Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han desmantelado de manera conjunta y coordinada una organización criminal dedicada a la distribución en Baleares, al por mayor, de cocaína procedente de Cataluña.
La organización estaba fuertemente afincada en las islas desde hace seis años y estaba compuesta por más de una docena de conductores de tráileres que, de manera diaria, introducían 10 kilogramos semanales entre Mallorca, Ibiza y Menorca.
Asì, la distribución y entrega de la droga la hacían conductores transportistas que camuflaban los estupefacientes entre los productos legales que repartían por las islas.
La droga se enviaba, primero, a las islas desde Cataluña mediante camiones de reparto a los puertos de Palma y en mayor medida de Alcúdia. Desde estos puertos las introducían en el resto de islas.
La investigación se inició en Palma a principios del verano de 2022, cuando agentes de paisano detectaron a tres hermanos de origen dominicano que dirigían el tráfico de cocaína entre los locales de ocio de la barriada palmesana de Gomila.
Tras varios meses de investigación lograron identificar al cabecilla de una organización criminal dedicada a la compra de esta droga en cantidades importantes que, a su vez, suministraba diariamente a tres clanes asentados en el poblado chabolista de Son Banya en Palma.
Son los conocidos como el “Clan del Ove”, cuyo cabecilla está en búsqueda desde hace años por orden de la Audiencia Provincial para ingresar inmediatamente en prisión por idénticos asuntos.
La organización mantenía una dura disciplina interna y un extremo hermetismo, con un claro reparto de tareas y jerarquía entre los miembros.
Usaban a conductores de camiones que aprovechaban su trabajo en empresas legales de transporte para efectuar las entregas sin que estas conocieran la actividad ilícita de sus trabajadores.
Los conductores que se retrasaban en las entregas se quedaban sin participar de los beneficios de la siguiente semana.
Los transportistas llegaban cada madrugada a la isla de Mallorca a través del puerto de Alcudia para evitar ser detectados en los controles policiales de Palma. Los investigadores detectaron más de cuatro líneas independientes de suministro, cuyo origen mismo era introducido desde Sudamérica al puerto de mercancías de Valencia y Barcelona, donde se repartía entre los camioneros.
La investigación se ha desarrollado en varias fases: en las tres primeras consiguieron detener a 10 personas en Valencia, Alcúdia y Palma, que se encargaban de hacer las entregas.
El pasado martes de madrugada agentes de Policía Judicial de ambos cuerpos policiales irrumpieron en más de 70 domicilios, 40 en Palma y 33 en Barcelona y Tarragona, donde se ha procedido a la detención de otras 62 personas.
Todos los detenidos son de origen colombiano, dominicano y español y en edades comprendidas entre los 20 y 50 años.
En total suman 72 detenidos en las cuatro fases de la investigación, todos ellos como presuntos autores de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.
La operación se ha saldado, hasta la fecha, con el desmantelamiento de tres laboratorios de procesamiento y transformación de cocaína, donde además de incautar toda la maquinaria y aparatos necesarios, se ha intervenido 485 kilos de pasta de cocaína mezclada con pulpa de fruta, así como 1.100 litros de diferentes líquidos impregnados con cocaína.
Se está a la espera de separar las diferentes sustancias para determinar el peso exacto de cocaína que se ha intervenido en los laboratorios, si bien los investigadores estiman que una vez procesado pueden rondar los 1.100 kilos.
Además se ha intervenido 63 kilos de cocaína que estaba compactada en paquetes, conocido como “ladrillo” y que era la forma de cómo se distribuían en las islas.
También se ha intervenido 90 kilos de ketamina, una sustancia muy peligrosa para la salud y cuyo consumo se ha incrementado en Mallorca, mucho más que la cocaína, alertan.
También se ha intervenido más de 3.300 pastillas de éxtasis, diferentes cantidades de marihuana y hachís, 460.000 euros en efectivo, nueve vehículos, varias armas de fuego y 500 kilos de sustancia de corte.
Igualmente se han incautado quince gallos de raza combatiente español, dos loros Amazonas y cuatro perros.
Los líderes de la organización destacaban por llevar un alto nivel de vida «materializado en coches y casas de lujo, gracias a las altas ganancias monetarias».
Cada camionero obtenía un sueldo extra de 2.000 € semanales.
Algunos de los grupos criminales de origen sudamericano que integraban la organización tenían conexiones con narcos gallegos y franceses.
Con esta operación se desarticula la mayor organización criminal introductora de cocaína detectada hasta la fecha, saldándose con la mayor incautación de cocaína.
Para ello ha sido imprescindible la colaboración conjunta de cinco grupos de investigación de la Policía Nacional y Guardia Civil, tanto de Mallorca como de Barcelona a lo largo de un año y medio de investigación, con dedicación exclusiva por parte de los agentes debido a los constantes cambios de conductores, camiones y las medidas de seguridad adoptadas por los investigados.