Graduada en criminología y ciencias de la seguridad, la malagueña Irene Cabello Rivera, de 29 años de edad, se ha convertido en la primer mujer al cargo de la seguridad de una gran discoteca de Ibiza. Desempeña esta función desde comienzos de esta temporada en Amnesia, donde está al frente del staff que vela por la tranquilidad de los clientes y del negocio.
Es de esas personas de fuertes convicciones, a las que no les asustan los nuevos retos, capaces de alcanzar aquello que se proponen a base de trabajo y sacrificio. Así se convirtió, también, en la primer mujer española en ingresar en la Ultimate Fighting Championship (UFC), la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo. Está capacitada para ser escolta y vigilante de explosivos y cuenta con todos los títulos de seguridad habidos y por haber.
Afirma que no le asusta su nuevo cargo, el de Directora de seguridad de una de las mayores discotecas de la isla, Amesia, ni el hecho de ser la primera mujer que lo ocupa de las grandes salas de Ibiza… Y lo explica con toda naturalidad: «No vamos a negar que es una responsabilidad y un desafío, pero siento que estoy preparada para ello. Empecé en este sector desde abajo, en el control de accesos, y he llegado a dirigir equipos de seguridad. Conozco bien el oficio, por experiencia y porque me he preparado para ello», relata.
El hecho de que una mujer mande en un entorno masculinizado no tiene porqué representar ningún escollo, según ella. «Sé que la seguridad es un mundo muy masculino, en el que casi todo son hombres. Pero me muevo bien en él. Tal vez por la experiencia de haber estado en un deporte como la lucha, en el que ocurre lo mismo, en el que casi todos son hombres, y en el que me he desenvuelto con soltura. Lo principal, en este trabajo y en todos, es estar siempre en tu lugar y hacerte respetar, independientemente de que seas hombre o mujer», explica.
Su debut coincide con la reapertura de discotecas tras dos años de puertas cerradas a causa de la pandemia y se prevé un verano movido en Ibiza. Cabello no entiende que esto vaya a representar un problema para las discotecas, siempre y cuando se haga bien el trabajo, subraya.
«Todo empieza en la prevención, y para ello hay que contar con un equipo de seguridad profesional que sepa localizar los conflictos antes de que se produzcan. Esta es una de las bases, y se consigue estando al tanto de lo que ocurre a tu alrededor. En muchas ocasiones el mero hecho de interactuar con un cliente te aporta mucha información, y eso es fundamental para saber qué puede pasar más adelante», indica.
Sobre el hecho de que en Ibiza se reúnan miles de personas en una sala de fiestas y apenas se produzcan altercados, a pesar de la ingesta de alcohol y drogas, la Directora de seguridad de Amnesia explica que el ambiente que se da en la isla «es diferente» al de otros lugares.
«Primero, aquí la gente viene de vacaciones y lo hace con la idea de divertirse y pasarlo bien, independientemente de todo lo otro. Es decir, por lo general, nadie viaja con la idea predeterminada de buscar conflictos, aunque luego puedan surgir. Por otro lado, el hecho de que no se vean muchas peleas en las grandes salas de fiestas se debe, en gran medida, al trabajo del personal de seguridad, que evalúa los riesgos y los posibles altercados antes de que se produzcan y los minimiza. Esto desde fuera no se ve, pero es así, y depende de que cada uno en su puesto haga bien su trabajo, lo que reduce notablemente los incidentes», comenta Cabello.
Su trabajo, como ella misma explica, no consiste solo en controlar a los clientes, sino que además debe velar por los intereses de la empresa. «No solo es eso, sino que también implica la seguridad en sí del negocio, que no se produzcan robos, que la recaudación de las cajas se haga correctamente… Hay muchos otros aspectos, aparte de controlar que no haya peleas».
Irene Cabello Rivera ha vivido una vida casi de película vinculada al deporte. Ha sido la primera mujer del país que ha alcanzado una plaza para competir en la Ultimate Fighting Championship (UFC) y eso la ha llevado a viajar por medio mundo a una edad muy temprana, vivencias que la han curtido y que más tarde focalizarían su trayectoria laboral hacia el mundo de la seguridad.