@Noudiari / Si algún colectivo sufre en sus propias carnes todos los efectos positivos y los negativos del turismo ese es el del taxi. Los conductores concentran durante los meses de verano la mayor parte de su producción anual y ven en los récords de turistas que cada año visitan Ibiza y Formentera una fuente casi inagotable de ingresos. Sin embargo, en ocasiones deben soportar actitudes totalmente condenables.
Así lo ha sufrido uno de los profesionales del taxi en la carretera de Eivissa a Sant Antoni. Un hombre subió al techo del vehículo bajo los efectos de las drogas y con la cara ensangrentada y lo destrozó, para después saltar y marcharse del lugar en otro coche.
Un nuevo ejemplo de la actitud totalmente incívica de algunos de los visitantes que llegan a las Pitiüses cada verano.