EFE / Al menos ocho bares y restaurantes de Ibiza, localizados en el municipio de Sant Antoni, han sufrido robos este verano con el mismo ‘modus operandi’: dos encapuchados entran de madrugada tras destrozar alguna puerta o ventana del local y revientan las máquinas tragaperras para apoderarse de la recaudación.
Los robos comenzaron a principios de julio e incluso algunos locales han sido atracados dos veces, según han confirmado dueños de tres de los establecimientos que han sufrido robos por partida doble.
Los ladrones actúan de madrugada o cuando el establecimiento está cerrado por descanso del personal. Así ha ocurrido en uno de los bares, al que han atracado los dos últimos lunes, coincidiendo con el día de descanso semanal.
Una vez dentro, sólo tardan entre uno y dos minutos para reventar las máquinas. Con una maza y con una palanca de hierro rompen las tragaperras y se hacen con el billetero e incluso también con monedas. En algunos establecimientos han robado, además, la máquina de tabaco, dinero en efectivo de la caja y billetes de lotería.
La mayoría de los locales tiene alarma, y en algunos casos, bombas de humo. Sin embargo, los ladrones actúan de forma muy rápida, lo que impide que alguna de estas medidas de seguridad pueda dar resultado alguno.
El botín depende del dinero que haya en la máquina tragaperras en ese momento. Uno de los denunciantes ha apuntado un robo de 3.400 euros y otro ha señalado una cifra similar, de más de 3.000 euros, sumando lo que había en la tragaperras, dinero en efectivo y billetes de lotería.
Por su parte, la responsable de uno de los restaurantes, a la que han entrado dos veces, lamenta también las pérdidas que suponen los destrozos que han provocado para acceder a su local, queja que también apuntan desde los otros bares afectados.
Cabe señalar que uno de los establecimientos atracados está ubicado frente al Cuartel de la Guardia Civil de Sant Antoni.
El primero de los robos confirmados tuvo lugar el pasado 3 de julio y el último en la madruga de este martes 6 de agosto. En este último caso, el propietario, que vive frente al local, vio cuando los ladrones entraban a su bar, y a pesar de sus gritos, los atracadores actuaron igual. Según asegura, llamó al 112 en dos ocasiones, y aunque le dijeron que una patrulla estaba de camino, ésta nunca llegó.
En otro de los locales apuntan que los bares y restaurantes atracados son de carretera o frecuentados por trabajadores, y lamentan que aún no haya habido detenciones, a pesar de las denuncias interpuestas, trámite para el que en algunos casos tardan horas, critican, por la saturación que hay en la Guardia Civil de Ibiza.
Desde la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Baleares han asegurado que los robos se están investigando.