@Noudiari/La asociación ecologista Terraferida ha alertado hoy en un comunicado que «la presión humana sobre las Islas Baleares se ha disparado de manera extraordinaria los últimos 20 años» registrando el pasado agosto 641.000 personas más que en el mismo mes de 1997, lo que se traduce en un incremento del 45% en dos décadas.
Según explican, así lo indica el Índice de Presión Humana (IPH), que muestra «un crecimiento constante de la presión humana año tras año», con excepción del 2009. «Si tenemos en cuenta la punta máxima de presión humana de agosto, vemos como los últimos 20 años la carga demográfica total ha subido en 641.210 personas», explica.
De esta forma, detallan que el máximo de 1997 fue de 1.419.316 personas, mientras que 20 años después ya se llegaba a un valor máximo de 2.060.525 personas, «un incremento espectacular del 45,2%». «Si en 1997 se llegaba a un máximo de presión humana de 1,4 millones en agosto, en 2016 esta cifra ya se superaba en el mes de junio y en 2017 ya era superada al mes de mayo», detallan.
En esta línea, desde la asociación advierten de que la presión humana sube todos los meses del año. Con el 1 de enero, explican que en 1997 había 764.089 personas sobre las islas, mientras que a día 1 de enero de 2017 ya sumaron 1.113.300, hasta 349.210 personas más. «Esto representa un aumento del 45.7%, un porcentaje de crecimiento medio punto superior al máximo del periodo estival», añaden.
Desde Terraferida añaden que 2000, 2010 y 2016 han sido los años en que el máximo del IPH respecto al año anterior han subido más (54.000, 62.000 y 64.000 personas, respectivamente). «Cada año durante estas últimas dos décadas a Baleares nos sale ‘un nuevo pueblo’ de casi 20.000 habitantes en temporada baja, 25.000 a media temporada y 33.000 en temporada alta», alertan.
«Todos estos datos muestran un crecimiento que parece no tocar nunca techo y evidencia que así como se alarga la temporada turística, no disminuye el número de turistas que llegan en temporada alta», explica la asociación ecologista que señala que la tendencia de los últimos 20 años, «permite dudar del relato oficial, según el cual avanzamos en la transición hacia un nuevo modelo económico más diversificado y sostenible» y que asegura que «ha habido una moderación de los picos de verano o que el turismo de verano se reparte el resto del año». Para Terraferida, son «afirmaciones sin ninguna evidencia que las apoye».
Propuestas para frenar «el aumento imparable»
Desde el colectivo ecologistas hacen seis propuestas «para frenar el aumento imparable de la presión», que pasan por establecer un «techo real en las plazas turísticas»; congelar las plazas turísticas, ya que consideran que «no necesitan más plazas» y enmendar la Ley del 2×1 turístico para que por cada nueva plaza turística se tenga que adquirir dos plazas de la bolsa, «que esta esté formada sólo por plazas que se den de baja».
También proponen «reformar los Planes Territoriales con criterios sostenibles y rebajar el crecimiento residencia, eliminar la sobreocupación en los hoteles» y no destinar «ni un euro público más a promoción turística».