EFE / Un 60 % de los fallecidos en accidente de circulación en Baleares son ciclistas, peatones o motoristas, los usuarios más vulnerables de la vía, según un estudio realizado por la Fundación Línea Directa.
De los llamados usuarios vulnerables fallecidos en Baleares, el 65 % corresponde a motoristas, el 21 % a peatones y el 14 % a ciclistas.
El repunte general de la siniestralidad que se vive en España en los últimos años parece haber afectado especialmente a estos usuarios, ya que desde 2012, la mortalidad de peatones, ciclistas y motoristas se ha incrementado en un 6 % y suponen ya el 47 % de los fallecidos en accidentes de circulación en España, media que en Baleares aumenta hasta ese 60 %.
Baleares destaca además por la elevada accidentalidad de este colectivo. Por comunidades autónomas, Cataluña y Baleares, con 1.287 accidentes de peatones, ciclistas y motoristas por 100.000 habitantes, y Madrid tienen los índices más altos, debido, entre otros factores, a la mayor penetración del parque motorista urbano y la mayor afluencia de peatones.
En toda España, en los últimos diez años, han perdido la vida en accidentes de tráfico 10.000 ciclistas, motoristas y peatones en medio millón de siniestros en los que han resultado heridos otros tantos usuarios de estos colectivos vulnerables, que representan ya el 50 por ciento de los muertos en las carreteras.
Se trata de una de las principales conclusiones del estudio «la muerte silenciosa. Los accidentes de tráfico en los usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas (2007-2016)», presentado hoy por la Fundación Línea Directa tras analizar los medio millón de accidentes con alguno de estos usuarios implicados y 542 reconstrucciones periciales practicadas por Centro Zaragoza de investigación.
Los datos estudiados concluyen que el incremento de la siniestralidad en los últimos cuatro años afecta especialmente a estos tres colectivos. De hecho, desde 2012 la mortalidad en ellos se ha incrementado un 6 por ciento y ya suponen el 50 por ciento de los fallecidos en las carreteras.
Sin ir más lejos, este fin de semana han muerto ocho personas en accidentes de tráfico, de las que la mitad, según datos de la Dirección General de Tráfico, eran motoristas, tres, y un peatón.
De los 10.000 muertes en el último decenio, 5.000 fueron motoristas, 4.200 peatones y 700 ciclistas, en tanto que dos de cada tres siniestros de estos usuarios vulnerables iba en moto con 298.596 accidentes, por delante de los atropellos, 115.935, y 50.007 de ciclistas.
Para Francisco Valencia, director de la Fundación Línea Directa, las cifras, además de ser «muy llamativas», muestran un alarmante aumento de la siniestralidad de estos usuarios que deben estar en el objetivo de las políticas de seguridad vial.
Y es que, según el informe presentado, en la última década, el descenso en el número de fallecidos es mucho más lento en estos colectivos que en el de automovilistas, de forma que si en 2007 la diferencia de ciclistas, motoristas y peatones fue de 716 muertos menos que los que viajaban en cuatro ruedas, en 2016 el margen entre unos y otros se redujo a 104 fallecidos.
De los tres usuarios analizados, son los peatones los que, a pesar de sufrir un 25 por ciento de los accidentes, los que acumulan el 43 por ciento de los fallecidos, ya que en caso de siniestro sus probabilidades de morir se multiplican por dos con respecto a los motoristas y en casi tres a la de los ciclistas.
También la lesividad ha ido en aumento en estos últimos diez años, con un incremento del 12,4 por ciento, si bien este incremento se ha acusado en los últimos cuatro años al pasar de 42.301 heridos en 2012 a 57.551 lesionados, lo que supone una subida del 36 por ciento.
Con el objetivo de analizar los tipos y consecuencias de cada uno de los siniestros que pueden sufrir los tres tipos de usuarios, al Fundación Línea Directa y el Centro Zaragoza han analizado más de 500 siniestros muy graves.
Así, los motoristas fallecidos o heridos sufren la mayor parte de sus lesiones en todo el cuerpo y extremidades inferiores en accidentes que, en ciudad, son sobre todo por colisiones frontales o frontolaterales en cruces e intersecciones y, en carretera, los más letales, por choques frontales en tramos rectos.
Por su parte, las lesiones mortales con más incidencia entre los ciclistas se producen en la cabeza y en las extremidades inferiores, toda vez que el accidente tipo son colisiones tanto en ciudad como en carretera, aunque en estas vías se producen en su mayor parte alcances traseros y arrollamientos en los adelantamientos de coches.
El tercer colectivo, los peatones, sufren más golpes en la cabeza y en las piernas que derivan en traumatismos y fracturas muy graves en siniestros que, sobre todo, se registran en la ciudad, de día y que protagonizan viandantes de entre 15 y 20 años o de entre 65 a 70.
Respecto a la responsabilidad en el accidente solo el 13 por ciento de los peatones son los culpables, un porcentaje que asciende al 25 por ciento en el caso de los ciclistas y que llega al 41 por ciento en los motoristas, fundamentalmente a causa de la velocidad.
Precisamente, son estos últimos los peor valorados pro el resto de conductores junto con los ciclistas.
Por comunidades autónomas, Cataluña, Balares y Madrid tienen los índices más altos de siniestralidad de ciclistas, peatones y motoristas debido, concluye el informe, a la mayor penetración del parque motorista y mayor afluencia de peatones. En el lado opuesto se sitúan Navarra y Castilla-La Mancha.