EFE / Investigadores de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) han publicado un estudio según el cual la ingesta insuficiente de hierro y zinc y de las vitaminas D, C y B12 podría incidir en una mayor mortalidad por covid-19.
El equipo de Nutrigenómica y Obesidad de la UIB, dirigido por el profesor Andreu Palou, expone en la revista internacional «Nutrients» que los países europeos con menor consumo de estos micronutrientes, como España, Italia, Bélgica, Reino Unido y Francia, son los que tuvieron mayor mortalidad durante la primera ola de la pandemia.
El análisis del equipo balear, integrado en el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), se ha centrado en la correlación entre los efectos de la covid-19 en las poblaciones europeas y los grados de consumo de los principales nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmune: las vitaminas D, A, C, B6, B9 y B12 y los minerales hierro, zinc, cobre y selenio.
«La importancia de la nutrición en el funcionamiento saludable de nuestra respuesta inmune es ampliamente reconocida por la comunidad científica, pero, más específicamente, los autores (Sebastià Galmés, Francisca Serra y Andreu Palou) han pretendido identificar qué nutrientes concretos pueden ser más importantes ante la amenaza específica de la covid-19», explica el equipo de la universidad de Baleares en un comunicado.
Se analizó el nivel de ingesta de los diez nutrientes señalados con los indicadores epidemiológicos de la infección por SARS-CoV-2 en diez países europeos y los resultados sugieren que «la ingesta subóptima de las vitaminas D, C y B12, y los minerales hierro y zinc se asocia a una mayor incidencia o mortalidad».
El estudio comparativo pone de relieve también la importancia para la respuesta a la covid-19 de factores genéticos asociados a la asimilación y gestión de los diez micronutrientes claves para el sistema inmunológico.
«Las conclusiones del estudio se refieren al conjunto de las poblaciones en cada uno de los países estudiados y al conjunto europeo, y pueden servir de orientación, pero no pueden extrapolarse directamente a cada persona individual», advierten los investigadores.