@LauraFArambarri/ Hay películas que han cambiado la vida a sus actores o actrices, otras que han definido la carrera de sus directores o directoras y están las que han marcado un antes y un después para los lugares donde fueron rodadas. La magia de la pantalla ha convertido en puntos de peregrinaje turístico al Empire State Building de New York, por el que trepaba King Kong en 1933; a la Fontana di Trevi de Roma, en la que Marcello Mastroianni adoraba a Anita Ekberg en La dolce vita de Fellini, o al más reciente fenómeno –aunque en este caso generado por una serie– de San Juan de Gaztelugatxe, en Vizcaya, por Juego de Tronos.
Hace 50 años, en mayo de 1969, se estrenó la película que cambió la historia de Ibiza para siempre. More de Barbet Schroeder convirtió a Ibiza en un icono hippy de la mano de la banda sonora de Pink Floyd, de la bellísima fotografía de Néstor Almendros y, sobre todo, del éxito de taquilla en su estreno en Francia y en Alemania, que se tradujo de manera directa en un incremento de turistas de ambas nacionalidades. “Si en 1961 el número de visitantes fue de 42.742, en 1970 se situaría en 361.670”, leemos en Historia del turismo en Ibiza de José Ramón Cardona y Antoni Serra Cantallops. Obviamente no todo se debe a More. Pero lo que se debe a More no es poco.
“More es la película más importante que se ha rodado en Ibiza”, sentencia Enrique Villalonga, el mayor experto en cine localizado en las Pitiüses. Y tiene muchos motivos para ser así de rotundo. El primero es que es una película cuya asociación con Ibiza ha permanecido desde 1969 hasta la actualidad.
“En la entrevista que le hice a Schroeder hace unos años me comentó que justo después del estreno de la película en Alemania comenzaron los vuelos chárter con Ibiza y conozco directamente casos de personas que están en Ibiza por la película”, relata el también cineasta, que recuerda que la socióloga Danielle Rozenberg en su libro Ibiza, una isla para otra vida apunta que cuando se estrenó More en Francia “no solo fue la película más taquillera de ese año sino que la isla se llenó de franceses”.
Así, la película se estrenó en la sección Semana de la Crítica del Festival de Cannes de 1969 y, cuando se cubrió la noticia en España de la repercusión que había tenido la cinta (en nuestro país no se estrenaría hasta 1977 por la censura de la dictadura franquista) “el periódico ABC destacaba que, aunque hablaba de drogas, sobresalía la belleza del paisaje ibicenco, que estaba fotografiado por Néstor Almendros. Es decir, que en Francia se decía que era un sitio bellísimo para visitar, con lo que había una cierta promoción turística en la película”, apunta Villalonga.
El cineasta recuerda una sencilla pero significativa anécdota que prueba la repercusión que tuvo el filme, una noticia de Diario de Ibiza publicada en noviembre de 1969 que dice: “En el Fomento del Turismo se ha recibido desde Francia una simpática carta en la que su remitente dice que le gustaría alquilar la casa o el chalet que aparece en la película More rodada en nuestra isla. Quiere alquilarla para septiembre de 1970. More es una película de la que ya hemos dado noticia, anteriormente, aquí. Trata del problema de las drogas y ha sido estrenada recientemente en Francia. Según narraba para Pueblo, de Madrid, su corresponsal en París, Pilar Narvión, nuestra isla lucía espléndida y magnífica en el color de la película. Ya lo sabe el propietario de la casa. Si quiere, la tiene alquilada para septiembre de 1970.”
Que los ecos de More llegan hasta nuestros días queda patente en otros ejemplos como que la revista conmemorativa de los 50 años de la Semana de la Crítica de Cannes (2011) llevase una imagen de More en la portada. “Estos detalles prueban que es una película icónica y que ha trascendido”, apunta Villalonga.
¿Ibiza como paraíso de las drogas?
El espinoso tema de las drogas no se puede obviar. La película gira en torno al proceso de autodestrucción de los dos protagonistas, Stefan (Klaus Grünberg) y Estelle (Mimsy Farmer) por el consumo de drogas (heroína) en la isla. “En la película hay un auge y una caída. La relación que tienen Stefan y Estelle se puede dividir en dos partes y lo mismo la película: Al principio la isla es un paraíso, están desnudos, hace buen tiempo, viven en una casita al lado del mar, se bañan, se drogan… pero se drogan con algo más blando, como más naïf. Luego viene el reverso, que es cuando llega el invierno, la relación entre los dos empieza a deteriorarse y han probado la heroína”, explica Villalonga, que cree muy interesante “cómo Schroeder trata el tema de las drogas porque tampoco lo hace con un juicio moral, no es una película alarmista sobre las drogas”.
Incluso hay una película anterior que vincula la isla al consumo de estupefacientes, aunque su repercusión y taquilla no tuvieron nada que ver con las de More. Es Hallucination Generation, que se rodó en Ibiza en 1965, y que retrata a una comunidad de beatniks en Ibiza que toma LSD. “Eso fue tres años antes de lo que rodó Schroeder, con lo que está claro que ya había como una especie de cultura underground de consumo de drogas en la isla, puede que entre extranjeros”, apunta el cineasta.
Según ha podido averiguar Villalonga, la trama de More está inspirada, aunque levemente, en una vivencia personal de su director y de algunas personas cercanas a él. “A modo de exorcismo, el propio Schroeder aparece en la escena final de la película, acompañando el féretro donde yace el personaje protagonista, Stefan, muerto por sobredosis. Schroeder entierra a su propio personaje, enterrando simbólicamente una parte de su biografía”, relata el investigador en la ficha de la película, incluida en la base de datos del Ibiza Film Office.
Nazis en Ibiza
Un tema que también aparece en la película y que no se ha abordado tanto como el de las drogas es el de la presencia de nazis en Ibiza. Parte del filme está rodado en el hotel El Corsario, situado en Dalt Vila, y propiedad por entonces de Anna Von Osterburg y René Fonjallaz, un escritor suizo que había pertenecido al partido nazi y que poseía también una vivienda junto a la casa de la madre de Schroeder en Sant Antoni, donde se rodaron la mayoría de planos de More. En la película, el hotel El Corsario aparece como el centro de operaciones de Ernesto Wolf, el personaje nazi que trafica con drogas.
El crítico Jordi Costa destaca este elemento en su libro Cómo acabar con la contracultura: Historia subterránea de España (1970-2016) en el que trata ampliamente la película de Schroeder: “Existe un elemento muy relevante en More del que apenas se suele hablar, dada la fuerza de la historia de amor central: el personaje del doctor Ernesto Wolf, un nazi que ha encontrado refugio en la isla, controla el negocio de la heroína y ejerce de amante ocasional de Estelle. La figura no constituye ningún tipo de capricho narrativo por parte de Schroeder: mucho antes de que llegaran los hippies a la isla diversas oleadas de extranjeros habían desembarcado en el lugar escapando de algo. A menudo de su propia identidad”.
El propio Schroeder vuelve al tema de la Alemania nazi en Amnesia (2015, no confundir con otro filme del mismo título de Gabriele Salvatores de 2001), una película que rodó en Ibiza 46 años después de More y en la misma casa propiedad de su madre. El título hace referencia a la discoteca ibicenca del mismo nombre, pero sobre todo al rechazo de la protagonista femenina a su pasado traumático en Alemania, lo que le hace negar incluso su identidad lingüística, el alemán. En varias referencias sobre la película también se apunta a que Amnesia aborda la idea de la isla como territorio fuera del tiempo y de la memoria y a la propia decadencia de la isla, con un pasado contracultural que ha derivado en mercancía de consumo de masas y música electrónica. La isla que se olvida a sí misma.
¿Cómo esquivó la censura para rodar?
More se rodó en París, Ibiza y Formentera en 1968. La parte isleña se rodó con suma discreción en lo que respecta a los planos en los que aparecen desnudos o personas consumiendo drogas para no tener problemas con la ley durante la dictadura de Franco. “Según Rafael Heredero, autor de un interesante libro sobre la censura en España, las escenas eróticas y sobre drogas no aparecían en el guión de More que se presentó ante la Comisión de Censura, por lo que se autorizó su rodaje en las islas sin ningún tipo de problema”, afirma Villalonga.
Clifford Irving lanzando cuchillos
Otra de las anécdotas del filme es que en él aparece como figurante el escritor norteamericano Clifford Irving, en una escena en la que lanza unos puñales. Irving es el autor de la falsa (y tremendamente polémica) biografía sobre Howard Hughes y también del libro sobre el falsificador Elmyr d’Hory en el que se basó Orson Welles para su documental F for Fake (1973), en el que aparece Irving.
En la filmografía de Schroeder
More fue la primera película de Schroeder, un director con una carrera con altibajos pero, sin duda, interesante.
Empezó como crítico en la mítica de Cahiers du Cinemà y fundó con Eric Rohmer la productora Les Films du Losange, que produjo algunas de las cintas más importantes de la nouvelle vague y que ha continuado en activo hasta la actualidad, implicada en cintas tan relevantes como Holly Motors de Leos Carax; Nymphomaniac de Lars von Trier o Viaje a Sils Maria de Olivier Assayas.
Como director, Schroeder entró en Hollywood con películas como Mujer blanca soltera busca o El misterio de von Bülow, por la que Jeremy Irons recibió el Oscar al mejor actor. Después llegaron La virgen de los sicarios o el polémico documental General Idi Amin Dada sobre el dictador ugandés del mismo nombre.
Como curiosidad, Schroeder dirigió un capítulo de la serie Mad Men en la tercera temporada.