Los libreros aguardan en Vara de Rey a que pare de llover para poder montar las paradas y mostrar su género y las últimas novedades literarias en un día de Sant Jordi que ha amanecido gris y lluvioso en la isla.
En Formentera, los actos han quedado directamente pospuestos para el lunes, y el taller de pintura para niños, anulado. En Ibiza, en cambio, confían en que entre las doce y las dos, según la previsión meteorológica, remitan las precipitaciones y se pueda aprovechar la tarde para ver y comprar libros. Si eso no ocurre, habrá que esperar a mañana e ir a Santa Eulària, donde el programa sigue en pie puesto que el parte anuncia sol y buen tiempo para este domingo.
Las mesas y los caballetes sobre los que se exponen los libros están extendidos en el paseo de s’Alamera, cubiertos con plásticos, y los volúmenes, de momento, se mantienen a cobijo dentro de furgonetas, bajo toldos o tapados por lonas impermeables junto a los árboles.
El compás de espera se hace largo, pero queda la esperanza de que salga el sol y se pueda aprovechar al menos media jornada para celebrar Sant Jordi con un libro y una rosa en el municipio de Ibiza.