Dean Gallagher, uno de los voluntarios más activos de la lucha contra la plaga de serpientes en Ibiza, ha actuado recientemente en varios avisos: uno, por ejemplo, en la zona de Talamanca, donde apareció una serpiente en un desagüe durante unas obras, y otro en la Cala de Sant Vicent, donde un gato doméstico de una vivienda cazó una serpiente pequeña y la introdujo dentro de una casa donde se escondió dentro de una caja, pero fue finalmente interceptada.
Especialmente preocupante es la situación de la zona de Talamanca, donde ha habido más avistamientos de serpientes grandes recientemente, alerta.
En el caso de las obras de Talamanca, el voluntario no ha logrado atrapar el ejemplar todavía. «He dejado una trampa y he explicado a los obreros y a la propietaria que lo mejor sería no hacer ruido unos días para que la serpiente salga de su escondite y llegue hasta la trampa», relata Gallagher.
Por otra parte, en Cala Sant Vicent una mujer le llamó aterrada porque su gato cazó una serpiente que metió en la casa «como regalo para la dueña» todavía viva. «Me llamó enseguida y, por suerte, la serpiente estaba dentro de una caja y la pude atrapar». Se trata en este caso de un ejemplar pequeño y joven.
Mejoras en la zona de Portinatx
«Las serpientes parece que se están trasladando a la zona sur de la isla», explica el voluntario, que subraya que en años anteriores la zona Norte y Este eran las más afectadas. «De la zona de Portinatx me llamaban prácticamente todos los días varias veces por avistamientos de serpientes; estaba todo tan infestado que a veces las veías cruzando las carreteras. He pasado de cuatro o cinco avisos diarios a cuatro o cinco avisos mensuales, lo que significa que las trampas y las campañas están funcionando. Pero no hay que bajar la guardia porque las culebras se están moviendo en dirección sur de la isla para buscar lagartijas y proteína en su dieta. Por eso es importante que las personas que viven en el sur instalen trampas en sus casas», añade el australiano afincado en Ibiza.
«Hay que seguir con la campaña de trampas porque, si no hay constancia, la población de serpientes volverá a las zonas donde ha bajado la población», alerta.
Dean Gallagher comparte con Noudiari también vídeos y fotos de lagartijas ‘salvadas’ o correteando por zonas como la de Siesta, de Santa Eulària, donde había muchas serpientes y no se veían apenas sargantanas. «Ahora están otra vez poblando la zona, lo que es una señal de que la campaña está ayudando a recuperar zonas pero hay que trabajar unidos, con el mismo objetivo de proteger la naturaleza», añade.
Aunque sabe que esta es una opinión muy impopular, Gallagher advierte de que los gatos salvajes en poblaciones descontroladas «también afectan a las lagartijas y a los pájaros. Sabemos que es un tema polémico y yo mismo tengo un gato, pero no se puede dar la espalda al hecho de que el descontrol de una especie es malo para la naturaleza». Admite que los gatos cazan serpiertes también pero muchas veces no las matan y solo se atreven con ejemplares más pequeños.
Por otra parte, el voluntario prosigue con su labor didáctica con los más pequeños y una de las actividades recientes que ha hecho ha sido con Child of the wild, que es una organización que hace actividades con niños y niñas extranjeros para enseñarles temas del medioambiente. Gallagher tuvo un encuentro con ellos para explicarles las especies en peligro y qué se puede hacer para ayudar a las lagartijas. Todo ello lo hizo apoyado con el libro sobre las lagartijas de la catedrática Antònia Cirer editado por el Institut d’Estudis Eivissencs y se muestra muy contento porque muchas familias están fabricando refugios para sargantanes en sus jardines.
También aplaude Gallagher «el gran trabajo» y «la labor divulgativa» del Gofib del Govern, que ha editado además folletos sobre cómo proteger a las lagartijas en los jardines particulares y otros espacios.
Y dingun político que dimite.por su mala gestion