@Noudiari/ Quince minutos antes de la hora a la que estaba citada, la Infanta Cristina se ha presentado 9.45h de la mañana en los Juzgados de la avenida Alemania de Palma. Un férreo cordón policial formado por más de 200 agentes ha blindado la zona, a la que han acudido casi 400 periodistas para dar cuenta de un hecho histórico en España: que la hija del Rey tenga declare ante un juez en condición de imputada. Lo hace vestida con sobriedad y sonriente, con aparente tranquilidad y saludando a los periodistas. Dentro de la sala no tendrá que preocuparse por la presencia de teléfonos móviles ni tabletas, ya que el magistrado las ha vetado para evitar filtraciones de lo que ocurra en el interior de la sala. Pero de lo que es más difícil que se libre es de rendir cuentas ante un retrato de su padre, Juan Carlos I, que preside la sala donde la Cristina de Borbón tendrá que dar explicaciones por sus presuntas irregularidades económicas.
No ha comparecido ante el magistrado por voluntad propia, sino requerida por el juez José Castro, instructor del caso Nóos, quien la imputó el pasado día 7 de enero. Pero esta no ha sido la primera vez que la hija de Juan Carlos I es imputada por este caso, en el que su marido, Iñaki Urdangarín, es uno de los principales encausados. Cristina de Borbón ya fue requerida por el mismo magistrado ante el que está declarando hoy en abril de 2013, pero la Audiencia Provincial de Balears la desimputó por considerar “endebles” los motivos del juez Castro para sentarla en el banquillo y pedirle explicaciones por los presuntos delitos que penden sobre ella: blanqueo de capitales y fraude fiscal.
¿Sobre qué está dando explicaciones la Infanta Cristina?
El juez Castro, apoyado únicamente por la acusación popular del sindicato Manos Limpias y el Frente Cívico Somos Mayoría (organización impulsada por Julio Anguita), debe determinar con su interrogatorio si la Infanta se ha beneficiado presuntamente de ingresos por los que nunca tributó en Hacienda y, por el otro, si cargó gastos personales a Aizoon, empresa satélite de la fundación Nóos, que nada tenían que ver con su supuesta actividad profesional en la compañía. Aizoon, además, era propiedad a partes iguales de Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón, y el juez quiere dilucidar con su interrogatorio si fue utilizada para incurrir en un presunto doble fraude: para no declarar impuestos sobre el IRPF y para deducir gastos en el Impuesto de Sociedades.
Todo esto se deduce del segundo auto del juez Castro, quien tras la primera desimputación de la hija de Juan Carlos I se cubrió bien las espaldas al emitir un documento de nada menos que 227 páginas, que detalla con minuciosidad los gastos de la Infanta que ha la justicia ha puesto en cuestión. Hablamos de las reformas del controvertido palacete de Pedralbes, unas clases de salsa y merengue que recibieron los Duques de Palma en su domicilio, fiestas infantiles con payasos a 8.000 euros y viajes de difícil justificación profesional, ya que se desplazaba con su marido y sus hijos a lugares exóticos y lujosos. Incluso se investiga si pagó en negro al personal doméstico que tenía trabajando en su casa, algo sobre lo que tendrá que rendir cuentas ante el magistrado que instruye el caso Nóos.
El juez Castro, solo ante el peligro
Las decisiones del juez Castro no han sentado bien en algunos estamentos de la Justicia española e incluso el ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado han llegado a pronunciarse en contra de la imputación de la hija mediana del Rey. Pero finalmente la Infanta ha tenido que recorrer la rampa por la que anteriormente anduvo su marido y Diego Torres, profesor de ESADE del Duque de Palma y, posteriormente, socio con el que presuntamente labró esta trama fraudulenta. No obstante, no lo ha hecho a pie, como sí lo hizo Iñaki Urdangarín, sino a bordo de un coche que le ha ahorrado lo que muchos han calificado como ‘el paseíllo de la vergüenza’.
Tras su declaración, que está siendo registrada pero no en vídeo sino sólo el sonido, el juez Castro cerrará el periodo instructor de este caso que ha puesto a la monarquía española contra las cuerdas por primera vez desde que se instauró la democracia. Y en este momento comenzará lo que se conoce como fase intermedia del proceso, donde Castro pormenorizará los hechos ocurridos y los presuntos delitos que se derivan de su investigación. Tras la emisión de ese documento, se abre el plazo para que las acusaciones y la defensa redacten sus escritos antes de la apertura del juicio oral. En estos momentos, los imputados, si se confirman sus presuntos delitos, se convierten en acusados.
Todos somo iguales ante la ley, ja vorem
Estoy convencido que es inocente. Viva la Monarquia y viva el Rey.
somos un país de pandereta. y los dientes y la sonrisita se la podría meter por donde yo me se que gracia lo que es gracia no hace que los que más tienen sean los que mas quieren y que roben ya es el colmo y que lo hagan al poueblo y a los mas necesitados es un chiste-.