Alex Escohotado, cuarto de los siete hijos de Antonio Escohotado (Madrid, 5 de julio de 1941-Ibiza, 21 de noviembre de 2021), se ha implicado de lleno en el homenaje a su padre que está organizando su familia en Ibiza con la colaboración de amigos, para el próximo 5 de julio de 20 a 23 horas, coincidiendo con la fecha del cumpleaños del famoso filósofo, profesor, ensayista y traductor, que pasó sus últimos días en la isla.
Mientras explica a Noudiari cómo será el acto, su hijo recuerda con enorme cariño a Escohotado que fue, por cierto, «un padre estricto», a pesar de lo que las apariencias pudieran sugerir, para el que Ibiza siempre fue «su lugar predilecto» y de ahí que escogiera la isla para despedirse de la vida.
Esta vez, familiares y amigos han querido reunirse en torno a una fecha alegre, como la de su cumpleaños, y crear un acto variado y dinámico en el que se proyectarán imágenes inéditas de la mano de Raúl Novella, además de parte del documental que rodó Samaj Moreno sobre él en la isla y donde presentarán algunas sorpresas relacionadas con la parte editorial.
También habrá música en vivo, con versiones de algunas de las canciones favoritas del filósofo, en un encuentro en el que colaborarán músicos y djs de la isla.
La música, el arte, la literatura, la familia y los amigos eran de máxima importancia para él y por eso han querido congregar a todos los que se sientan afines a él «para pasar una tarde felices disfrutando de su recuerdo y de las buenas cosas de la vida».
«Él siempre fue un gran amante de la vida, así que nos pareció más adecuado celebrar el homenaje en la fecha de su nacimiento», relata el Alex Escohotado, que espera que este homenaje se pueda repetir anualmente en Ibiza, como una fiesta en su recuerdo.
Alex, que además es uno de los dos hijos del filósofo que nacieron en Ibiza, explica que han escogido para el homenaje el hotel Mongibello, porque la Grand Suite está dedicada a su padre.
«Queremos que participen sus amigos ibicencos, los propietarios de los lugares donde se hospedó en Pou des Lleó, Can Partit… y todos los que quieran formar parte de esta celebración. Habrá una mesa redonda con familiares y personas muy cercanas a él que contarán anécdotas divertidas e interesantes, como todo lo que tenía que ver con mi padre. Queremos que sea un acto muy de la isla. Hemos querido huir, en este caso, de centrar el foco en grandes personalidades, como en el último homenaje en Ibiza, al que vinieron, entre otros, Fernando Sánchez Dragó (fallecido en 2023)», añade el organizador. Esta vez buscan que participen personas anónimas que conocieron a su padre de una manera íntima en sus últimos años en Ibiza. También estarán disponibles los libros de su padre, editados o reeditados por la editorial La Emboscadura que dirige otro de sus hijos, Jorge Escohotado.
Las personas que quieran asistir y/o contribuir al homenaje pueden inscribirse en este enlace.
Enseñanzas muy vivas
Lo cierto es que Escohotado sigue levantando pasiones y, en cierto modo, sigue muy vivo. «En estos años desde su muerte, en lugar de olvidarse de él, la gente lo ha convertido en referente e incluso en un personaje popular, algo que él no había sido. Había sido conocido en círculos un poco más intelectuales o artísticos pero, ahora, con las redes sociales, tienes a chavales de 18 años compartiendo vídeos de TikTok con enseñanzas suyas y eso nos llega al corazón y nos da esperanzas y ganas de difundir más su obra, que es la misión que nos hemos propuesto los hijos». «Y lo hacemos —continúa Alex— no para mayor gloria de nuestro padre sino porque creemos que ahora, con la polarización que hay, es más necesario que nunca su sistema filosófico, que aúna a personas de cualquier ideología».
«A mi padre nunca le quitó el sueño ofender a nadie. Él se basaba en la lógica, y eso no debería herir a nadie», remarca el hijo, que recuerda que el Pleno del Ayuntamiento de Madrid votó unánimemente a favor de crear una estatua en la Ciudad Universitaria, con los votos a favor de todos los partidos políticos, y con el lema: «Quise ser valiente y aprendí a estudiar«. «Ese mismo efecto es el que queremos conseguir, sumar a personas de distinto color alrededor de una idea válida para todos», destaca. Además, Alex recuerda a su padre como un hombre que nunca levantó la voz «porque nunca le hizo falta para imponer su pensamiento y porque el diálogo nos hace libres».
El Escohotado padre
«Como padre podría definirlo de manera muy diferente dependiendo de la época», confiesa Alex Escohotado cuando se le pregunta cómo fue tener como progenitor a una persona tan particular y carismática. «Fue un educador bastante férreo, sobre todo con el tema de los estudios. Había castigos que eran en forma de lecturas de libros, que luego tenías que resumir. Hablo de leerte un libro de Proust y resumirlo de forma muy detallada», describe entre risas.
Con el tema de las drogas tampoco fue permisivo con sus hijos. Precisamente por ser un gran experto e investigador de la materia, conocido por su ‘Historia general de las drogas’, sabía cuándo y cómo había que consumirlas. «La gente tiene una idea muy equivocada. Antes de los 18 años no nos estaba permitido, aunque algunos comenzamos un poco antes pero sin su aprobación. A partir de esa edad no hubo tabúes ni ocultación del tema, sino transmisión de conocimiento para saber lo que sienta bien y lo que no y lo que jamás se debe mezclar. Sobre todo nos inculcó que nunca debía ser para perder el tiempo o evadirse sino siempre para celebrar algo, acercarse a ellas con alegría y nunca con tristeza ni para huir de nada. Solo para encontrar y profundizar. Nunca para escapar», relata.
«Era una persona muy inteligente y muy trabajadora y no contemplaba lo de escaquearse. Había que cumplir siempre con las responsabilidades y ser autosuficiente; nunca depender del dinero del otro porque no soportaba a los gorrones; le daban especial tirria y nos educó para saber ganarnos la vida», rememora el hijo. Y en este mismo sentido, les inculcó que se ganasen el pan aunque tuvieran un proyecto personal más ‘artístico’. «No le valía lo de ser un artista entregado a su obra que no vende nada y que vive de los demás. Hay que ser capaz de valerse por uno mismo; una independencia que nos inculcó y que es fundamental dentro de su enseñanzas y que vemos en su visión de la economía en obras como Los enemigos del comercio«, añade su hijo.
Pero, al margen de la parte más ‘disciplinada’, Alex admite que Antonio Escohotado fue un padre que les enseñó, sobre todo, «a celebrar con los amigos, con la familia y a no aislarse, porque hay que celebrar cosas maravillosas casi cada día en compañía. La nuestra era una casa abierta y eso lo hemos heredado de él. Si hacemos este evento es porque a él le encantaría. Le gustaba la gente y reunirla y por eso creó Amnesia Ibiza», recuerda.
Alex rememora, en este sentido, que su padre tuvo dos etapas en Ibiza: la primera desde 1971 hasta el 1989, cuando se fue a Madrid (pero antes creó Amnesia en 1976) y la segunda, cuando regresó en 2020-2021. En su libro Mi Ibiza privada lo refleja muy bien y su hijo subraya que, en verdad, le cogió más cariño en el final de su vida que en la primera etapa.
Aunque no todo le agradaba, claro. «Un día le llevamos a Amnesia y le horrorizó [ríe]. Nos decía que había un árbol precioso que habían cortado, que estaba en mitad de la pista. Esas cosas le daban pena, aunque entendía que había cambios inevitables. Decía que todo el mundo quería vivir la magia y el sueño de Ibiza… pero que no hay magia ni sueño para tanta gente. Pero siempre habló con amor de Ibiza y de los ibicencos y siempre tuvo claro que iba a pasar sus últimos días en Ibiza. Él era muy optimista y siempre decía que Ibiza será siempre un lugar fascinante que cambia la vida de la gente que llega por primera vez», recuerda Alex Escohotado.
No recibió ninguna subvención por parte del Consell, así que tampoco podemos esperar que le hagan ningún homenaje.
Casi mejor, ya nos bastamos nosotros.