Un hombre ha sido detenido y enviado a prisión en Ibiza tras quebrantar por cuarta vez una orden de protección a una víctima de violencia de género y lanzar un hacha a los agentes de la Guardia Civil que acudieron a su domicilio para proceder al arresto.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha informado este sábado de la detención en una nota, en la que también ha denunciado esta nueva agresión a los agentes del cuerpo. Los hechos ocurrieron el jueves cuando dos agentes de la Guardia Civil de Santa Eulària se desplazaron a Ibiza para buscar al autor de un delito de violencia de género, con riesgo extremo, que había quebrantado la orden de alejamiento.
Al llegar al domicilio del ahora detenido, los agentes trataron de establecer contacto con él aunque sin éxito, momento en el que comenzaron a oírse gritos y fuertes ruidos en el interior de la vivienda.
En ese instante, el hombre salió de la vivienda esgrimiendo un hacha, amenazando a los agentes con que los iba a matar, mientras los guardias civiles retrocedían por las escaleras y el agresor trataba de darles alcance.
Al no conseguirlo, el hombre arrojó con fuerza el hacha contra los agentes, pasando a escasos centímetros de uno de ellos, y volvió a entrar en la vivienda. La Policía Local de Ibiza y personal sanitario se sumaron a la actuación, tratando de convencerle para que abriera la puerta y se entregase, también sin conseguirlo.
El agresor saltó por la ventana de la vivienda ubicada en un tercer piso, descendiendo planta a planta hasta llegar a la calle y emprendió la huida a pie.
Los agentes fueron en su búsqueda y lo encontraron escondido tras un arbusto. El hombre opuso gran resistencia a su detención, golpeando y causando leves lesiones a los agentes, detalla la nota.
Por todo ello, la AEGC ha vuelto a denunciar el «elevado número de agresiones» sufridas por los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y ha recordado que, según el sindicato CEP de la Policía Nacional, en 2022 se produjeron más de 12.000 agresiones, con una media de 35 al día.
Ante estas cifras, AEGC ha reclamado otra vez una protección penal adecuada para que se considere a los agentes como Autoridad, la misma consideración que jueces, médicos o profesores, para evitar que, como ocurre en muchas ocasiones, las penas que reciben los agresores no sean «ridículas».
Uno de los agentes, asesorado por la Asociación Española de Guardias Civiles, se personará como acusación particular contra el agresor.
El detenido ha ingresado en prisión por delitos de desobediencia grave, atentado a un agente de la autoridad y quebrantamiento de la orden de protección a la víctima de violencia de género.
EFE