Estudiar en la edad adulta es, a menudo, una carrera de obstáculos por todo lo que implica conciliar las horas de formación con el trabajo, los hijos, el cuidado de mayores o el cansancio. Por eso muchas personas acaban abandonando a medio camino y, por eso, cada año, la dirección del CEPA Pitiüses invita a ex alumnas y alumnos de los estudios de acceso a la universidad para mayores de 25 y 45 años a reunirse con los estudiantes, aspirantes a pasar las mismas pruebas, para animarles y explicarles su experiencia personal, que siempre es muy positiva. ¿Dura? También, pero con frutos que incluso les llevan a querer seguir estudiando y formándose. Tal y como explica la jefa de estudios del CEPA Pitiüses, Marián Suárez: «Estudiar les empodera, porque muchos entran por la puerta con muchas dudas e inseguridades y acaban confiando en ellos mismos al comprobar que sí, que pueden hacerlo».

Esa historia de empoderamiento y retos superados es la de Remedios, Matteo, Francisco y Valentina, que esta semana han vuelto a las aulas donde se formaron para contar, con sinceridad y cercanía, cómo fue su proceso hasta aprobar el acceso a la universidad y retomar los estudios siendo ya adultos. Lo hicieron en forma de charla distendida, arropados, además, por las profesoras Anna Tur, Teresa Navarro y la ya mencionada Marián Suárez, que forman parte del equipo que se implica en acompañar a estos alumnos y alumnas hacia la meta final, mucho más allá de la mera labor docente.

Remedios Martínez Vico acudió al CEPA Pitiüses para prepararse para las pruebas de acceso después de toda una vida (más de 30 años) trabajando en hostelería, con los 50 cumplidos y algunos problemas de salud a sus espaldas. Eso no le ha impedido no solo acceder a estudios sino incluso sacar notazas y ser distinguida por su excelencia académica. Quiso estudiar en la universidad Dirección Hotelera pero como no podía hacerlo de manera presencial descubrió que en el IES Isidor Macabich podía cursar un grado de Técnico Superior en Agencias de Viajes y Gestión de Eventos. No lo tenía muy claro pero, al final, no solo ha sido todo un acierto sino que ha podido ir de Erasmus a Praga, una experiencia que recomienda «a todo el mundo».
«Yo no me esperaba, a mi edad, sacar excelencia académica y menos todavía trabajando y estudiando a la vez, lo que me resultó muy complicado. Pasaba unos nervios grandísimos cuando iba a hacer un examen y pensaba para mí misma: ¿qué necesidad tengo yo de pasar estos nervios?», relató entre las risas de todos los presentes. Pero lo cierto es que está «contentísima» de haber dado el paso, e incluso ahora la han invitado a volver al instituto para dar una charla a los que se van este año de Erasmus. Eso sí, advirtió de que en Praga los horarios laborales son de turnos de 12 horas: «Prefiero España para trabajar», dijo, rotunda.

«Yo aconsejo a todo el mundo que haga la prueba de acceso, que estudien… yo no sé si en un futuro, quién sabe, a lo mejor me da por estudiar algo más», admitió sobre el el placer que proporciona estudiar. «Estudiando y con todo lo que se repasa aquí lo podéis sacar de sobra», destacó sobre la prueba de acceso universitaria.
Paco (Francisco) Costa explicó su experiencia tras superar las pruebas de acceso acudiendo, como una hormiguita, a clase cada día, sin faltar ni una sola vez, y poniendo mucho sacrificio sobre la mesa.
«Empecé con un montón de incertidumbre, con muchísimas inseguridades, pensando que realmente no iba a poder. Lo que más me costó fue pasar la puerta… imagino que como a vosotros el año pasado», reflexionó con sinceridad dirigiéndose a los estudiantes.
«Una vez pasé la puerta y dejé los miedos allá atrás, todo salió. Eso sí, con esfuerzo. Yo tengo trabajo a tiempo completo y tengo dos niños pequeños, que el año pasado [cuando pasó la prueba] tenían dos y seis años. Son muchas dificultades pero es cierto que, gracias al apoyo en casa y a las profesoras y profesores que tenemos aquí, es posible aprobar el acceso para mayores de 25 años, que fue mi caso», relató.
Muchos aspirantes preguntaron por los nervios para afrontar la prueba: «Los nervios no os los va a quitar nadie, pero hay que afrontarlo sin miedo. Nervios sí, pero miedo, no«, aconsejó Francisco Costa. Y es que él mismo se vio prácticamente en blanco durante casi ocho minutos en el examen de Historia, completamente bloqueado, hasta que, poco a poco, consiguió salir de ahí y escribir: «Empecé, arranqué y fueron llegando los conceptos, las fechas…», explicó. Y aprobó… ahora está haciendo Derecho y «muy contento», aunque matiza que ha podido acogerse a lo que se llama dedicación diferenciada (por su situación laboral y personal), «en la cual te puedes coger asignaturas sueltas». «Sé que no puedo abarcarlo todo, pero lo que estoy abarcando me está saliendo. Tardaré más, pero si en algún momento tengo más tiempo y disponibilidad, haré más», remarcó.
Otro caso especialmente meritorio (todos los son) es el del italiano Matteo Mannarino que ya tiene el B2 de catalán e incluso hizo las pruebas de acceso en catalán. Con el objetivo de opositar a bombero, Mannarino tenía que homologar todos sus estudios y así encontró el CEPA Pitiüses para finalizar ESO y acceder a la universidad.

Su rutina del día a día durante sus estudios da vértigo: se levantaba a las 5 de la madrugada, estudiaba, se iba a trabajar y a las cuatro de la tarde iba al CEPA hasta las 22 horas y en casa estudiaba un poquito más. Estuvo a punto de dejarlo y por ello valora el apoyo que le brindó su pareja, que le animó a seguir. Y lo consiguió.
«No he faltado nunca a clase. Llevaba muchos años sin estudiar y realmente necesitaba esto: alguien que me dijera cómo hacerlo, que me explicase bien todo», indica. «No ha sido fácil, pero es un esfuerzo que vale la pena para seguir haciendo las cosas que nos gustan», aseveró.
Para gran parte del alumnado, especialmente si son mujeres, la conciliación se complica cuando tienen una edad en la que son los padres los que caen enfermos o se hacen mayores. Es el caso de Valentina Blay, que tiene a su padre dependiente a su cargo. «Por mis circunstancias personales yo sí que me perdí alguna que otra clase, pero tenía unos compañeros maravillosos que me pasaban los apuntes y el temario que se había dado en ese día. Eso… y mucho codo. Con días de levantarme a las 5 de la mañana y acostarme a medianoche…», explicó, pero sin perder la sonrisa porque ha conseguido comenzar a estudiar Enfermería y está ya en segundo curso «y muy feliz».
«Con 17 años tuve que dejar los estudios porque se me truncó la vida por un tema familiar, pero durante el Covid pensé seriamente en preparar la prueba de acceso y así lo hice», cuenta sobre su experiencia. A ella le pasó lo mismo que a sus compañeros y compañeras: que llegó al Cepa Pitiüses por la buena fama que tiene: «Me aconsejaron a estas hadas madrinas que te acompañan y te meten en la maravilla del estudio», dijo en referencia a Anna Tur, Marián Suárez, Teresa Navarro y al resto del profesorado.

¿Sobre el examen de acceso? «Pues iba cagada, pensaba que iba a vomitar, lo digo en serio», admitió entre las risas de los presentes, y coincide con los compañeros en que vivió ese momento de bloqueo en el inicio de la prueba, del que afortunadamente consiguió salir. «¡Seguid estudiando, que es una maravilla!», aconsejó,
Al otro lado de los cuatro testimonios, un grupo de estudiantes del acceso universitario que quieren entrar en Enfermería, Veterinaria, preparar oposiciones, estudiar Derecho o Nutrición y que han encontrado en las palabras de los «veteranos» y «veteranas» una inspiración y un acicate para seguir adelante.
Más información sobre la actividad lectiva para adultos del CEPA Pitiüses en este enlace: http://cepapitiuses.com/