Una pareja ha puesto una reclamación patrimonial e iniciará acciones legales contra el Servicio de Salud de Baleares tras perder a su bebé de 32 semanas y dos días en el hospital Can Misses de Ibiza el pasado 12 de julio a causa de lo que ellos aseguran que fue una «rotunda negligencia médica».
Por una parte, acaban de presentar la reclamación patrimonial. «El dinero nos da absolutamente igual», explica a Noudiari la madre, Elisabet Sánchez, que relata que esta reclamación «es una parte de este proceso» que han puesto en marcha. «No me van a devolver a mi hijo, lo que quiero es que se haga justicia», afirma la mujer en conversación con este medio.
En el escrito de reclamación al que ha tenido acceso Noudiari, el matrimonio explica que estaban esperando un hijo, para el que ya habían elegido el nombre de Jesús, cuando, la mañana del 12 de julio de 2022, Elisabeth Sánchez, en su octavo mes de embarazo, se despertó con fuertes dolores abdominales y vómitos que le hicieron ir directamente al Hospital Can Misses.
La entrada en Urgencias fue a las 9.45 horas de la mañana y fue conducida a uno de los paritorios.
«Allí fue atendida por una matrona y, muy brevemente, por el ginecólogo, cuya homologación en su especialización se pone en duda en el presente escrito y acreditación de ello se deberá probar de contrario», escribe su abogado.
Éstos le realizaron una ecografía vaginal, «tras la que le dijeron que todo estaba correcto», además de una solicitud de analíticas de orina y sangre, y se le suministraron analgésicos para el dolor.
«Tras estas actuaciones, a las 10 de la mañana, se le colocó monitorización fetal, pudiendo oír de forma clara y regular el corazón del bebé. A pesar de ello, los insoportables dolores proseguían», relatan los denunciantes en su escrito de reclamación.
La mujer recibió entonces «medicación, indicándole que era para la maduración de los pulmones del bebé, así como con antibióticos, achacando que tenía una infección de orina y, asimismo, indicándole el ginecólogo la sospecha de apendicitis», añaden.
Un cirujano, después de la exploración, «determinó que en absoluto era una cuestión de apendicitis».
Después le colocaron monitorización fetal «y ya no hubo respuesta. Se achacó a la falta de batería de la máquina, si bien se volvió a realizar una ecografía de forma urgente, en la que sorpresivamente si apareció el ginecólogo y ya pudieron ver la colosal negligencia cometida, por lo que se le realizó una cesárea urgente por la bradicardia que estaba padeciendo el bebé», añade el abogado.
Nada se pudo hacer entonces y el resultado fue muerte fetal. En concreto señalan como causa de la muerte: «Óbito fetal intraparto por desprendimiento de placenta y preeclamsia».
La hora de este resultado fue «casi a las 15:00», añaden.
«Es de capital importancia que Doña Elisabet Sánchez Blanco llegó a Urgencias a las 9.45 horas de la mañana, y a su ingreso el corazón del bebé estaba latiendo, pero los dolores que sufría la gestante ya eran indicativo de que el bebé estaba en sufrimiento fetal, corroborado por los registros de la monitorización, sin que los profesionales actuantes apreciaran la gravedad de lo que estaba ocurriendo y que llevó al fatal desenlace», insiste el abogado.
Por todo ello y algunos detalles más que constan en la reclamación, el abogado apunta que los médicos y especialistas que atendieron a Elisabet Sánchez Blanco en el Hospital Can Misses son los responsables de la muerte del bebé que esperaba «por vulneración de lex artis, falta de diligencia, no utilización de medios a su alcance, error de diagnóstico, pérdida de oportunidad y en cualquier caso desproporción de resultado».
«Es evidente que Doña Elisabet Sánchez Blanco y Don Junior Orestes Miraglia Carvalho [su pareja] confiaron en el Hospital Can Misses y no tenían el deber de soportar lo sucedido» , apunta el letrado, que considera «indiscutible que el error y retraso en el diagnóstico y la evolución que tuvo éste, al no ser tratada desde el minuto uno de lo que verdaderamente era su dolencia, son consecuencia de la actividad y falta de actividad de los referidos profesionales sanitarios».
Concluye que la lesión producida «consiste en el fallecimiento de Jesús, hijo de los reclamantes, en óbito fetal, por el retraso en el diagnóstico, unido a la falta de diligencia y de uso de medios a su alcance» es más que motivo suficiente para la reclamación patrimonial.
La madre, en conversación con este medio, relata que antes de la reclamación patrimonial enviaron un burofax «que no tuvo respuesta». Los padres aseguran que irán hasta las últimas instancias hasta conseguir justicia en este caso. «Iniciaremos la vía judicial y llegaremos hasta el final», afirma la madre.
Los hechos que describen han causado estrés postraumático y un profundo dolor a la familia, subrayan.
Por parte del Área de Salud de Ibiza y Formentera no harán declaraciones sobre este asunto ya que los reclamantes están en su derecho legítimo de acudir al órgano competente y allí se dirimirá la responsabilidad o no de esa reclamación.
Imposible, el hospital dice que no.
Ánimo a estos padres y ánimo a todo aquel que sospeche que ha sufrido una negligencia a denunciar..que puede que sea un porcentaje elevado de atendidos en Can Misses (desde negligencias leves a graves…). La situación es muy grave, no tenemos profesionales, especialistas que no lo son, y médicos sin especialidad haciendo de especialistas cuando no tienen formación ni experiencia en dichas especialidades (como en oncología…que no sé sabe los de son Espases que vienen qué especialidad tienen o si son oncólogos…o no). Insisto, la situación es muy muy grave y repercute en nuestra salud, estamos solos y desamparados y no atendidos…cuando pagamos impuestos igual que en Mallorca. ¿Qué narices pasa? ¿A qué espera el mismo Consell d Eivissa a denunciar?? es una burrada lo que está pasando, si todos denunciáramos o saliéramos en prensa tendría que dimitir todo el mundo…empezando por Carmen Santos…
Hay que denunciar más…si todas las negligencias se denunciaran y salieran en prensa quizás cambiaría un poquito la cosa