La periodista Cristina Fallarás se ha convertido en un referente de la denuncia de casos de violaciones y agresiones sexuales gracias a su cuenta de Instagram, que actúa como una plataforma para que mujeres compartan de forma anónima y segura sus casos relacionados con todo tipo de violencias sexuales.
De esta cuenta salieron los testimonios de presuntos abusos sexuales y prácticas violentas cometidos por el político Ínigo Errejón que desencadenaron su dimisión como portavoz del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso de los Diputados y como secretario de Análisis Político y Discurso de esta plataforma.
Este espacio ha recogido hace unos días un testimonio que refleja un presunto caso de violación por sumisión química en Ibiza, un tema que se ha convertido, además, en preocupación para autoridades políticas y sanitarias.
En este testimonio una mujer cuenta que, hace doce años viajó a Ibiza con una amiga: «yo tenía veinte años recién cumplidos», explica.
«En el parking de una discoteca conocimos a unos chicos y nos invitaron a un trago de lo que bebían. No recuerdo nada más, solo un flash de haber estado estirada en el suelo. Mi amiga me dijo que se había separado de mí para ir a mear y, al volver al parking, yo ya no estaba, ella me estuvo buscando mucho rato», escribe.
«Al cabo del rato yo volví al parking con uno de esos chicos como «muy borracha». Nos fuimos de allí, entramos en el baño de la discoteca y me di cuenta, en shock, de que debajo del vestido ya no llevaba las bragas. No quise volver a pensar en ello y fue gracias al caso de La Manada, que sucedió unos años después, cuando supe ponerle nombre a lo que me pasó», relata.
«No puedo entender de dónde han salido tantos depredadores, ¿acaso a esos hombres nadie les ha dado ni un poco de principios y moral?», escriben en uno de los comentarios a esta publicación que, como sucede en la plataforma, ha recibido muchos comentarios de ánimo y acompañamiento.
El testimonio revela un posible caso de sumisión química y agresión sexual, que consiste en que el agresor vierte algún tipo de droga narcótica en la bebida de una mujer para después agredirla sexualmente aprovechando su estado inconsciente. Un tema tristemente de actualidad después del caso con repercusión mundial de Giséle Pelicot, violada sistemáticamente con el método de la sumisión química con drogas suministradas por su marido, Dominique Pelicot, que incitó a que la violaran más de 70 hombres. Grababa las agresiones sexuales y se encontraron más de 20.000 vídeos y fotografías.
Lo cierto es que la amenaza de la sumisión química y las agresiones sexuales este motivo ha sido tenida en cuenta tanto por espacios de ocio nocturno como por autoridades, organismos oficiales y organizaciones de la isla de Ibiza, poniendo en marcha campañas para tratar de evitar que esto suceda. Distribuir vasos con tapa o pegatinas para tapar las consumiciones, así como consejos sobre no aceptar bebidas de extraños o no abandonar las copas en la barra mientras se baila o se va al baño son algunas de las medidas ante esta terrible lacra que obliga a las mujeres a estar alerta en espacios de ocio nocturno.
En 2024 se reportaron oficialmente por el Ministerio del Interior 167 delitos contra la libertad sexual en la isla de Ibiza, de los que 24 fueron violaciones con penetración. En 2023 fueron 154 delitos, por lo que se ha registrado un incremento del 8,4 por ciento.