@Noudiari / La tercera generación del Mitsubishi Outlander mantiene las cotas externas de la saga anterior pero combinadas con una nueva línea de rasgos más suaves y discretos. Por otra parte, en el interior estrena acabados de más calidad y ofrece, asimismo, más espacio. Pesa de media 100 kg menos y su retocado motor 2.2 l. diésel rinde menos caballos pero firma prestaciones similares reduciendo el consumo medio: a 5 l/100 km con solo 130 gr. de emisiones de CO2 por km.
Con cerca de un millón de unidades vendidas en todo el mundo en los 11 años de historia de las dos generaciones conocidas, el Outlander es uno de los ‘best seller’ de la casa japonesa. La tercera generación ha sido diseñada con un claro guiño al futuro. Su plataforma no solo puede acoger versiones de 5 y 7 plazas, con 2 ó 4 ruedas motrices y motores de gasolina y diésel. También sistemas híbridos gasolina/eléctricos, así como sus correspondientes baterías, sin restar espacio a los ocupantes o carga en el maletero.
A pesar de ese origen similar, entre este Outlander y el anterior hay diferencias muy grandes. El nuevo es claramente más ágil de reacciones en curva, y por tanto, está mejor adaptado para quien quiera unas sensaciones de conducción próximas —que no iguales— a las de un turismo. Esa relativa agilidad de reacciones la consigue en parte gracias a una suspensión firme que contiene muy bien los movimientos de la carrocería.
Más comodidad
El Mitsubishi Outlander modelo 2013 tiene detalles que permiten viajar con más comodidad que en el modelo anterior. Por ejemplo, el volante ahora tiene doble regulación y los asientos de la segunda y tercera fila parecen de mayor calidad.
Otras novedades son el climatizador de dos zonas y la regulación longitudinal del volante —la principal carencia del modelo anterior para ajustar la postura del conductor—. Los faros de xenón son diferentes: tiene más potencia de iluminación y un haz mucho más ancho —1350 lumen y 80 grados en vez de 42—.
En general la iluminación de estos faros nos ha gustado, especialmente por lo ancho que es el haz de corto alcance. La iluminación de largo alcance no es de xenón, sino que esta función la hacen unas bombillas halógenas que cumplen bien su función.