Una profesora de Mallorca que aceptó una plaza de docente en Ibiza para no perder el orden de preferencia en la lista de interinos relata en el programa La Tarde, de la cadena Cope, cómo ha sobrevivido en Ibiza durante cinco meses sin un techo bajo el que cobijarse. La historia que explica en la radio pone los pelos punta. Madre de dos niños, el mayor de dos años, decidió embarcar su coche con destino a la isla sin pensar que este iba a convertirse en su casa.
Sabía que encontrar una casa o una habitación en la isla era complicado por el elevado precio del alquiler, pero no creía que iba a ser imposible. Al principio, pensó que le iba a tocar dormir en el coche por espacio de dos o tres días, pero jamás que iba a ser por cinco meses, como así ocurrió. Su plaza era de media jornada con una remuneración de 1.000 euros al mes, lo mismo que le pedían por una habitación doble compartida. Por un piso pequeño de una única habitación le pedían 1.800 euros, señala.
Sus hijos se quedaron al cuidado de su pareja y ella llegó a Ibiza en septiembre. Pasó calor a principio de curso y frío intenso durante los últimos meses del año, según dice. Decidió aparcar y dormir en el aparcamiento del Hospital de Can Misses, un lugar con vigilancia de día y de noche y que le proporcionaba cierta tranquilidad. Su sorpresa fue ver que no era la única que había optado por esta posibilidad. En el mismo párking pernoctaban también desde trabajadores de la hostelería que habían venido a la isla a hacer la temporada hasta personal de los cuerpos de seguridad del Estado en un total de ocho vehículos diferentes.
«La primera noche aparqué y cuando me puse a descansar vino el vigilante de seguridad y me preguntó si me iba a quedar a dormir. Muerta de vergüenza, le dije que sí. Y me pidió que pusiera el coche en un lugar más retirado pero dentro del mismo aparcamiento, que fue donde vi que había otra gente trabajadora que dormía, como yo, en el coche», explica Kenia, profesora de instituto, en la Cope.
El pasado invierno fue especialmente frío en Ibiza, pero hasta después de las vacaciones de la pasada Navidad Kenia no encontró una habitación -doble compartida con un biombo de separación entre ambas camas- en la que alojarse. Eso sí, a un precio de 490 euros al mes más gastos. Es una más, una historia más de las muchas que se producen tanto en Ibiza como en Formentera en todo lo relacionado con la vivienda, que está por las nubes.
Y este problema ya no solo afecta a las personas que vienen de fuera, sino a muchos ibicencos. A jóvenes que no pueden emanciparse debido al alto coste de la vivienda y personas nacidas en la isla, donde han vivido desde siempre, que ahora, con hijos y dos nóminas en casa, no pueden asumir el precio del alquiler y los gastos corrientes.
En el mismo programa de la cadena Cope entrevistan también a Álex, otro profesor de Mallorca al que le dieron plaza en Formentera. Afirma que era imposible encontrar nada por menos de 4.000 euros, y no era una mansión, relata, sino un pequeño piso de cuatro habitaciones.
Durmió en una tienda de campaña, y estuvo a punto de arrojar la toalla. Hasta que una persona de la isla le ofreció un espacio donde poder estar durante su estancia por trabajo. Asegura que conoce varios casos similares al suyo de compañeros que, después de vivir una experiencia así, en Ibiza o en Formentera, han acabado de baja médica por depresión. Al igual que Kenia, Álex cogió la plaza para no perder su posición en la lista de interinos y ser penalizado, además, con dos años sin poder acceder un puesto en la conselleria de Educación.
Sin embargo, con el tiempo ha desistido. No quiere volver a vivir lo que le pasó. Ha encontrado un trabajo de jardinero en el que dice que está muy a gusto y en el que va a seguir hasta que le salga una plaza de profesor en Mallorca, porque no se ve con ánimos ni ganas de repetir la experiencia vivida en Formentera y que se da, de la misma manera, en Ibiza. Cree que una de las soluciones que darían cobertura a este problema es la construcción de viviendas exclusivas para funcionarios en ambas islas, dice, puesto que lo que ocurre puede llegar a ser un inconveniente serio a la hora de poder contar con médicos, policías o bomberos, entre otros gremios.
Estas historias personales de superación laboral están muy bien…pero no me acaban de cuadrar. Si durmió en el coche es porque no quiso pagar un alquiler. ¿No había habitaciones en pisos compartidos? ¿de verdad? ¿y dónde buscó? también se puede optar por pagar un hostal, los hay a precios muy económicos…Que la vivienda es cara sí, pero para todos y que si es algo temporal hay otras opciones para no tener que dormir en un coche también…pero la pela es la pela y querer trabajar, puntuar, cotizar y encima que salga gratis sin gastar nada porque es temporal también es la cuestión. Que una profesora no pueda pagar nada es un insulto al resto de población trabajadora que sí que trabajamos y lo pagamos.
Ella ha explicado su experiencia y el otro docente destinado a Formentera también. ?Porque no quieres creer su relato? Todos sabemos que la situación es crítica, y hay que buscar solución. Los propietarios abusan con los precios de alquiler. No hay solidaridad entre los ciudadanos en este tema.
@mari. No se si usted ha tenido que buscar alojamiento últimamente, pero corroboro que ésta docente dice la verdad. Y los hostales se llenan de trabajadores de la construcción de fuera, así como los bungalows de los campings que ya son residencias habituales
Mientras tanto las autoridades, quizás con buena intención, no dejan que entren autocaravanas o les hacen la vida imposible a sus habitantes, mientras sucede que hay funcionarios viviendo en un parking.
¿Hay solución? No hay creo, y menos mientras los tenedores suban tanto los precios en situaciones límite, como por ejemplo en el verano… Y está pasando en todo el país, no solo en Ibiza. Y se llama avaricia, y por tanto regulable.
La carestía de la vida, no es mayor debido al precio de los carburantes, sino al precio de la vivienda.
Dicen que sube porque la gente lo puede pagar, y no es verdad, la gente lo «debe» de pagar o tiene que dormir en el coche o en un chabolo.
¿Vivienda social? No es la solución. Ya hemos visto que los sistemas comunistas se descomponen… Pero si se puede regular la entrada de autocaravanas, y seamos claros, así favorecer a los tenedores porque no hay opciones aparte de alquilarles ellos, también se podría regular el precio de al menos muchos apartamentos y pisos que se ofrecen que son verdaderos cuchitriles, mucho peores que una autocaravana, pero por los que hay que pagar la mitad de un salario.
Es una vergüenza que está pasando en las islas!
Para el último agujero piden por lo menos 600,-€ mensuales + agua y luz y en muchísimos casos tienes que pagar sin recibo!!!! Hola hacienda!!! Y cuando viene julio y agosto tienes que salir, entonces pueden cobrar para estos agujeros 100-150 al día!! Me parece una impertinencia que el aspirante no puede escoger su destino el mismo. Ya se sabe, en estas islas jamás habrá bastante construcciones para gente trabajadora, aquí solo se construye de lujo, lujo, lujo!
¿En esta isla? yo diría que en cualquier lugar dónde la oferta sea reducida y la demanda desmesurada. Yo lo qué aún flipo es que venga a criticar y criticar y criticar..y oye…aquí todo el mundo…En Cáceres hay alquiler más económico y trabajo en el campo y ganadería…pero eso no tiene tanto glamour no?
Multazo y precinto a los miles de pisos turisticos ilegales y en un año no hay problema de vivienda.
Yo nunca alquilare mi vivienda por años, los inquilinos dan muchos problemas, prefiero tener el piso cerrado.