@Vicent Torres / La condena de tres años y cuatro meses de prisión a Marcos Martínez Beltrán, que arrolló mortalmente a Dani Viñals el 29 de abril de 2017, ha sido un auténtico mazazo para la familia del ciclista ibicenco, visiblemente abatida este viernes. «Nos ha sentado mal, muy mal. Con todo lo que le hizo a mi hijo, que es lo máximo que se le puede hacer a una persona en la carretera, esta condena de tres años y cuatro meses no tiene nombre, es vergonzosa», ha declarado el padre de la víctima, Ramón Viñals.
La acusación particular mantenía la petición de siete años de cárcel, una pena que el Ministerio Fiscal ya rebajó a cinco años durante la celebración del juicio. Sin embargo, desde la familia Viñals no eran muy optimistas ante el fallo de la jueza titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa.
«Sinceramente, sí me lo esperaba. Lo que tenemos que intentar es hacer toda la presión posible desde todos los ámbitos para que se cambien las leyes. Están mal hechas. Puedes protestar y mandar muchas cartas, pero no sirve para mucho. De esta manera, una persona puede matar a alguien e ir como le dé la gana que no pasa nada», ha lamentado Viñals.
El padre del desaparecido deportista ibicenco ha asegurado que recurrirán la sentencia.
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La impresión particular, que yo tengo sobre la justicia en España, es, la de que pretende ser ecuánime tanto con victimas, como con verdugos. Naturalmente, eso, no es así en todas partes. Yo pienso que la justicia, tiene que ser ciega y ecuánime, en cuanto al juicio; es decir, los procesados, tienen que tener un juicio justo. Pero no así la pena. La pena debe de tener siempre en consideración, más a las victimas, que a los verdugos.Sino, las victimas ganan los juicios, pero no se quedan satisfechas, es decir, entienden, que no se ha hecho justicia.
Por parte de los políticos, se escucha decir cosas como: «una mayor condena, no influye en la cantidad de delitos». Lo cual, es una autentica barbaridad, pues, por esa regla de tres, no hace falta ni siquiera condenar a nadie a prisión; dado, que los delitos, se van a seguir produciendo. Lo que entienden en otras partes del mundo, es que:»quien la hace, que la pague». En esos sitios, las victimas salen de los juicios ganados diciendo: «Sí, se ha hecho justicia». Pero en España, no es así. Se dice también, que si se aplica mayor dureza no es justicia, sino venganza. Discrepo.
Y lamentablemente, todo el desgaste para cambiar las leyes, la tiene que ejercer el ciudadano, mientras sostenemos con nuestros dineros, a una clase política, miope a los problemas reales de los ciudadanos, y a sus justas reivindicaciones.