron en dejar una calle amplia, con el paso libre, y proporcionada tanto visual como físicamente con el entorno.
Lo peor de todo es que lo que se está haciendo perdurará en el tiempo con todo ese hormigón si se llega a consumar, mala solución tendrá después si alguien quisiera reparar el daño. Además, que pasará si un día tiene que pasar por esa calle un camión de bomberos o ambulancia, por ejemplo, o incluso para reformar algún edificio.
Pues he pasado por allí y si que da pena estropear así esa calle. Además con toda la gente que se acumula por ahí en las noches de verano mejor que no haya que salir corriendo algún día. Mal pensado esta eso, luego vendrán las lamentaciones como siempre.
Si el centro de Ibiza va a ser peatonal, ¿por qué se proyectan parkings en el centro de Ibiza?