@Noudiari/ La problemática del acceso a la vivienda y los precios abusivos han sido uno de los caballos de batalla de la sociedad y las instituciones pitiusas durante todo el 2016 y el nuevo año arranca con las mismas inquietudes y problemas sin resolver, que han motivado que ahora sea la ciudadanía la que se movilice en contra de los alquileres desorbitados a través de la plataforma de recogida de firmas Change.org.
La campaña, que lleva por título ‘Stop alquileres salvajes en Ibiza: 600 € la cama’, ha recolectado ya 1.791 firmas de las 2.500 que se han marcado como objetivo para después hacer llegar al vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, un documento en el que se piden medidas contundentes y decididas por parte de las administraciones para hacer frente a esta problemática social que afecta a todos los sectores, trabajadores de temporada y residentes.
Xema Fernández de Córdoba es el impulsor de esta nueva recogida de firmas, que se une a otras iniciativas y movimientos ciudadanos como la Plataforma de Afectados por los Alquileres o el grupo PROU.
En el escrito que acompaña a la petición de recogida de firmas, Fernández de Córdona explica que lleva siete años residiendo en Ibiza y no quiere «seguir siendo testigo mudo de esta ‘salvajada’. Jóvenes, maduros y familias no pueden acceder en Ibiza a una vivienda de alquiler anual por los precios desorbitados que propietarios e intermediarios cobran en verano gracias a la falta de control sobre el pago de impuestos y a la falta de regulación de las nuevas modalidades de alojamientos turísticos».
La situación, según se explica en la web Change.org, «se ha vuelto insostenible a raíz de la aparición de los intermediarios, en muchos casos extranjeros que no residen en la isla, que alquilan varias propiedades para todo el año, propiedades que mantienen cerradas en invierno y que realquilan en verano, por días o semanas, a precios exagerados. Aunque en el contrato de arrendamiento se prohíbe expresamente a estos intermediarios realquilar la vivienda, los propietarios lo consienten a sabiendas».
Entre los ejemplos que se citan en la recogida de firmas figuran habitaciones en pisos compartidos que superan los 500 euros mensuales, una situación que «se complica en verano porque se comparten las habitaciones, de manera que se paga por cama y viene a costar unos 600 euros».
Esto ha provocado, añaden, «un efecto dominó, animando a otros propietarios que antes alquilaban sus casas todo el año, a mantenerlas cerradas en invierno y guardarlas para el verano. En sólo un mes en temporada alta pueden ganar lo de todo un año».
Diferentes plataformas de afectados calculan que en los últimos 12 meses entre el 85 y 90 % de los alquileres en la isla se han convertido en turísticos. Una consecuencia directa de esta situación ha sido el incremento del número de personas que se han visto abocadas a vivir en la calle, en coches o en asentamientos ilegales.
Por eso exije al Govern Balear, a través de su vicepresidente, «que enfrente ya de una vez este problema y en coordinación con la Agencia Tributaria, el Ayuntamiento y el Consell de Ibiza, se adopten medidas urgentes para solucionarlo».