El conseller del Mar y del Ciclo del Agua del Govern balear, Juan Manuel Lafuente, y el gerente de Abaqua, Emeterio Moles, han presentado este lunes, en la desaladora de Sant Antoni, la licitación para el suministro de una planta desaladora modular con capacidad de 1.000 metros cúbicos diarios. A la visita también han asistido el alcalde del municipio, Marcos Serra; la concejala de Medio Ambiente, Playas, Limpieza y Bienestar Animal del Ayuntamiento, Pepita Torres, e Ignacio José Andrés Roselló, conseller de Gestión Ambiental, Sostenibilidad, Innovación y Transparencia del Consell de Ibiza.
El objetivo principal de esta actuación es aumentar la capacidad de producción de agua desalada durante los meses de mayor demanda y reducir las extracciones de acuíferos, especialmente en previsión de un posible estado de alerta por sequía este verano. El plazo de presentación de ofertas para esta licitación, con un presupuesto de 786.500 euros (IVA incluido), está abierto hasta el 28 de abril, y la planta se instalaría en el recinto de la actual IDAM de Sant Antoni.
El conseller Lafuente ha destacado que “esta actuación es un paso más dentro de la estrategia del Govern para garantizar el suministro de agua potable en condiciones de máxima demanda, reducir la dependencia de los acuíferos y reforzar la resiliencia hídrica de Eivissa”. “La planta modular nos permitirá responder con mayor agilidad ante situaciones de sequía o sobrecarga puntual del sistema, al tiempo que avanzamos hacia un modelo de gestión más sostenible y equilibrado del agua en la isla”, ha añadido.
Por su parte, el alcalde de Sant Antoni de Portmany, Marcos Serra, ha valorado positivamente la noticia de la puesta en marcha de esta instalación, «ya que va en sintonía con la política de este Ayuntamiento», que apuesta por potenciar el agua desalada como principal aporte en el suministro municipal, representando hasta un 90% en periodo estival en aquellas zonas donde existe posibilidad de suministro de agua desalada.
En la actualidad, la demanda de agua desalada en la isla de Eivissa supera la capacidad de producción de las plantas existentes, salvo en los meses de invierno. Según los datos publicados en el Portal del Agua de la Dirección General de Recursos Hídricos, los recursos subterráneos disponibles se situaban en el 34% en el mes de febrero. Aunque las lluvias del último mes han elevado ese porcentaje al 39% en marzo, el sistema hídrico de la isla sigue siendo vulnerable.
En caso de que se declare el estado de alerta, el Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía de las Illes Balears (PESIB) obliga a los suministradores de agua que operan con camiones cisterna a sustituir al menos el 50% del volumen de agua extraída de pozos por agua procedente de desaladoras, siempre que operen dentro de un radio de 15 km de un dispensador de agua desalada.
La planta modular proyectada está concebida como una solución puntual y complementaria a la actual instalación de Sant Antoni y tendrá una producción máxima de 1.000 m³/día. Permitirá incrementar el volumen de agua disponible en la red en alta de la isla y contribuirá a reducir el déficit estructural de recursos hídricos.
Esta medida se suma a otras actuaciones ya en marcha por parte del Govern, como la aportación de agua desalada a la balsa de Sa Rota para usos agrícolas, el almacenamiento en el acuífero de Can Guasch o la puesta en marcha de dispensadores de agua para camiones cisterna, que ya han permitido suministrar más de 40.000m³ de agua desalada. Todo ello se complementará con la próxima licitación de la ampliación de la desaladora de Santa Eulària y, a medio plazo, con el proyecto de una cuarta planta en Sant Josep.
El contrato ahora licitado se tramita por vía de urgencia, con un plazo de ejecución de 110 días, incluidas las pruebas de funcionamiento. De cumplirse los plazos, la nueva planta podría estar operativa en el mes de agosto, coincidiendo con el pico de demanda de agua desalada en la isla.