@C. Vidal / Son casi las cuatro de la tarde del sábado, pero Arma Sonora ya está al pie del cañón. El grupo ibicenco actúa en Can Xicu, en pleno centro de Sant Josep, y sus acordes retumban en todo el pueblo, que a esa hora sigue prácticamente dormido.
Jordi Martínez (voz y guitarra), Eugenio Cañavate (guitarra), David Keiper (bajo) y Vicente Clemente (batería) interpretan algunos de los temas extraídos de sus dos discos –Paradygma y Enigmas-, como Cambia de Camello, Tribal, la preciosa balada Nada sin ti o Es mi vida, que es toda una declaración de amor al rock. También tiran de algún clásico, como el Proud Mary (Rolling on the river) de los Creedence Clearwater Revival.
Sin embargo, pese a todas las ganas y a su actitud rockera, la respuesta del público es nula. Apenas 20 personas están sentadas en la terraza del local y casi nadie se acerca a presenciar el concierto, ni siquiera por simple curiosidad para ver quiénes están haciendo tanto ruido y molestando en la hora de la siesta.
“El rock and roll apenas vende en Ibiza”, reconoce Jordi Martínez, que sabe muy bien de lo que habla tras su paso por grupos como Tribal, Bourbon y Marcianos. Desde el año 2009 forma parte de Arma Sonora, formación con la que ha ganado la IV Edición del concurso de rock de Santa Gertrudis 2009 y del concurso de Sargantana Rock 2010.
En solitario
Martínez, mientras tanto, sacó a principios de este año su primer disco en solitario, Kalkimia, que le ha permitido la posibilidad de experimentar con más variedad de sonidos. “Teniendo en cuenta que Arma Sonora no va a sacar un nuevo trabajo en las próximas fechas, me aparecía hacer algo distinto. En este trabajo sigo haciendo rock, pero también hay blues, funk, reggae o soul”, asegura.
El álbum, en el que destacan temas como Trapecista emocional, Tras el Umbral o la versión de la canción de Radio Futura Anabel Lee, se puede escuchar y descargar en la plataforma digital jordimartinez.bandcamp.com, una buena opción teniendo en cuenta que el mundo de la música actual no está para gastar dinero en un disco tradicional. “Ha tenido bastantes escuchas y la respuesta es buena, pero la gente después apenas lo descarga. Tengo claro que hago esto porque me gusta, porque no da para vivir”, añade el músico, que espera volver a presentar Kalkimia en las próximas fechas con algún concierto acústico.
El grupo ibicenco, mientras tanto, acaba su actuación en Can Xicu ante los aplausos del pequeño grupo de conocidos que se ha reunido en la terraza del local. Mientras tanto, Sant Josep sigue somnoliento y sin ganas de conciertos. Arma Sonora, a pesar de todo, no tira la toalla y seguirá defendiendo el rock allá donde vaya. Ya lo dice una de sus letras: “Sin fronteras ni dirección, sin barreras ni religión, por hacerme ser como soy, es mi vida ¡Rock and roll!”.