@C. V. / El velero holandés Dwinger, presunto responsable del apagón digital que sufrió Formentera a mediados del mes de junio, tendrá que afrontar una demanda millonaria por parte de Telefónica, que ha interpuesto dos denuncias contra el barco propiedad del millonario Neik Sandmann.
La compañía de telecomunicaciones presentó una denuncia inmediata en la capitanía martítima de Eivissa para evitar que la embarcación, un velero de lujo de alquiler con sede en Torrevieja, escapara de la justicia. Posteriormente presentó una segunda denuncia en el juzgado de lo civil, que es la que actualmente está en proceso de instrucción.
«Hemos interpuesto esa demanda y ahora hay que aportar datos, como los daños causados por el corte del cable óptico, los cajeros que dejaron de funcionar, etc. Tanto la denuncia en capitanía como la demanda civil son contra el Dwinger y todavía no sabemos cifras exactas, aunque estamos hablando de una indemnización de millones de euros», aseguran fuentes de Telefónica.
Desde un primer momento, el Dwinger, que incluso fue retenido e investigado durante unas horas en Torrevieja, fue el principal sospechoso del corte del cable con una ancla que dejó sin conexión de internet a Formentera durante varios días. Neik Sandmann, un empresario inmobiliario holandés que está colocado en el número 320 de la lista de los 500 más ricos del mundo, negó la responsabilidad de su barco y retó a la justicia española «a que lo demuestre».
Por su parte, el Consell de Formentera sigue estudiando qué medidas adoptará, aunque descarta actuar contra el barco holandés y, en todo caso, emprendaría acciones legales contra Telefónica. «Estamos pendientes de recibir unos informes que nos indiquen cuáles son las obligaciones de Telefónica y qué se le puede exigir a la compañía. No descartamos presentar una demanda, aunque a expensas de lo que diga dicho informe. Eso sí, entendemos que Telefónica demande al ‘Dwinger’ porque ha tenido que costear unas pérdidas importantes y un deterioro de su imagen también bastante importante. Yo también lo haría», señaló Silvia Tur, consellera de Medio Ambiente, Industria y Energía.
Mientras tanto, el megayate, de 50 metros de eslora y 63 metros de altura, lo que supone un récord mundial con respecto al tamaño del mástil, sigue navegando en aguas pitiusas sin ningún tipo de problemas. El pasado 10 de julio, según la web marinetraffic.com, que registra los itinerarios de cualquier barco en el mundo según el Sistema de Identificación Automática o AIS, fondeó frente a Es Pujols antes de tomar rumbo de regreso a Torrevieja, donde se encuentra actualmente.
Esperemos que Telefónica, también indemnice a los formenterenses por el daño causado por el tiempo que han dejado de poder operar por internet. Aunque la ley prevea que es mínimo lo que deba pagar, pero un poco de todos hace un mucho. Sobre todo si cobra del dichoso barquito.