@Aina Balaguer/ La guerra empezó este domingo en Platja d’en Bossa, una guerra pacífica cuyo eje vertebrador es la música y el territorio a conquistar es una de las mejores discotecas de la isla blanca, incluso del mundo para algunos. La ya legendaria fiesta de los domingos We Love Space, nos brindó el placer de poder empezar a saborear las mieles del delirio musical que irá teniendo lugar, domingo a domingo, durante todo el verano hasta su cierre en septiembre.
Con seis frentes preparados y bien delimitados, los encargados de iniciar la ofensiva a las 19.00h fueron Jason Bye e Ian C, en la sunset terrace. Mientras uno pinchaba un melódico y muy bailable house, el otro le acompañaba en el ritmo con la batería eléctrica. De esta manera ambos daban la bienvenida a las tropas que sin interrupción iban llegando para formar filas. Paralelamente y un poco en la retaguardia se iba desarrollando el ataque de Nick The Gardener, con mezclas tan setenteras como “Young hearts run free” de Candi Staton o “Let’s groove” de Earth, wind & fire. Le seguirían, en la misma línea, Alfredo y, a partir de las 00h hasta las 5.00h, Dave Harvey & Christophe de Futureboogie DJs.
En esta parte, en la première étage, la más alta de la discoteca, todos lo que se encontraban agotados podían tomar un respiro en las butacas, a pesar del frío viento y el estruendoso ruido de los aviones que sobrevolaban el lugar. Parecía que fueran a lanzar avituallamientos varios desde el cielo, pero no… Los mucho más potentes altavoces de la planta inferior nos recordaban que faltaba mucho todavía para la rendición.
Smokin Jo pone prietas las filas
A las 22h, cuando por la tela de camuflaje ya no pasaba ni un rayo de sol, Smokin Jo tomaba el relevo a Jason Bye. La terraza ya estaba repleta de soldados que acataban las directrices de la británica como buenos subordinados. Esta empezó con su house más comercial para ir convirtiéndolo en un deep house que no paró de lanzar granadas hasta la media noche. Si uno se paraba a mirar más allá de sus propios pies podía ver como todo un ejército de Babel, pues estaba formado por individuos de todas partes del mundo, que vibraron y saltaron al ritmo de los estallidos de Smokin Jo, los cuales no pararon hasta que dejó de sonar su tema final: el “Where have you been” de Rihanna mezclado con “Ame” de Rej. La británica se había anexionado ya una parcela del territorio y después de ser aclamada fervorosamente por su victoria se rompieron filas y las tropas empezaron a disgregarse entre los otros frentes paralelos.
En la terrace ya había pinchado Ryan O Gorman y en aquel momento se escuchaba a Hot Since 82 para atender a la demanda de todos los presentes, quienes pedían más y mejor. Mientras la discoteca y el salón aún se encontraban por llenar, el inglés podía disfrutar de un aforo repleto que iba esquivando sus misiles a la espera de que Bicep y Henrik Swarz, sucesivamente, tomaran el liderazgo. Se hacía complicado acceder a través del lugar al salón donde los menos arriesgados y beligerantes pudieron disfrutar del sonido de Matty J y David Phillips durante las tres primeras horas.
Después inició su sesión la mexicana Daisy Heartbraker con su electrónica tan estilosa y temas elegidos con muy buen gusto para aquella pequeña y más relajada parcela del Space, como pudo ser “Rehab” de Amy Winehouse. “They try to make me go on a rehab…”, comentaba la música, a lo que todos respondían convencidos: “No, no, no”. Acercándose las 2.00h ya estaba tras de sí enfundado en una casaca dorada como el cartucho STANAG 7142 Jon Woodall, esperando el momento de utilizar su armamento como las fuerzas armadas de la OTAN. Una vez comenzaran sus disparos no terminarían hasta el cierre. En aquel contexto los presentes se veían poco predispuestos a darlo todo en la contienda, pues gustaban más de charlar, tomar algo en compañía de otros o simplemente seguir el ritmo más paulatinamente.
Combate final en el dancefloor
En la discoteca, el tech house brotaba de los altavoces mientras los focos soltaban metrallas de luz sobre los insurrectos a la terrace. Estos prefirieron más disfrutar aquella noche de las sesiones de Jem Hynes, Paul Woolford & Midland y Joy Orbison & Ben UFO, pero sobre todo de los loops y efectos del británico James Zabiela. El after dark dejó que Krafty Kuts & A skillz y Mr Doris se repartieran el beligerante ejercicio de pinchar hasta el final de la noche solo entre ellos. Y así, la noche siguió desarrollándose con buen rollo, mucho ritmo buena música y alguna que otra baja hasta que los asaltos fueron cesando uno a uno cuando se acercaban las cinco de la mañana.
La victoria final que cerraría aquel conflicto llegó de la mano de Carl Craig y toda su artillería, el encargado de lanzar la bomba nuclear cargada de techno que definitivamente dejaría a todos agotados y con ganas de volver a casa para recuperar fuerzas para la siguiente embestida de Space el próximo domingo, donde podremos disfrutar de la disclosure de la gran terraza y la deliciosa electrónica de Groove Armada.