La Policía Nacional detuvo el lunes en Ibiza, sobre las 23.30 horas y tras el uso de una pistola eléctrica o táser, a un hombre de mediana edad como presunto autor de varios delitos: malos tratos en el ámbito familiar, resistencia y desobediencia, además de atentado hacia los agentes.
Todo comenzó cuando el 091 recibió llamadas de viandantes que habían solicitado presencia policial en una calle de la ciudad de Ibiza al escuchar gritos de auxilio de una mujer, sonido de cristales rotos y golpes, que procedían del interior de una vivienda que se encontraba a pie de calle.
Una vez en el lugar, los agentes comprobaron que se trataba de una vivienda familiar, en la que se encontraba una mujer en un estado de gran nerviosismo y que les explicó que tenía miedo de la actitud violenta de su pareja sentimental.
Tras salvaguardar la integridad de la víctima y avisar a los servicios sanitarios para darle asistencia, los policías comprobaron la presencia de cristales rotos, restos de sangre y a un individuo desnudo, en actitud violenta y agresiva, que no respondía a ninguna de las peticiones de desistimiento que le realizaban los policías.
Los policías intentaron negociar con el varón quien, lejos de deponer su actitud agresiva y hostil, comenzó a arrojarles piezas de mobiliario y cristales rotos de la habitación.
Por este motivo, un agente «tuvo que hacer uso del dispositivo eléctrico para que depusiera en su actitud». Tras la descarga de la táser, el individuo acató las directrices y pudieron detenerle como presunto autor de varios delitos.
Una vez terminados todos los trámites en dependencias policiales, el detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia.