El periódico británico The Times publica hoy lunes un reportaje —además, destacado en su portada digital— sobre el lado más oscuro de la isla.
No solo se hace eco del documental de Zara McDermott sobre Ibiza para la BBC, que está teniendo un gran impacto en Reino Unido desde su reciente estreno, sino que viene a decir que se queda corto al retratar una isla donde reinan el crimen organizado, las drogas y las fiestas ilegales.
Lo titulan: El lado oscuro de la Isla Blanca: Ibiza tal como realmente es.
Por una parte, recoge los datos del documental de la BBC, que se hace eco de los precios, entre ridículos y escandalosos, que se llegan a pagar en la isla por cualquier cosa: «95 euros por entrar en una discoteca a ver a David Guetta o 60 euros por dos copas de vino». “Ahorran todo el año para venir a «eye-bee-tha» [como pronuncian Ibiza los turistas británicos] y parecen más que felices de pagar mucho más de lo debido mientras están aquí”, destaca The Times.
“Por la noche, los desafortunados y sobreexplotados agentes de la Guardia Civil de Ibiza arrestan a un traficante callejero de cocaína rosa y a un presunto ladrón de relojes», añaden. La reportera de la BBC ve un vídeo en el que un chaval arranca un reloj de la marca Richard Mille de 500.000 euros por la ventana abierta de un Rolls-Royce en marcha.
Otra historia que destaca The Times es la de una chica que se metió en la página OnlyFans para auto-explotarse sexualmente, vendiendo a los suscriptores sus desnudos integrales como forma de obtener ingresos para pagar el desorbitante alquiler que tiene que afrontar. «Hice desnudos completos, aunque no fue con las piernas completamente abiertas», dice la chica que añade: “salvo que estés vendiendo drogas o haciendo algo ilegal, no puedes seguir el ritmo del coste de la vida [en Ibiza] —la mejor opción que me planteo es hacer algo de trabajo sexual online». Con Only fans se paga la estancia en Ibiza.
Pero el reportero de The Times concluye que el trabajo de la reportera de la BBC se ha quedado corto al retratar la realidad de la isla. “Cuanto más alto subes en la escalera del alquiler de villas de Ibiza, más crimen violento y aterrador encuentras. También hay más drogas y libertinaje, corrupción y víctimas. A medida que llega más dinero, a medida que los yates son más grandes y los cócteles aún más caros, el lado oscuro de la Isla Blanca bordea un eclipse total”, lamenta el reportero de The Times, que afirma que también conoce Ibiza pero que siempre ha evitado ese “lado oscuro”.
“Quizás McDermott debería haber comenzado su película en el aeropuerto, en lugar de en O Beach. Hace algunos años, conocí a unos amigos que llegaron a Ibiza por primera vez y fueron seguidos por una banda de ladrones organizados, directamente desde el alquiler de su coche en la terminal”, dice el periodista de The Times. Tras seguir todos sus pasos mientras se instalaban en la casa, los ladrones vieron que se iban a cenar. “Cuando regresaron, todo había desaparecido: joyas, pasaportes, dinero en efectivo, relojes, computadoras. El 4×4 alquilado también había sido robado y probablemente ya estaba en la península en el momento en que los arrendatarios de la villa regresaron de cenar”.
«Otra pareja que conozco tomó la precaución de alquilar una casa en una comunidad cerrada segura cerca de Es Cubells». “Con sus hijos pequeños cuidados por una niñera, salieron de fiesta al famoso club nocturno Pacha. A las 4 de la madrugada, con la música retumbando y las sustancias químicas haciendo efecto, mi amigo miró su teléfono y vio que había más de 30 llamadas perdidas, primero de sus hijos, luego de la policía. La casa había sido robada, los niños aterrados metidos en un armario cerrado por hombres enmascarados, la villa saqueada. Todo había sido saqueado y la niñera no estaba por ningún lado”, relata.
The Times va más allá y añade que, ante la escasez de personal para atender a las villas, “a menudo”, según sus palabras, jardineros, cocineros, conductores y porteros resultan no ser lo que parecen y acaban siendo cómplices de los criminales al tener acceso a todo: “comparten horarios nocturnos, se abren portones eléctricos y se saquean las casas”.
El reportaje hace alusión también a la precariedad de las fuerzas del orden, lo que afecta a la seguridad de la isla o a hechos como que varios agentes de la Guardia Civil que, incapaces de pagar los alquileres desorbitados de apartamentos en la isla, han vivido en sus propios vehículos.
El reportaje también refleja los macro eventos privados en villas: “Cada vez más gente que no frecuenta discotecas comerciales, prefiere hacer fiestas en casa, a menudo en una discoteca construida a propósito en la propia villa. Se gastan millones y millones de euros en eventos privados en Ibiza, con trapecistas, animales y modelos. Los DJs son recompensados con dinero al estilo de los futbolistas de la Premier League. Las drogas se consumen al estilo de Scarface (vapeando el veneno psicoactivo del sapo Bufo alvarius, que es la última tendencia en Ibiza)”.
En este caso, subrayan que nunca habrá cámaras de de la BBC o de cualquier otro medio de comunicación que puedan entrar en estas fiestas. “Incluso la amenaza reciente de las autoridades de Ibiza de multar con €300,000” estas fiestas “es absorbida legítimamente en el presupuesto organizativo de la propia fiesta”.
“Vi esto de primera mano en una fiesta organizada por la leyenda del hip-hop (ahora cancelada) Puff Daddy en una casa en el norte de la isla: una familia que vivía justo al lado de la villa del magnate rapero, junto a las puertas eléctricas, con un bebé en brazos, suplicando que bajaran el volumen, habiendo sufrido la fiesta a todo volumen más de 72 horas seguidas… y Puffy, con su bata blanca puesta y un cigarro en la mano, felizmente les entregaba dinero”, relata el periodista.
“Si alguien famoso sufre una sobredosis, se desmaya o se pasa un poco con las chicas, también hay un servicio para eso. Hace unos años, una estrella pop pasada de éxtasis se cayó durante una fiesta privada, se hizo un corte en la cabeza en el borde de la piscina y derramó sangre por todas partes. Rápidamente, se llamó a un equipo especial de seguridad, médicos del ejército retirados y conductores. La estrella pop fue llevada al hospital, tratada y limpiada, mientras su esposa modelo en el otro lado del Atlántico estaba completamente ajena al incidente».
Es lo que se lleva consintiendo una década, lamentablemente.
Poco a poco van saliendo las verdades y la realidad de nuestra isla.
La mierda, cuando es mucha, no se puede esconder.
Luego dirán que todo es mentira y que nos tienen manía.
Se tiene que hacer un examen de conciencia, todos, y saber lo que realmente queremos., ya que todos hemos metido la pata y nos hemos cargado el paraíso.
Y nuestros políticos mirando hacia otro lado.
És el que porta aquest turisme de fals luxe. Diuen que tot s’hi val a Eivissa, però no és com ells pensen.
Si aquest turisme deixa de venir, només pot venir-ne un altre millor, perquè pitjor ja no pot ser.
No sólo han matao la gallina se ha comido los huevos de oro…