@Noudiari / El arquitecto Xavier Llobet, impulsor de la campaña de Change.org que recogió más de 14.000 firmas para prohibir los fondeos en el Parque Natural de ses Salines, presenta mañana ante el Consell de Ibiza y el de Formentera una nueva solicitud, avalada por el momento con 646 firmas, en la que solicita que las dos instituciones elaboren un estudio de Capacidad de Acogida, esto es, que evalúe la capacidad real de las islas Pitiusas para albergar a los turistas que llegan «en condiciones razonables de bienestar para los visitantes, residentes y el medio ambiente».
Llobet apunta que, para llevar a cabo ese estudio de capacidad de acogida, se debe «estudiar la superficie de ambas islas, las infraestructuras que tienen, la situación de la vivienda y de las plazas turísticas», además de contar con la opinión de los residentes sobre su percepción del tema, con el fin de tomar «las pertinentes medidas políticas, que concuerden con el resultado que arroje el estudio sobre la capacidad de la isla».
En su escrito de solicitud, el arquitecto manifiesta su preocupación por los datos de crecimiento de afluencia turística a las islas, sobre todo desde el año 2000.
«Según los datos de AENA y Ports de Balears, el año 2018 se cerró con un tránsito de 8,1 millones de movimientos en el aeropuerto y 2,9 millones en el puerto de Ibiza», recuerda.
«Las tendencias que muestran las estadísticas de tráfico aéreo en el año 2018, son de un crecimiento del 2,5 por ciento respecto a los visitantes de 2017, mientras que el tráfico marítimo ha tenido un crecimiento hasta septiembre del 12 por ciento respecto al acumulado del mismo mes del año 2018», añade.
El peligro de una afluencia no controlada
Llobet considera que, a la vista de estos datos, y dadas las limitadas dimensiones territoriales y la frágil condición insular, la afluencia no controlada e incentivada a través de campañas de promoción turística «incide negativamente en las condiciones ambientales y sociales de la isla de Ibiza y de Formentera, afectando de manera negativa a diferentes sectores y actividades».
Llobet recuerda que, según la fundación Gadeso, «el 61 por ciento de los residentes en Balears se mostraría favorable a la limitación del techo de visitantes».
«Los residentes -recuerda- se quejan de la masificación de las playas, de los ruidos, los colapsos en las carreteras, los cortes en el suministro de agua, la acumulación de residuos, la saturación de los sistemas de saneamiento y depuración y el aumento de los precios de las viviendas, además de la gentifricación del centro histórico de Vila o de la masificación de fondeos en zonas marinas protegidas».
El arquitecto cree interesante la explicación de ‘Capacidad de acogida’ que se extrae de la Red de Parques Nacionales de España y que es el nivel máximo de visitantes que un área determinada puede soportar con el menor impacto ecológico y el mayor nivel de satisfacción posible de los visitantes.
La capacidad de acogida ecológica determina el número máximo de visitantes por encima del cual comienzan a aparecer impactos críticos y/o irreversibles que la propia dinámica natural de los ecosistemas de acogida no es capaz de restaurar.
La capacidad de acogida psicológica, por su parte, indica el nivel máximo de visitantes a partir del cual comienzan a experimentarse episodios de masificación, hacinamiento e insatisfacción generalizada por parte de los propios visitantes.
Esta definición podría aplicarse a Ibiza y Formentera por ser dos territorios limitados y frágiles que reciben tantos visitantes en un corto espacio de tiempo, según la solicitud.
El solicitante cuenta con abundante información al respecto, ha estudiado en profundidad el tema y considera que los hoteleros deberían ser los primeros en reivindicar este tema ya buena parte de los visitantes que están llevando a las islas a la masificación se suelen alojar en oferta extrahotelera, y muchas veces ilegal. Eso por no hablar del impacto negativo de la masificación para la imagen turística de la isla o los daños a la naturaleza que sirve de reclamo para atraer a esos mismos visitantes.
Llobet tampoco se muestra conforme con «la facilidad con la que las administraciones están permitiendo la legalización de plazas turísticas», aumentando «de manera desorbitada la capacidad de alojamiento» y permitiendo así el colapso de las islas en las puntas de verano.
Llobet no oculta que es militante de Ara Eivissa, pero subraya que esta petición está impulsada por él de modo particular. Lo que sí apunta es que este partido «es el único que incluyó en su programa el tema de la capacidad de acogida y el decrecimiento de las islas», recuerda.
Volem acollir!
Es de sentido común lo que se expone.
todos los territorios son limitados, a veces olvidamos esta afirmación!!!!!!
me hace gracia esta propuesta que en el fondo comparto, pero en la práctica…es muy poco realista y bastante sectaria
eso quiere decir que cuando lleguen pateras podremos no aceptarlos por que se ha llenado el cupo?
eso quiere decir que si el numero limite ya lo hemos superado deberemos echar a los que sobran?, puede que alguno de los residentes que han dicho que están de acuerdo en que sobra gente sea precisamente su presencia la que genere esta sensación!!!!
cuando a alguien se hace una pregunta de este tipo y la respuesta es afirmativa, tiene que hacer una segunda pregunta: ¿por que no marchas él crees que hay demasiadas personas en Ibiza?
FACIL, SIEMPRE SE AFIRMA QUE LOS QUE SOBRAN SON LOS OTROS!!!!!
patético…