Los miembros de una banda de narcotraficantes que traficaron aproximadamente por valor 1,4 millones de libras en Reino Unido y en Ibiza han sido condenados en total a 86 años de prisión y dos meses, tal y como ha anunciado la Policía de Devon y Cornwall.
Los 21 hombres y mujeres que formaban parte del grupo del crimen organizado traficaron con cocaína y heroína utilizando 40 líneas telefónicas al menos durante 20 meses entre 2021 y 2022.
Algunos de los cabecillas de la banda abandonaron el Reino Unido para dirigir la operación desde Ibiza durante los meses de verano. En la isla se hacían pasar por turistas para traficar.
El grupo utilizó en Ibiza «técnicas sofisticadas en un intento de enmascarar su actividad, incluido el alquiler de coches y viajes en caravanas para mezclarse con los turistas», destacan desde las oficinas centrales de la policía británica.
La mayor parte del grupo eran familiares y amigos y operaban desde Liverpool, Cheshire, Lancashire y Londres.
La organización fue descubierta después de que los agentes se hicieran con un teléfono que mostraba enlaces a líneas de venta de drogas que operaban desde Liverpool.
Los delincuentes comparecieron ante el Tribunal de Exeter los pasados días 23, 24 y 25 de noviembre, donde fueron sentenciados por su participación en la trama de tráfico de drogas.
El oficial investigador principal, el inspector jefe detective Sam Smoothy, ha dicho al respecto: “Este grupo del crimen organizado (OCG) ha tenido un impacto profundo y negativo en las comunidades de Devon y Cornwall. Han sido llevados ante la justicia gracias al trabajo ejemplar del oficial del caso, los equipos de investigación y procesamiento».
Operación Harbinger
La red fue desmantelada como parte de la Operación Harbinger, una investigación compleja realizada por el Equipo contra el Crimen Organizado y Serio de la Policía de Devon y Cornwall.
Los detectives lanzaron la operación a principios de 2021 cuando identificaron a un grupo que vendía drogas duras en Exeter.
Los oficiales identificaron a cuatro hombres con roles de liderazgo, claves en la orquestación de la actividad. Hicieron todo lo posible para proteger su actividad criminal e impedir y frustrar que la policía descubriera e interrumpiera el alcance total de su operación.
Conspiradores principales
Benjamin Burns, de 25 años, fue condenado a 10 años y seis meses de prisión. Se descubrió que controlaba varios teléfonos de la línea de drogas junto con su amiga Georgie Keating, de 24 años, quien fue sentenciada a 11 años y cinco meses de prisión. Ambos eran de Liverpool.
Burns y Keating trabajaron estrechamente con Thomas Keating, de 43 años, de Liverpool, y Christy Keating, de 24 años, de Cheshire, quienes fueron encarcelados por 10 años y 10 años y cinco meses respectivamente.
Alquilaron vehículos por unas 25.000 libras esterlinas para viajes que duraban entre dos y 15 días. En sus viajes se reunían con otros miembros del grupo para ayudar a establecer nuevas líneas y transportar drogas, dinero en efectivo y teléfonos.