@David Ventura/ El franquismo, como enemigo que era de cualquier tipo de belleza, se dedicó a llenar la geografía española de fealdad. Ya sea mediante planes urbanísticos desquiciados, mediante la aniquilación de una parte importante del patrimonio histórico y artístico, o diseminando por la península todo tipo de monumentos de dimensiones ciclópeas de aspecto severo y aterrador. El franquismo se dotó de una serie de artistas de cámara que llevaron por todos los rincones del país la Buena Nueva mediante una férrea consigna de fealdad. Uno de los artistas que se aplicó con mejor eficiencia a esta labor fue el escultor extremeño Juan de Ávalos, autor de una obra absolutamente imprescindible: el grupo escultórico del Valle de los Caídos, la definición en piedra de todo lo que significó el Franquismo, la mejor representación plástica que se haya realizado jamás del Terror. En el Valle de los Caídos encontramos el talento de Ávalos proyectado hacia un estrepitoso apoteosis.
Sin embargo, en contra de lo que se piensa, Ávalos no fue franquista. En su juventud fue militante del PSOE, en el año 1940 fue depurado por su escasa afección al régimen y se le prohibió dar clases o ingresar en cualquier institución artística, lo que provocó su exilio a Portugal y América Latina. No obstante, en 1951 decide presentarse al concurso público para las obras del Valle de los Caídos y resultó ganador, lo que constituyó una auténtica broma del destino. Contemplando su obra en el Valle, nos parece absolutamente increíble que alguien que no fuera un “creyente” en la causa nacional-católica metabolizara de esa manera tan fiel la esencia del Régimen. ¿Es posible que alguien que no fuera nazi filmara ‘El triunfo de la voluntad’? ¿Es posible que alguien que no fuera fascista hasta el tuétano esculpiera El Valle?
Pero olvidémonos del archiconocido Valle de los Caídos porque existe un obra de Ávalos que vale una visita y que ha tenido una existencia, como mínimo, azarosa: es el Ángel de la Victoria de Valdepeñas o, como le llaman algunos, el Ángel del Fascismo. Se trata de una descomunal escultura flanqueada por dos haces verticales situada en lo alto de un cerro desde donde se domina la ciudad manchega de Valdepeñas. En el año 1976 la organización terrorista GRAPO quiso volar este símbolo franquista con un artefacto explosivo, pero tuvieron tan poca pericia que el terrible ángel soportó la explosión aún a costa de sufrir una impactante mutilación: toda la figura de piedra -con la excepción de las manos y la empuñadura de la espada- saltó por los aires, pero se mantuvo en pie la estructura metálica de su interior. De esta manera, el hierático y marcial ángel se convirtió en una obra de vanguardia, un puzzle metálico que todavía se eleva suspendido como por milagro, convertido en una nube metálica a punto de caer.
La historia de esta escultura nos demuestra que ninguna imagen es inocente y que cualquier forma de expresión artística está cargada de política -el Arte es política, como el futbol, como cualquier expresión humana-. No obstante, treinta y cinco años más tarde, la ruina del Ángel no significa nada. A día de hoy prácticamente nadie sabe qué significa o qué demonios es exactamente esa cosa.
Es aconsejable, antes de hacer una parada en Valdepeñas para observar el estado actual de la estatua, echarle un vistazo a fotografías del Ángel anteriores al atentado. Si se incluyen las palabras ángel y valdepeñas en el buscador de internet Google encontraremos algunas fotografías interesantes, como las que realizó durante la década de los sesenta del pasado siglo el manchego Carlos Sánchez González. En su blog, este fotógrafo nos muestra tres imágenes estremecedoras del Ángel. El aspecto se ajusta a todos los cánones de la estatuaria fascista: se trata de un mazacote de piedra de enormes dimensiones, monstruoso, flanqueado por dos haces verticales -símbolo muy querido por el fascismo italiano- y que continúa la iconografía terribilista inspirada en los dioses vengativos del Antiguo Testamento, concentrado en su papel de miembro armado de la milicia celestial en postura de firmes, hierático, vestido únicamente con una larga túnica, rostro impasible, mentón alzado al más puro estilo mussoliniano, alas desplegadas y manos extendidas con las que sostiene una espada con la punta girada hacia el suelo. No es un Ángel de la Paz. Se trata, clarísimamente, de un Ángel de la Victoria, de un Ángel armado, amenazador, de un Arcángel San Miguel, jefe de los Ejércitos Celestiales dispuesto a levantar su espada ante quien discuta su autoridad o la de su Dueño y Señor. Una obra violenta, pesada, enfática, fea, monumental. Una obra impactante y, a su manera, subyugante. Una obra tan agresivamente fascista que el GRAPO decidió volarla.
Treinta y cinco años más tarde del atentado, los restos del Ángel continúan coronando el cerro de Valdepeñas, aunque su acceso no está señalizado y el camino es casi impracticable. En mi caso, pasé de largo un par de ocasiones y, durante casi una hora, estuve dando vueltas autovía arriba y autovía abajo buscando infructuosamente el desvío de entrada. Aviso para visitantes: la única forma de acceder al Ángel es tomando la autovía A-4 en dirección sur-norte, rodear la ciudad sin perder la referencia visual del cerro y, una vez ya hemos superado la última entrada a Valdepeñas, hay que estar atento y girar por un sendero de graba que surge a la derecha de la carretera. Repito: la entrada no está señalizada. Una vez encaminados, ya no tiene pérdida.
El panorama que nos espera al coronar el cerro es desolador. Unas torres de comunicación rodean al Ángel y afean el conjunto. El suelo está lleno de porquería: brics de vino, botellas, restos de cigarrillos, vasos de plástico y otras inmundicias que nos indican que estamos en un sitio escogido por algunos jóvenes valdepeñenses para hacer botellón. Incluso se ven algunos preservativos. Un ambiente de pobredumbre general parece contagiar al antiguo Ángel victorioso, convertido ahora en un extraño, bizarro e incomprensible puzzle de hierro. Contemplada in situ, la ruina mantiene un magnetismo y una capacidad de sugestión abrumadora. Los dos haces que enmarcan al Ángel permanecen intactos, pero la estatua está prácticamente desaparecida y de las placas de cobre originales sólo sobreviven las manos y la empuñadura de la espada, que parecen flotar en el aire. La estructura de hierro del Ángel, con sus alas inmensas abiertas hacia atrás, parece un espectro misterioso e irreal. Es como el fantasma de las Navidades pasadas, pero aquí reconvertido en el fantasma del Fascismo.
Para las autoridades municipales de Valdepeñas, el Ángel filonazi es como uno de esos regalos que nos hacen los suegros y que desearíamos tirar a la basura pero, como nos resulta imposible, decidimos guardarlo en un cajón que jamás se abre, en el rincón más oscuro de un armario o en la estantería menos visible de la casa, donde esperamos que un piadoso manto de olvido lo vuelva invisible a nuestros ojos. No se ha hecho nada para restaurarlo pero tampoco se ha aprobado su demolición. Se han instalado unas feísimas antenas a su lado, se ha permitido la degradación de su entorno y no se ha hecho nada para limpiar ni restaurar su base. A su manera, el Ángel es como un símbolo del Régimen. Algo que está desubicado, fuera de sitio, que no encaja, que no pinta nada, pero que, a la vez, es demasiado grande como para no nos sintamos aludidos. Sin embargo, su invisibilidad a ojos de los valdepeñenses también puede servirnos de metáfora de lo que es el franquismo para muchos españoles: algo que no existe porque, sencillamente, o no se había nacido cuando existía o se era demasiado joven como para acordarse. En el pueblo, la polémica sobre si el Ángel debe retirarse o no, no interesa a nadie. Con la excepción de una minoría politizada, para los ciudadanos de Valdepeñas el Ángel, sencillamente, no existe.
Dicen que toda forma de expresión artística o arquitectónica esconde detrás una dimensión ideológica. Nada es inocente. Una línea recta no sólo es una línea recta, también nos indica una dirección, un punto, un lugar al que mirar, una dirección que seguir. Cuando España necesitó reafirmarse como Imperio ante las potencias que le amenazaban en el siglo XVII, optó por el lenguaje estético que dominó aquella época, el barroco, una estética basada en grandes tamaños y curvas retorcidas y crispadas, un estilo que desde entonces se ha ligado indisolublemente al Nacionalismo Español. El fascismo, en cambio, es un hijo del siglo XX y la Europa de entreguerras y encontró su propio lenguaje en las formas puras de la arquitectura racionalista, despojándole de toda la dimensión humanista que le había aportado la escuela Bauhaus.
El franquismo intentó una síntesis imposible entre ambas estéticas y el régimen vivió violentas disputas entre falangistas y integristas católicos. A partir de los años cincuenta, la única ideología del Régimen fue la conservación del Poder, y por este motivo la grandilocuente estatuaria de Ávalos se asemeja a una gesticulación inútil, al envanecimiento fútil del borracho de taberna, a un aullido de victoria hecho piedra que ya no pretende convencer a nadie sino, a lo sumo, recordar el horror. No olvidemos que, a mediados del siglo XX, una avenida no era ancha sólo para que pasaran más coches sino para ofrecer el escenario perfecto para un desfile.
¿Es posible despojar completamente a este Ángel torturado de cualquier significado político y contemplarlo solamente como la ruina que es? Parece que sí, que la mayoría de ciudadanos de Valdepeñas lo han conseguido. Sumido en estas reflexiones, contemplo el paisaje que me brinda el cerro: Valdepeñas y sus área polígonos industriales. Más allá, la llanura infinita.
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Una corrección el gentilicio es Valdepeñeros y no Valdepeñenses. Un saludo
Que sean dos: grava por graba.
Otra corrección, precisamente Juan de Ávalos, que trabajaba por encargo, estuvo afiliado al partido socialista
Otra corrección todo el mundo en Valdepeñas, conoce el Ángel y su historia, no se de donde eres, pero desde luego se nota que desconoces absolutamente la historia de Valdepeñas y el conocimiento que los valdepeñeros (y no valdepeñenses, que hasta ahí llega tu ignorancia) tienen de sus raíces
Se nota que escribes de oído y sin conocimiento de la realidad.
Todo lo que has escrito rezuma despecho político y tus ideas al respecto.
Intentas politizar algo que para la mayoría de los valdepeñeros representa a Valdepeñas, es un símbolo, pero no un símbolo político porque es cierto que la gran mayoría de los jóvenes no saben de dónde viene, pero si saben TODOS los valdepeñeros, jóvenes y mayores, que viven fuera cuando regresan, es que cuando lo ven a lo lejos, ya están en casa. Eso es lo que representa en la actualidad el Ángel para la gente de Valdepeñas. No pretendas, con ignorancia, describir el significado de algo que te viene grande y se nota que desconoces absolutamente
En tu ignorancia, ni te has documentado, mira, entérate: «Antes de la guerra el escultor se afilió al Partido Socialista en su Mérida natal y tras el conflicto armado su pasado político le pasó factura hasta el punto de aparecer en un Boletín Oficial del Estado de 1942 como falto de afecto al Régimen. Esta presión, unida a la dificultad para encontrar trabajo le llevaron a exiliarse en Portugal, donde permaneció durante varios años.»
PESADA!!!
Ignorante!!!
¿Dónde está Valdepeñas?
Esas preguntas, se hacen aún a riesgo de parecer ignorante o de no saber manejar google?
Valdepeñas está en la provincia de Ciudad Real, en Castilla La Mancha, a 200 km. de Madrid y a otros 200 km. de Córdoba, justo en la mitad, en la autovía A4.
Fiti, no me importa decirte donde está Valdepeñas, pero o eres extranjero o no me puedo creer que no lo sepas, pues es una ciudad mundialmente famosa por sus vinos
Sí, yo cuando viajo por el mundo y digo que vengo de Ibiza se ponen a dudar, pero luego dicen «a sí, la isla junto a la península donde está Valdepeñas, qué vinos, increíbles».
maldito sea el pueblo de los demonios donde una familia maldita vive y por su causa todo el pueblo a quedado manchado y por su causa el pueblo entero justos y pecadores pueden ser sepultados,maldita familia,maldita mujer mezquina y mala ,la madre de mi hija,la que crei persona verdadera a venido a descubrirse como un engendro de satanas,si supierais lo que hace si supierais lo que esta haciendo,incredulos locos,creen que el alma es cosa de risa,creen que la senda recta se sigue pisoteando al debil,engañando y manipulando,destrozando a su antojo,maldito satanas que habita en vuestro pueblo,por su causa todos estais en peligro,por su causa,maldita bruja serpiente antigua,creeis que el dinero y la seguridad de vuestros engaños os salvaran,maldita rebelde de la ley y de los ejercitos de su creador,a destrozado todo,a envilecido lo mas sagrado,maldita estirpe diabolica,,el angel que habeis abandonado y tomado a risa es solo un signo de la miserabilidad,este solo era piedra y hierro,esperad,malignos torturadores,pues la espada verdadera segara un dia a aquellos que tomaron a burla todas las palabras,toda alma quebrantada,todo corazon en duelo y sufrimiento por la maldad que crece y trastorna las almas mentes y corazones de los justos,maldita sea la bruja esquizofrenica enferma de odio y envidia a lo santo,desgraciados sin fin aquellos que han trabajado para que semejante crueldad se mantenga y no cese,triste triste esta mi alma y sin gana de vivir,valdepeñas a quedado atras,valdepeñas y la mala ralea que en su tierra habita,justos y pecadores,triste triste dia para el pueblo que por causa de los demonios a quedado escrita para la maldicion
Seguro que eres un Zombi rápido, jejejeje
Todo lo que escribes rezuma resentimiento. De pequeño pasaba a menudo por Valdepeñas con mis padres y jugábamos a ser el primero en divisar el ángel.
Después de 30 años, he vuelto a recorrer la provincia de Ciudad Real. He visitado muchos pueblos, plazas…en Valdepeñas he subido al ángel y me ha dado tanta lástima que no he querido parar en el pueblo.
No era un monstruito, ni daba miedo ni las pamplinas que comentas. Bastaba cambiarle el nombre, ángel de la paz o de Valdepeñas, mantener la zona decentemente limpia…y Valdepeñas conservaría un bonito reclamo turístico.
¡Hay que ser
zopencos!
Acabo de pasar por Valdepeñas y acabo de ver el ángel. Me ha parecido interesante buscar información de este monumento y me encuentro con esto…
Un post donde huele a política roja desde lejos.
Me da mucha pena que hables así de un monumento español, y que el GRAPO destruyó, como bien dices.
Juan de Ávalos es un escultor muy reconocido en España, y por lo tanto el monumento debería ser un bien de interés cultural, no tenerlo desprotegido.
Como bien han dicho, es un referente para todos los valdepeñeros, para toda Castilla la Mancha y para toda España.
Vergüenza debería darte hablar así de estos monumentos.
Se me ponen los pelos de punta cada vez que veo la foto de como era el monumento y lo que es ahora.
No tenía ni idea de su historia, y eso es lo único que saco de provecho de este post, lo demás de que si es un monstruo, me da penas y vergüenza.
Un saludo, y sigamos conservando estos bienes
David date una vueltecilla por el colegio a ver si primero aprendes a escribir, y luego un poquito de Historia, pedazo de ignorante.
SO PENCO, CENSO, GORIO, ESTEZÓN a ver si vienes por aquí que te vamos a calentar los hocicos y el lomo un poco pa´que no lleves frío.
Solo se que cada uno es libre de escribir lo que quiera, pero informado. Y si se equivoca el que escribe no es cuestion de faltarle el respeto. Para mi el Angel deberia ser restaurado por el bien de la histori de España.
Olvidaba decir que España es el unico pais que no cuida su historia. Como van a saber nuestros hijos de historia de España, si no protegemos nuestros monumentos. VERGONZOSO. Hagamos un esfuerzo por entender todas las luchas. Ni de derechas ni de izquierdas solo España.
Alberto, tu alucinas. Esta gente está en plan revanchista y llevan 40 años lavando el cerebro a la gente e intentando borrar y mentir sobre el pasado . De ellos no esperes nada. Odian a España y les produce urticaria todo lo que no sea el resentimiento y la envidia.
Vaya bodrio de artículo, incapaz de terminar de leer, ya el inicio es demoledor, maximalista, sectario y absurdo.
El arte no entiende ese lenguaje, la ideología si. Y aunque la ideología se haya servido del arte el arte arte es.
Yo podre denostar el fascismo de Hitler, la dictadura de Stalin o el nacionalcatolicismo de Franco…. Y no por ello dejare de admirar las fotos de Lennie, la plaza roja d Moscú o la Basilica del Valle de los caidos y su conjunto monumental… Y si me cultivo, leo, informo etc ese mismo arte me llevara a intentar entender, comprender, asmilar, estudiar la historia.
Algunos otros, con lección aprendida o con ganas de enseñar lecciones enseñadas …. pues prefieren y desean volar Palmira.
Una cosa…
Los GRAPO eran y fueron una suerte de chorizos asesinos que como otros muchos usaron el termino antifascista para definirse si bien, como otros grupos…. ellos eran los auténticos fascistas, fascistas siempre glorificados por algunos cretinos desinformados o lo que es peor… cretinos que no se quieren informar o lo que es aún peor… cretinos idiotas que son fascistas engañatontos.
De acuerdo con todos los que desean superar los revanchismos y el odio sectario. Juan de Ávalos era un gran escultor y el ángel significa algo muy íntimo para los valdepeñeros.
Coincido especialmente con «Anda que» en su acertada definición de los grapos, concepto extensible al Frap de Iglesias y a los asesinos en serie de eta
Como Valdepeñero y defensor de la historia de España, bien desearía que nuestro Alcalde iniciara la restauración de esta escultura, la iluminase y adecentase su recinto… pues al igual que se destina el dinero público a otras esculturas por el centro de la ciudad y de menor calidad…
Que le cambien el nombre si es necesario, pero que la restauren y le otorguen la protección que se merece, pues es un referente no solo para Valdepeñas, sino para todos los españoles que la verán dirección Andalucía o Madrid. Es un monumento grandioso digno de restaurar y no de arruinar, que lógicamente daría a conocer aún más a Valdepeñas.
La verdad es que da pena la incultura, la ignorancia y el resentimiento que pueden tener algunos blogs que te encuentras por internet, (digo esto al margen de cuestiones políticas) eso sí que son verdaderos atentados con carga detonadora, en vez de fomentar la cultura y el arte sirven para despellejarlos. La ignorancia es muy osada, pues no sólo emites tus opiniones como dogmas, si no que hablas por boca de una población, de sus símbolos, de la que ni siquiera sabes su gentilicio. Es un reportaje digno de darle de baja rápidamente pedir disculpas y aprender arte, historia y también ortografía.
WHAT
Perdon?escultura éso?. Esta mil veces mejor ahora que antes de la bomba
Un poco de respeto para el creador del blog, no se como a los vecinos de pueblo no les da verguenza tener eso ahí…lo que queda de esa estructura es pura mierda, podrian quitar esos 4 hierros(algun gitano seguro que saca algo por ellos), dejar los dos pilares y adecentar esa zona.
El autor de esta diatriba es un analfabeto integral, además de un resentido ignorante, sin conocimiento alguno de Valdepeñas.
Vaya. Palabrería totalitaria teñida de ese fascismo izquierdoso tan del gusto de los nazional-socialistas. Aunque vaya aderezado con datos históricos se trasluce ese rencor larvado por la pérdida de la inocencia. Un buen caso para un psicólogo clínico, si es argentino mejor. En fin, con estos bueyes hay que arar.
Sin entrar en la opinión política de la que el autor de esta entrada tiene todo el derecho a tener y obviando la irrealidad de conocer los anhelos de los «valdepeñeneses» que el autor dice conocer y que os aseguro que sólo responden al mundo de la fantasía del propio autor, me gustó la idea del artista local Gregorio Prieto, quien planteó recuperar la zona, dejar el caparazón del Ángel tal cual está y poner una enredadera u otra trepadora en la base del caparazón para que lo colonizara al tiempo que le proporcionaba cierta estabilidad.
Sin duda, Gregorio Prieto que no era muy franquista 🙂 dió con la clave… las cosas son como son y a veces es bueno dejarlo estar, ni demoler ni restaurar, reconvertirlo parar todos los valdepeñeros, darle empaque artístico y como han dicho más arriba, saber que ya estás en casa cuando lo ves desde muy lejos en nuestra llanura manchega.
O eso o vamos a preguntar a los yihadistas como se organiza una demolición de la historia como en los monumentos de Siria.