La última edición de la Ibiza Media Maratón dejó algunas imágenes impactantes entre los participantes: corredoras exhaustas y temblorosas tratando de cruzar la línea de meta a toda costa con la ayuda de otros participantes. Para Ana Bella Castaño, coordinadora de Fisioterapia de Atención Primaria del Área de Salud de Ibiza y Formentera y participante habitual en pruebas de resistencia, lo vivido el pasado sábado fue un reflejo de un fenómeno preocupante relacionado con el auge en el mundo del running: la falta de conciencia sobre los límites del cuerpo y las consecuencias de llevar a cabo un esfuerzo físico extremo sin una preparación adecuada.
“Fue una aberración”, declara sin rodeos mientras explica como, desde su opinión como profesional, «gran parte de los participantes no cumplían con los requisitos de forma física necesarios para llevar a cabo la prueba». “Luego nos vienen a consulta con lesiones múltiples porque se apuntan sin tener el cuerpo preparado. Se olvidan de que correr debe ser por salud, no por competición”, lamenta.
Desde su puesto en el Área de Salud de Ibiza y Formentera, Castaño observa un incremento notable de lesiones musculoesqueléticas derivadas del auge de pruebas como maratones, medias maratones y competiciones de fuerza. El patrón se repite: personas que sin preparación previa se exponen a un esfuerzo para el que su cuerpo no está preparado.
“No se trata solo de esguinces o calambres”, explica. «Muchas de estas personas no se han hecho ni un chequeo médico básico», señala mientras recuerda que existen también «riesgos cardiovasculares, respiratorios» y que «no todos los daños son visibles inmediatamente”.
En su opinión, otro elemento que agrava esta situación es el carácter turístico de muchas carreras como la del pasado sábado. “Un gran porcentaje de participantes eran extranjeros, seguramente con poco descanso previo y, en muchos casos, con hábitos poco recomendables para alguien que va a correr 21 kilómetros: fiesta, alcohol, deshidratación…”, relata la fisioterapeuta, quien recomienda a los participantes de pruebas de esfuerzo un buen descanso el día anterior y evitar «al 100%» la ingesta de bebidas alcohólicas o comidas en exceso.
Castaño insiste: correr exige respeto por el cuerpo y planificación. Ella misma lleva más de 20 años corriendo, y preparó esta media maratón durante ocho meses. “Entreno cuatro días a la semana, con trabajo de fuerza y sesiones aeróbicas. Y aún así, me puedo lesionar. Imagina quien no ha corrido nunca”, señala.