@V. R. / Esta noche han entrado a robar en Can Peix, empresa que se encuentra en la carretera de Sant Josep y que se dedica a la venta de pescado y marisco al por mayor. Los ladrones han reventado la caja fuerte que se encuentra en el interior del establecimiento con autógena, un procedimiento de soldadura que se realiza llevando el soplete hasta la temperatura de fusión mediante el calor de la llama tras la combustión de gas y carburante. En el interior había un botín de 14.000 euros del que no han dejado rastro alguno.
Cuando esta mañana los trabajadores han llegado al establecimiento, a las seis de la mañana, han encontrado la puerta principal abierta. Habían roto el candado, pero la cerradura de seguridad de la puerta metálica corredera no estaba forzada. Se especula con la posibilidad de que anoche quedara abierta por un descuido. La oficina en la que se encuentra la caja fuerte, de unos seis metros cuadrados, estaba del revés. Todo revuelto y con cheques por diferente valor ennegrecidos por el fuego del soplete esparcidos por el suelo.
Los ladrones iban a lo que iba. En el interior de la pescadería había numerosas piezas de valor, como langostas, meros de gran pesaje y bogavantes en los que ni siquiera repararon. Salvo la caja fuerte y los papeles del interior de la oficina, no tocaron nada más. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. Cualquier cliente que entra en la tienda ve la caja fuerte, dentro de una oficina de cristal.
Los trabajadores aseguran que ahora se ponen a pensar en cosas raras, en personas que hayan prestado más atención a otras cosas que al género, pero que no les viene nada extraño a la cabeza. De hecho, en Can Peix entran cientos de personas al cabo del día a comprar para restaurantes y pescaderías más pequeñas, con lo que se les hace difícil acordarse de detalles de este tipo, según han comentado a noudiari.es.
Muchas veces los empresarios escatiman en gasto y no ven oportuno invertir un mínimo en sistemas de seguridad efectivos.
Con un simple sistema de alarmas que alertara de la prescencia de extraños o bien antisismicos que dan aviso ante el minimo golpe esto se podria haber evitado.
Muchas veces los empresarios escatiman en gasto y no ven oportuno invertir un mínimo en sistemas de seguridad efectivos.
Con un simple sistema de alarmas que alertara de la prescencia de extraños o bien antisismicos que dan aviso ante el minimo golpe esto se podria haber evitado.