@V. R. / Nada mejor que las estrechas calles de la Marina y las empedradas cuestas de Dalt Vila para retrotraerse a la Edad Media, en la que Vila se sumergió ayer de lleno tras la inauguración de la Feria Medieval. El presidente del Consell de Eivissa, Vicent Serra, y la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, han presidido la inauguración de su decimocuarta edición en la Plaza del Parque, acto al que han acudido también las alcaldesas de Sant Josep, Neus Prats, la de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, la diputada balear Pilar Costa y consellers insulares y concejales de Eivissa y otros municipios, así como numerosas personas que no han querido perderse el pistoletazo de salida.
Mientras las autoridades presenciaban una exhibición de baile y los tambores y flautas de un grupo de animación les daban la bienvenida, la chiquillería se divertía ajena a la ceremonia en los columpios especialmente decorados para la ocasión instalados a pocos metros. La plaza está como la hubiera imaginado un niño, con caballitos, noria y barcos. Tras la recepción y la espera de aquellos que, ingenuos, llegaron en coche, la comitiva se adentró por la calle de las Farmacias para toparse con los puestos que abren el mercado medieval. No eran los primeros. Algunos estaban ya repletos de curiosos y turistas.
En la rampa de es Rastrillo, donde aguardaba una banda de tambores y bailarinas medievales fogeadas en las escuelas del Medievo de vía Púnica, empezó a notarse el sol de justicia y las temperaturas veraniegas que aprietan y presagian cuatro días de feria sin incidencias meteorológicas. Cruzado el Portal de ses Taules y en el patio de armas, empezaba un recorrido infinito hasta la Catedral, lleno de puestos de todo tipo de mercaderes y mercancías que estarán al abasto de los ciuentos de miles de visitantes que habituialmente reúne la feria medieval cada año desde que la ciudad antigua fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
Como viene haciendo desde el año 2000, este encuentro reúne a un total de 66 puestos de alimentación ibicenca, 65 puestos adicionales de exposición y venta de artesanía local, así como diez nuevos puestos de productos naturales como hierbas, miel y vino. Como novedad para este año, la empresa Pegasus aportará 150 paradas de artesanía y alimentación, además de organizar 80 actuaciones diarias que animarán las calles de Eivissa durante la celebración de esta feria. El Consistorio ha destinado este año a la organización de Eivissa Medieval 135.000 euros, 15.000 euros menos que el año anterior.