La celebración hoy de la fiesta del Vuit d’Agost, con el homenaje a Guillem de Montgrí y la misa en honor a Sant Ciriac, ha reunido en Dalt Vila a un buen número de autoridades que han participado en los actos como la procesión, la misa o la actuación de la Banda Ciutat d’Eivissa.
El cielo algo encapotado y el viento han hecho algo más llevadero el acto, que normalmente hace pasar apuros a las autoridades por el calor.
El presidente del Consell, Vicent Marí, ha pronunciado el tradicional discurso tras la exhibición de la Federació de Colles de Ball en la plaza de la Catedral, frente al conseller de Transportes, Josep Marí Ribas, Agustinet; los alcaldes y concejales de los diferentes municipios y los miembros del equipo del Consell, entre otras autoridades.
Marí ha querido lanzar un mensaje «de responsabilidad, individual y colectiva, para seguir haciendo frente a un virus que todavía sigue entre nosotros».
También ha lanzado un mensaje directo contra las imágenes de descontrol que se han podido ver esta temporada: «La puerta de la recuperación no se puede abrir a cualquier precio: Queremos un turismo que sea respetuoso con el entorno, con su gente, un turismo que reconozca nuestra historia».
«Somos conscientes de que la solución a nuestros problemas depende, en gran medida, de nuestra propia capacidad de autoexigencia y superación», ha añadido.
El Cor Amics de sa Música ha terminado los actos con la interpretación de Roqueta, sa meua roca mientras las iglesias de la isla se preparan para acoger esta noche un espectáculo de proyección de luces, ya que los fuegos artificiales se han cancelado por segundo año consecutivo para evitar aglomeraciones en el contexto de la pandemia.