EFE / Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de Palma ha confirmado una multa de 12.000 euros a un bar de Sant Josep por una infracción muy grave al incumplir la ordenanza municipal de ruido y vibraciones.
Los hechos se remontan a septiembre de 2016 cuando, a raíz de una denuncia, se realizaron mediciones sonométricas que detectaron que este establecimiento superaba en decibelios el límite sonoro permitido, según explica el escrito judicial.
El propietario presentó alegaciones que, entre otras cuestiones, rechazaban que se aplicara el límite sonoro de horario nocturno que comienza a las 23.00 horas y permite un máximo 50 dB.
El dueño defendió que las mediciones se habían realizado dos minutos antes, a las 22.58 horas, todavía en horario vespertino, con 60 dB de límite.
La objeción fue aceptada por los técnicos, que rebajaron por la vía administrativa el exceso de ruido a 20 decibelios. Este cambio fue uno de los argumentos empleados por el dueño para pedir, mediante un recurso, la nulidad del procedimiento.
Sin embargo, esta petición ha sido desestimada por el juez ya que el ruido superaba igualmente los 15 decibelios de exceso fijados por la normativa y que considera que se trata de una infracción muy grave.
El juez también ha rechazado otros argumentos del recurso y ha confirmado la multa al propietario del bar.
¿Y el nombre del bar, o es hacerle propaganda?
Ahora solo falta que multen al motero H. P, que vive debajo de mi casa y mete ruido con su P. moto.