EFE / El sector de enseñanza de la Unión Obrera Balear (UOB) ha exigido este jueves que se hagan pruebas de detección de coronavirus del tipo PCR a todos los docentes, personal no docente y alumnos para volver a las aulas con las máximas garantías sanitarias.
El sindicato ha reclamado en un comunicado que Educación desista de «la intención irresponsable» de forzar un retorno innecesario a los centros el 25 de mayo.
Según la organización sindical, la tarea docente implica proximidad y contacto y, al riesgo de contagio dentro de los centros, se añade el de la expansión del virus hacia el exterior una vez acabada la jornada escolar.
UOB se basa en un informe de la Asociación de Pediatras que describe a los niños como agentes transmisores silentes y pide que no se incorporen a las escuelas hasta el control total de la pandemia, y asegura que «la comunidad educativa debería ser considerada un grupo prioritario a la hora de hacer el test y detectar asintomáticos».
El sindicato pidió los tests a la comisión paritaria de riesgos laborales de Educación del pasado 7 de mayo y los representantes la Conselleria dijeron estar pendientes de respuesta por parte de la Dirección General de Sanidad.
UOB advierte de que, mientras tanto, Educación ha trasladado a los equipos directivos unas medidas para incorporarse a los centros que dan por hecho que no se podrá mantener siempre la distancia de seguridad entre personas o evitar compartir superficies de trabajo, herramientas, documentos y equipos.
El sindicato denuncia que ese regreso precipitado a las aulas el 25 de mayo no tiene ninguna finalidad pedagógica y ha provocado «el caos y la confusión», porque las instrucciones de la Conselleria de Educación no dicen «cómo hacer enseñanza presencial y a distancia a la vez sin contratar más docentes, desdoblar clases de infantil sin reforzar plantilla, o conciliar la vida laboral y familiar de los docentes con hijos menores o que conviven con personas vulnerables.
También echan en falta saber cómo elaborar un plan de retorno del centro y ser asesorados en el día a día sin técnicos sanitarios presentes en los centros, rehacer horarios y establecer turnos, saber si los alumnos han tomado la temperatura y se han lavado las manos antes de entrar y relacionarse emocionalmente con las criaturas manteniendo la distancia de seguridad.
Evitar que compartan juguetes y material, desinfectar periódicamente espacios y objetos sin personal de limpieza suficiente, mantener la distancia entre alumnos en los patios y definir responsabilidades en caso de contagios, son otras dudas expresadas por el sindicato, que advierten que «pueden llevar al desastre».