@C. Vidal / No se llama Jordi o Jorge. Es Iván. Iván Doménech. Sin embargo, el músico, que hace poco estrenó su tercer álbum en solitario, No esperaré, fue uno de los grandes protagonistas del día grande de Sant Jordi de ses Salines, pese a la dura competencia que suponía el fútbol, en una jornada en la que no faltó la misa y la procesión, el ball pagés, dansacontes o demonios.
Lo que no podía faltar en este día son, lógicamente, los libros. En la biblioteca Vicent Serra Orvay se instaló por la mañana un puesto con libros gratuitos de todo tipo. Las obras en castellano y catalán no tardaron en agotarse y sólo quedaron los que estaban escritos en lenguas extranjeras. Está claro que los idiomas no son lo nuestro.
«Yo, por estas fechas, recomendaría un libro de historia de Eivissa. Creo que los ibicencos y la gente que reside en la Isla tienen plena conciencia de donde venimos y de lo que somos, pero un libro de este tipo servirá para querer aún más a nuestra tierra», declaraba Vicent Serra, presidente del Consell.
La iglesia, mientras tanto, estaba abarrotada para la misa solemne. Muchos de los fieles se tuvieron que quedar fuera, aunque optaron por quedarse en el porche del edificio para protegerse de un sol de justicia. Poco después, y una vez finalizada la ceremonia, se inició la procesión por las calles del pueblo, con la imagen de San Jorge abriendo la marcha, seguido de Jesus, la Virgen y otros santos.
Música y correfocs
Por la tarde siguieron los festejos. En la biblioteca se realizaron unos dansacontes con María y Miriam y, poco antes de las 22.00 horas, llegó uno de los momentos más esperados con el concierto de Iván Doménech. El artista tuvo que lidiar con el fútbol -a la misma hora se estaba jugando el Real Madrid-Bayern de Múnich- pero resolvió la papeleta con oficio y buena música.
Doménech agradeció a los más de 200 espectadores que asistieron a la actuación en una mala noche para tocar. «La hora es la que nos ha tocado y, pese al partido, veo que tengo unos seguidores muy fieles», declaró antes de comenzar el concierto con el tema que da nombre a su nuevo trabajo.
Todavía había más actividades programadas. A las 23.00 horas, los Dimonis els Mals Esperits se encargaron de realizar el tradicional correfocs, mientras que, cerca de la medianoche, los catalanes 9son se encargaron de seguir animando la fiesta con su mestizaje de rumba catalana y son cubano.